jueves, 2 de mayo de 2013

...EL HIJO PRÓDIGO...



…EL HIJO PRÓDIGO…

"...La siguiente cita es interesante en vista del tema de los recientes comentarios.

La damos a continuación:

"Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu". (Isaías, LVII, 15).

Sea cual fuere su significado, sugiere que un hombre que está lleno de orgullo, que nunca cuestiona su propia importancia, no será capaz de ascender en la Escala de Ser a un nivel más elevado de desarrollo.

Probablemente el autor de la cita esta en un nivel más alto porque dice que "habita en la altura y la santidad".

Para ascender a ese nivel, una persona debe ser aparentemente humilde y quebrantada o contrita.

Sabemos que en este mundo hay vidas ascendentes y descendentes, y no cabe dudar que también las haya en el otro mundo.

Pero sabemos específicamente que en el Trabajo el ascenso significa algo definido.

Quiero decir que sabemos que en una octava ascendente —Do, Re, Mi— se va de lo que es más burdo a lo más fino, y que siempre se empieza con el Do pasivo.

Ahora bien, ¿imaginan al orgullo como algo pasivo?

¿Dirían que es humilde y contrito?

Obviamente, el orgullo y toda su descendencia —auto simpatía, vanidad, poder, egotismo y todo lo demás, nada tienen de contrito y de humilde.

Un hombre no ascenderá con su ayuda a un nuevo ser.

Pues bien, el Do pasivo significa que cualquiera sea aquello a que se refiere, es algo sobre lo cual puede actuar lo que este más alto en la escala.

Cede ante lo que está más alto que él mismo.

Por otra parte, el Do activo significa que sea lo que fuere, actúa sobre alguna otra cosa, y nada actúa sobre él.

Consideremos el alimento 768 que es tomado por el cuerpo.

Sobre el actúan los jugos digestivos.

Es decir, es pasivo, porque se somete a las acciones que rompen el alimento en materias más finas y, por lo tanto, más inteligentes y más útiles que pasan a la sangre, mientras que todo lo que es inútil es desechado.

Esto es lo que el Trabajo ha de hacernos psicológicamente, si solo lo permitiéramos.

Pero el orgullo hará lo imposible para impedir que esto suceda.

En el caso de la Octava-Alimento, el primer paso es la transformación del Do pasivo 768 —que es el alimento ordinario— en materias más altas clasificadas con el numero 384; y así en adelante, etapa tras etapa, hasta la materia 12.

Si 768 entro como un Do activo, solo puede descender en la escala de materias, volviéndose cada vez más denso y, por lo tanto, mas estúpido y menos útil.

Así ocurre psicológicamente con quienquiera cuyo orgullo no regenerado, no enfrentado y no combatido, es dominante, porque esto obstaculiza el camino hacia la octava ascendente.

El orgullo no es pasivo y no permite que se actúe sobre él.

Ahora bien, ya que la Esencia desciende de un "plano superior" y por último se encierra en un cuerpo de sangre y carne, en el Hombre la octava ascendente debe existir en relación con este descenso.

Aquí se sostiene la idea que la Esencia, por haber descendido, debe ser capaz de re-ascender —esto es, de desandar el camino de su descenso—.

Si la Esencia re-asciende y el centro de gravedad de la conciencia de un hombre y de su ser estuviesen verdaderamente en la Esencia en lugar de estar en la Personalidad, luego el re-ascenso de la Esencia seria asimismo el ascenso del hombre al nivel de su origen.

Sería el viaje de retomo.

Esa idea del "viaje de retorno" se menciona en varios lugares en la antigua literatura esotérica, como en el Himno de la Vestidura de Gloria en los escritos gnósticos, y hay obviamente una referencia en la parábola del Hijo Prodigo en los Evangelios (Lucas, XV 11-32).

El Hijo Prodigo, que con toda probabilidad era un hombre que había satisfecho todos los deseos de su orgullo y encontró que todo sabia a nada y nada era real —tal vez haya sido un multimillonario— es descrito como alguien que "vuelve en sí".

Se dio cuenta de una manera u otra que no seguía un buen rumbo y que había llegado al fin de las cosas.

Todo carecía de sentido, como suele ocurrir cuando el único objeto de la vida es la satisfacción del orgullo y sus ambiciones.

Por eso dice, luego de haber vuelto en sí:

"Me levantare e iré a mi padre, y le diré:

Padre, erre el blanco."

Así se levanto y se llego a su padre.

No quiere decir su padre terrenal.

Su padre se regocija y dice:

"Hagamos fiesta, porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado."

Habrán de ver la significación de estas palabras, muerto y perdido.

Cuando un hombre vuelve sobre sus pasos y, dejando a la Personalidad tras él, empieza a moverse en dirección a la Esencia, deja de estar muerto o perdido.

Buscando el desarrollo de la Esencia por medio del hombre interno, y alejándose de las falsedades e insinceridades y profesiones hueras del hombre externo, empieza a estar vivo en lugar de estar muerto — interiormente, en espíritu—.

Ya se da cuenta de lo que tiene que hacer, de lo que en él es espurio, de lo que tiene que observar y lograr que se vuelva cada vez más consciente y de aquello sobre lo cual debe trabajar, y de aquello de lo cual debe despojarse y dejarlo tras sí.

Ya no está más perdido, andando a la deriva y sin meta alguna a través de los años.

Ahora tiene un rumbo. Ha partido para un verdadero viaje.

Es un viaje muy largo, pero no tardará en sentir que recibe ayuda.

Por eso en la parábola se dice:

"Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le beso."

La frase "cuando aún estaba lejos" indica que el viaje desde la Personalidad a la Esencia es muy largo.

La misericordia y el ser bien recibido señalan la ayuda.

Ocurre como si el Trabajo estuviese hablando, y diciendo que cuando un hombre vuelve verdaderamente en sí —esto es, cuando se recuerda a sí mismo y se reconoce— sabe que no es la persona que siempre pretendió ser, o aquella que ha tomado por sí mismo, y que ha seguido un rumbo equivocado y trata de mantenerse en el.

Es curioso que esa parábola es llamada la del Hijo Prodigo. .

¿De qué era prodigo?

Algunas personas dicen seriamente que se refiere al dinero.

Lo toman sensual, literalmente, e imaginan que fue usada por padres avaros que se alimentaban de algarrobas.

Habrán notado que la palabra "Prodigo" no aparece en la parábola.

Es en realidad una parábola acerca de un hombre que, por más que haya tenido éxito, descubre que la vida no le dio lo que esperaba y, al darse cuenta que debe tener otro origen que la vida, lo cual no tiene sentido tomado por sí mismo, y debe hacer otra cosa además de vivir, emprende el camino para librarse de toda la falsedad que la vida y sus modalidades han depositado en él, y despojarse de todas las actitudes que su vanidad y sus ilusiones sobre si mismo han forjado en él.

Es en realidad una parábola acerca del retorno al origen de uno mismo —a algo que esta más allá y es diferente—.

El hombre ha descubierto su verdadero origen. Ha descubierto la Esencia..."

EL SIGNIFICADO DEL ARCA.........


La Biblia

COMENTARIO SOBRE EL SIGNIFICADO DEL ARCA

Siempre hay la posibilidad de entender tanto lo que se dice en el Antiguo Testamento como en los Evangelios de un modo literal.

Hay el nivel literal de comprender las sagradas escrituras y también el nivel psicológico de comprenderlas.

Las parábolas en los Evangelios, por ejemplo, son psicológicas en su significado, pero son dadas en una forma que es literal.

La historia del Arca, relatada en el Génesis, puede entenderse desde luego en sentido literal.

Hubo una inundación; pudo haber existido un arca construida por un hombre particular llamado Noé y con una madera particular llamada gofer, y así sucesivamente.

Pero EL SIGNIFICADO PSICOLÓGICO es muy diferente.

El significado esotérico o interior —esto es, el psicológico— es muy diferente.

La enseñanza esotérica siempre se refiere a la revolución de la conciencia en el  Hombre.

Se refiere al desarrollo más elevado del Hombre y a su relación con aquello que está más alto que él.

Todo lo que se dice en los cinco primeros Libros del Antiguo Testamento, llamado "Pentateuco" o "Torah", tiene un significado externo, literal, y uno interno, esotérico, o psicológico.

Esos Libros no fueron escritos como relatos literales sino para comunicar otro significado, tal como en el caso de las Parábolas.

Los incidentes históricos fueron empleados y desarrollados y adaptados de tal modo que el significado esotérico o interior pudiese ser transmitido por lo que sucedía aparentemente en un sentido histórico.

Pero es evidente que no es mera historia. 

Basta contemplar los detalles mencionados, que parecen triviales.

El Diluvio, entendido en su significado interno o psicológico, no es un diluvio de agua, que anega la tierra, sino un diluvio de maldad.

El Diluvio se refiere a un periodo en que toda la comprensión justa estaba pereciendo en medio de una división particular de la humanidad.

La violencia y el mal estaban subiendo y todo cuanto tenía que ver con la verdad y el bien se perdía de vista.

La humanidad, abandonada a sí misma, es la barbarie.

Solo la enseñanza impartida durante un prolongado periodo puede levantar a la humanidad al nivel de la cultura y la civilización.

Pero toda enseñanza sembrada en la vida tiene su periodo y luego pierde vigor y perece.

Cuando una enseñanza pierde vigor y muere, un diluvio de violencia y mal y falsedad surge.

La historia del Arca se refiere a tal periodo, que tuvo lugar en una parte de la humanidad, situada, quizás, en lo que llamamos el Oriente Medio.

Toda esa parte de la humanidad, toda esa "tierra", fue anegada por la barbarie, y se perdió de vista toda enseñanza.

Pero la enseñanza siempre nace otra vez y en los lugares donde surge tal diluvio de mal debe conservarse a sí misma y esperar hasta que llegue el momento en que pueda iniciarse una nueva forma de la misma enseñanza.

Entendido psicológicamente  el Diluvio es un diluvio de barbarie, de mal y violencia, y el relato del Arca es un relato acerca de como la enseñanza esotérica se conservo durante el Diluvio.

El Arca flotaba sobre las aguas del diluvio de mal, y contenía en ella todas las simientes de la nueva enseñanza, representadas por Noé, sus tres hijos, sus mujeres y todos los animales.

Y aquí hemos de darnos cuenta que toda nuestra civilización y cultura surgió de la forma de enseñanza llamada Cristianismo y también debemos entender que toda enseñanza de esa clase —esto es, enseñanza esotérica— tiene su periodo, y eventualmente pierde fuerza y muere.

Entonces sobreviene un periodo de violencia y mal —esto es, un diluvio— como hoy en día.

A esto le sigue nuevamente una nueva enseñanza.

El Arca es una historia que nos hace ver como se tiende un puente entre dos periodos de enseñanza.

Significa que ciertas gentes, en este caso cierta escuela llamada Noé, eventualmente compuesta de tres ramas, reunieron todo lo que era valioso y lo preservo hasta el momento en que se pudiera impartir una nueva enseñanza.

Construyeron, por así decir, la forma de la nueva enseñanza y la preservaron, VIVIÉNDOLApara que en el diluvio de mal no se perdiese todo, y así para que la humanidad no pereciera espiritualmente a través del odio y la violencia mutuos.

La historia conocida, la historia ordinaria, la historia enseÑada en las escuelas, es una historia de crímenes.

Pero la Enseñanza Esotérica, de la cual se capta una vislumbre en la historia del Arca, es algo muy diferente y casi desconocido.

Todo lo que sabemos es que repentinamente, aparecen, en la forma de religiones, nuevas enseñanzas, las cuales dan comienzo a nuevas culturas.

Esto es, vemos algunos de los resultados pero poco es lo que sabemos acerca de las causas, cuya historia no es oculta.

Ahora bien, hemos de desembarazar por entero nuestra mente del significado literal de la historia del Diluvio y el Arca.

Cuando el Arca se poso en el Monte Ararat, significa que la nueva forma de enseñanza que representaba empezó a ser impartida en la "tierra" —esto es, al Hombre—.

El diluvio de mal menguaba.

Esto es, era posible comenzar a enseñar a los hombres una vez más a convertirse en seres civilizados.

Había que esperar el momento propicio y el descubrimiento del momento propicio está representado por el envió del cuervo, la paloma, y todo lo demás.

Porque si se imparte una nueva enseñanza en un mal momento puede fracasar.

La gente no está pronta para recibirla.

Con esta idea general de lo que significa el Diluvio y el Arca, tratemos de hallar alguna interpretación psicológica de los diversos incidentes mencionados en el relato que se inicia en el Capitulo Sexto del Génesis.

Aquí solo es posible destacar ciertos puntos del relato.

Ante todo, el relato describe de qué modo los Hijos de Dios se mezclaron con las hijas del Hombre:

"...viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.

Y dijo Jehová: no contendrá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; más serán sus días ciento veinte años.

Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijas.

Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre"
(Génesis, VI, 2-4).

Debemos entender aquí que se produjo una mezcla de una enseñanza mas elevada con una verdad inferior.

Luego se dice que Dios vio que la maldad de los hombres se multiplico en la tierra y que "todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal".

Noé era el único bueno. 

Dios le dice a Noé que debe construir un arca, pues un diluvio está por llegar.

En el relato Dios dice a Noé:

"He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.

Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearas con brea por dentro y por fuera.

Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.

Una ventana harás al arca, y la acabaras a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.

Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.

Más estableceré mi pacto contigo, y entraras en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.

Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.

De todas las aves según su especie, y de todas las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entraran contigo, para que tengan vida.

Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos. 

Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mando"
(Génesis, VI, 13-22).

Ahora bien, habrán notado que el arca tiene tres pisos —un inferior, un medio y un tercer piso —y una sola ventana y una puerta—.

La única ventana está arriba: "Una ventana harás al arca, y la acabaras a un codo de elevación".

Esto significa que la ventana se abría en el piso de arriba. 

Como es sabido, en la enseñanza del Trabajo que estamos estudiando, el Hombre es mostrado diagramalmente como una casa de tres pisos, que tiene una parte inferior, otra media y una tercera superior.

En la parte superior está situado el Centro Intelectual, en la media el Centro Emocional, y en la inferior el Centro Motor, el Instintivo y el sexual.

Asimismo saben que las impresiones son recibidas en el piso superior, esto es, arriba, donde está situado el Centro Intelectual.

Tal vez les parezca incongruente establecer una comparación entre el Arca que tiene tres pisos y el diagrama-Trabajo del Hombre como una casa de tres pisos.

Pero es preciso recordar que la enseñanza esotérica siempre sigue siendo la misma en lo esencial y se mantiene viva de una manera sobre la cual nada conocemos.

Como se dijo, tan solo conocemos la historia de la vida exterior, la historia de crímenes, no la historia de la enseñanza esotérica, excepto que podemos observar los resultados de esta ultima actuando en diversos periodos en la historia general del crimen.

Esto es, vemos la enseñanza religiosa luchando contra la barbarie y echando gradualmente los cimientos de la cultura.

Ahora les explicare algo que encontrara difícil de seguir al principio.

Sabemos que la opinión general del Hombre expresada en el comienzo del Antiguo Testamento es que el Hombre no ha progresado desde su origen sino que ha degenerado.

El Hombre cayó.

Esto es, el punto de vista expresado en el Antiguo Testamento es lo contrario de la opinión que sostiene que el Hombre ha evolucionado y está progresando.

Es necesario decir todo esto para poder comprender que significa la única ventana en el Arca.

De acuerdo con la antigua enseñanza, el Hombre vivía originariamente en una edad de oro, luego en una edad de plata, luego en una edad de bronce, y finalmente en una edad de hierro.

La exactitud de los términos empleados no tiene importancia alguna.

Lo que es importante es la idea; y la idea significa que el Hombre ha degenerado progresivamente sin evolucionar progresivamente.

Hubo un tiempo en que estaba en circunstancias mucho mejores y en un estado interior mucho mejor de lo que está hoy día.

Es preciso darse cuenta que solo una mente muy ingenua puede creer que el paso del tiempo significa progreso.

Es menester liberarse de tal idea, de una vez por todas.

El tiempo no significa progreso.

Equivale a pensar que a medida que se envejece necesariamente se mejora o se gana en sabiduría; o que la última moda necesariamente es mejor que las antiguas modas; o que mañana necesariamente tiene que ser mejor que hoy.

Ahora bien, según la antigua enseñanza el Hombre estuvo una vez en un estado interior totalmente diferente del estado en que esta hoy día.

Cuando estaba en ese estado más original SE LE PODÍA ENSEÑAR de una manera que hoy día no se le puede ensenar.

Es sabido que según la enseñanza de este Trabajo el Hombre tiene dos lados distintos —el lado del conocimiento y el lado del ser: y que para cambiar o crecer interiormente el hombre debe recibir ante todo un nuevo conocimiento y luego aplicarlo al propio ser por medio de la auto-observación.

Pero hubo una época cuando se podía actuar directamente sobre el ser del hombre, y no, como hoy, solo a través del lado del conocimiento.

Con todo, cabe la posibilidad de conocer el estado interior de un hombre sin haber sido enseñado que, digamos, las emociones negativas son estados interiores malos.

Y de ello cabe imaginar un hombre que ya sabe, por así decir de corazón, todo lo que el Trabajo le enseña tan gradualmente a través de su mente.

Pertenecemos a una edad de la humanidad que este Trabajo ha denominado el sueño de la humanidad, y nuestra tarea individual finca en despertar nuevamente y dejar de vivir esa vida de sueño.

Pero se puede concebir una edad en que el Hombre estaba internamente despierto y llevaba la vida de un ser despierto.

Entonces estaba en contacto con aquello que en este sistema es llamado los Centros Superiores; y, siendo así, se le enseñaba internamente, o por un camino interno, y no por un camino externo a través de sus sentidos exteriores.

La enseñanza esotérica estaba en él.

Estaba entonces en contacto internamente con influencias provenientes de fuentes más elevadas que él, y lo sabía y lo sentía.

Solo cuando comenzó a atribuir su conocimiento a sí mismo, debido a la vanidad y la autosuficiencia, empezó a caer en el "sueño", y así llego a separarse gradualmente y cada vez más de esa fuente interna de enseñanza en la cual había nacido originalmente.

Después, en lugar de ser capaz de distinguir directamente por la percepción interna, o introspección, entre lo que es bueno y lo que es malo, y lo que es verdadero y lo que es falso, perdió gradualmente esas facultades interiores, hasta que finalmente se le debía enseñar todo desde fuera en forma de conocimiento.

Este es el significado de la ventana en el piso alto.

El Hombre llego a un tal estado que solo le quedaba una luz —esto es, una ventana a través de la cual la luz podía entrar—.

Esta ya no era más una ventana interior a través de la cual recibía la luz interior.

Esto es, alcanzo un estado en el cual solo se le podía enseñar a través de su mente o intelecto y solo desde fuera.

Empero la visión intelectual del Hombre aun no estaba perdida.

Y así todavía podía ser "salvado" —esto es, del diluvio de maldad que se levanta en cuanto el Hombre es separado de una enseñanza cualquiera—.

Ahora bien, lo que es difícil de entender en todo esto es que el Arca representa no solo cierta forma de enseñanza esotérica que se conservo, sino la forma de esta enseñanza que fue conservada y así el estado del Hombre en aquella época.

Porque una nueva forma de enseñanza esotérica debía adaptarse al estado del Hombre en aquella época.

La historia del Arca es al mismo tiempo una descripción de la clase de hombre que permaneció y era capaz de ser enseñado en aquel periodo y asimismo una descripción de la conservación de la clase de enseñanza esotérica adaptada a él.

La descripción del Arca nos muestra que el Hombre ha perdido todas las otras fuentes de "Luz" salvo una sola ventana que se abre desde el exterior al piso más alto de sí mismo.

Ahora tenía que ser enseñado desde fuera, por haber perdido todas las fuentes interiores de contacto.

Tenía que ser enseñado desde el lado del conocimiento y así desde el lado de la mente —esto es, desde las impresiones provenientes de fuera al piso superior.

Ahora hemos de pensar acerca del significado de la única puerta, de la cual se dice en especial que estaba al costado del Arca.

Esto representa la oreja o el "oído".

Al Hombre le fue dejado la visión intelectual y el poder de oír, y aunque estaba separado internamente de todo lo demás aun podía oír y así comprender con su mente, si bien no en su ser y voluntad.

La escuela de enseñanza y el estado del Hombre están representados al mismo tiempo en la imagen general del Arca.

La enseñanza que le decía que era posible sobrevivir al diluvio de falsedad y maldad que existía en esa parte de la humanidad en aquel tiempo era una enseñanza que había de ser oída por el oído y percibida por la mente:

y la clase de hombre que en aquel tiempo podía aun crecer y despertar solo recibiría la enseñanza oyéndola y con su mente reflexionaría sobre ella.

Esto es, el punto de partida del Hombre ya no era más interior, sino exterior.

Ahora bien, si consideramos la imagen del Arca refiriéndose por el momento solo a una escuela de enseñanza que conservo vivientes las huellas de una antigua enseñanza y sobrevivió al diluvio de falsas nociones y malas acciones, podremos captar una vislumbre del significado de lo que estaba calafateado dentro y fuera.

Dios dijo a Noé:

"Harás aposentos en el arca, y la calafatearas con brea por dentro y por fuera".

La brea resiste el agua y aquí el agua, o el diluvio, representa aquello que es falso.

El agua puede representar, en el antiguo lenguaje de las parábolas, la verdad esotérica o la falsedad según el contexto, y el Arca —esto es, esa escuela— estaba "herméticamente sellada".

Esto es, era capaz de resistir ese diluvio de maldad y así flotaba sobre las aguas del mal.

El calafateado del Arca así como la madera gofer con la cual estaba hecha son imágenes que se refieren, ante todo, a su poder de resistencia, y más profundamente, a lo que estaba cerrado.

La ventana y la puerta se refieren a lo que permanecía abierto.

Y la imagen general del Arca se refiere tanto a la escuela de enseñanza como al hombre capaz de entenderla en aquella época, y a lo que estaba cerrado y a lo que estaba abierto.

El Arca o escuela contenía en ella todas las formas necesarias de conocimiento, todo el material de las ideas necesarias, y toda la comprensión necesaria de lo que era bueno y lo que era malo respecto de la futura evolución individual del Hombre hasta el punto en que era posible.

Todo ello estaba reunido en la escuela y está representado por Noé y los animales y el alimento almacenado en el Arca.

Dios dijo a Noé:

"Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos".

Este no es alimento literal, sino alimento psicológico.

Si un hombre no recibe enseñanza, ideas ni conocimiento, luego en este sentido no tiene alimento.

Entendemos la expresión "alimento para el conocimiento" como algo diferente del alimento literal.

Pero no entendemos tan fácilmente que todo conocimiento puede perderse y que hay que reunirlo y preservarlo en aquellos periodos en que puede tener lugar un "diluvio".

Hoy el Hombre nace sin saber nada.

Todo su conocimiento es adquirido.

Hoy todo debe serle enseñado desde fuera —a través de sus "oídos" y su mente.

Una escuela de enseñanza es un almacén de conocimiento especial.

Un libro, un diccionario, es también un almacén de conocimiento ordinario.

Pero ese alimento de conocimiento, sea cual fuere su clase, puede perderse.

En tal caso, un hombre, que nace sin conocimiento alguno, crecerá sin conocer nada salvo lo que pertenece a la vida instintiva, como cazar y matar —esto es, a su vida como animal.

Ahora bien, el Arca, que representa tanto la escuela presente en aquel tiempo como el hombre de esa escuela, flotaba sobre las aguas, y al cabo de un tiempo las aguas del diluvio comenzaron a bajar.

"Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.

Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida.

Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.

Y reposo el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat.

Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo  en el décimo  al primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes"
(Génesis, VIII, 1-5).

Ante todo hemos de entender aquí que la maldad del Hombre o "tierra" empezó a disminuir.

Se descubrieron las cimas de los montes.

Los montes se refieren a la verdad superior.

Luego se representa a Noé enviando un cuervo:

"Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había hecho, y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra."

Esto significa que era aun imposible alcanzar una verdad más elevada sobre la "tierra" en un sentido general, y en sentido parcial significa que el hombre del Arca, el hombre que podía ser enseñado por la enseñanza de la escuela que se había conservado en esa parte del mundo no estaba todavía pronto para comprenderla.

El cuervo como pájaro representa el pensamiento, pero no en un buen sentido.

La falsedad o el pensar equivocado seguían prevaleciendo y así el cuervo estaba "yendo y volviendo".

Esto representa el estado del hombre que recibe enseñanza pero aun no es capaz de aprovecharla.

Así se lo pasa "yendo y volviendo"' o "subiendo o bajando", ora pensando una cosa ora otra.

La próxima etapa está representada por Noé que envía una paloma.

La paloma se refiere al pensamiento que no es falso.

"Envió también de si una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.

Y no hallo la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aun sobre la faz de toda la tierra.

Entonces el extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca."

Las aguas estaban aun sobre la faz de la tierra —esto es, el Hombre, para la "tierra" representa al Hombre en el antiguo lenguaje de las parábolas y alegorías.

La escuela representada por el Arca aun no podía enseñar al Hombre porque el Hombre no estaba aun pronto para recibir la enseñanza.

Así la paloma vuelve a entrar en el Arca, por ser incapaz de hallar donde posarse.

Sigue a esto un nuevo periodo representado por "siete días", lo cual significa un periodo.

"Espero aun otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca.

Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra."

La paloma regreso a la hora de la tarde con una hoja de olivo y Noé entendió que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.

La hora de la tarde significa el periodo que precede el alba de un nuevo día.

La hoja de olivo representa en sentido general que algo bueno resultaría de impartir la enseñanza.

Finalmente Noé envía otra vez la paloma:

"Y espero aun otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya a él."

La paloma no vuelve —esto es, lo que representa halla un lugar de descanso.

La enseñanza ya puede impartirse y así se ve a Noé quitar la cubierta del arca:

"Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el día primero del mes, las aguas se secaron sobre la tierra; y quito Noé la cubierta del arca, y miro, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca."

El suelo o tierra —esto es, el Hombre— estaba pronto para recibir la enseñanza contenida en el Arca, así Dios dice a Noé de salir del Arca:

"Entonces hablo Dios a Noé, diciendo:

Sal del arca tu, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.

Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacaras contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra."

Fructificar y multiplicar no tiene un sentido literal sino psicológico,-exactamente similar al de la Parábola del Sembrador donde aquellos que tienen un buen suelo en si dan fruto.

Una de las dificultades en entender la alegoría se debe a que el Arca se refiere a la escuela misma, al hombre que se desarrolla en esa escuela, etapa tras etapa, y en general al estado del Hombre, en aquel periodo.

Ahora llegamos al significado del arco iris.

Dios prometió a Noé que ya no habría más diluvios para destruir la tierra para perpetuas generaciones —esto, para la generación o periodo de la escuela de enseñanza representada por Noé—.

Es preciso entender que el tiempo, en nuestro sentido ordinario, no existe en el lenguaje más elevado de las parábolas.

Solo existen periodos o eventos.

Todo cuanto perdura por un periodo entero o evento es llamado perpetuo.

"Y dijo Dios:

Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que esta con vosotros, por siglos perpetuos:

Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.

Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejara ver entonces mi arco en las nubes.

Y me acordare del pacto mío, que hay entre mi y vosotros y todo ser viviente de toda carne; ya no habrá mas diluvio de aguas para destruir toda carne.

Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordare del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.

Dijo, pues, Dios a Noé:

Esta es la señal del pacto que he establecido entre mi y toda carne que esta sobre la tierra"

(Génesis, IX, 12-17).

El arco, o arco iris, representa las etapas de luz o iluminación.

Es luz partida en partes.

La plena luz, la plena iluminación, es luz blanca.

Pero esta está compuesta de diferentes colores o etapas de vibraciones más bajas que pasan a vibraciones más altas.

Han de recordar que en el periodo del Diluvio el Hombre ya no podía más ser enseñado directamente por el camino interno.

No podía recibir información directa.

No se podía actuar directamente sobre su ser.

Había caído internamente en el sueño.

Ahora tenía que ser enseñado desde afuera, paso a paso, etapa tras etapa, hasta que alcanzara la plena luz de la comprensión.

La luz significa luz interior.

La mente recibe la luz interior cuando aprehende algo que antes no comprendía.

Cuando se dice "Se me hizo la luz", uno se refiere a la luz de la comprensión.

La visión de la mente no es la visión del ojo de fuera que responde a la luz del sol.

Pero el "sol", internamente, es la luz de la mente —la luz de la comprensión—.

Y es extraño que la luz exterior, la luz del sol, dividida por un prisma o una película de aceite en muchos componentes, o etapas, y todos ellos vibrando juntos, formen la luz blanca.

Quizá de esta breve interpretación podrán captar el significado del arco iris, como representando las condiciones del desarrollo interior perteneciente al Hombre del Arca, al Hombre de aquel periodo, cuando ya no le era posible recibir directamente la enseñanza de LOS CENTROS SUPERIORES.

Estaba separado de los Centros Superiores —como nosotros lo estamos.—

Es sabido que este Trabajo nos dice que, aunque tengamos en nosotros Centros Superiores plenamente desarrollados y que están siempre trabajando, no podemos oír lo que dicen, y que para lograrlo debemos preparar los centros inferiores por un arduo trabajo y durante mucho tiempo, etapa tras etapa, para poder captar sus influencias.

Esto es, la luz de los Centros Superiores ya no se recibe más directamente.

Solo se la recibe etapa tras etapa y así esa luz está dividida, como en el caso del arco iris, en diferentes colores —o en diferentes etapas sucesivas de comprensión—.

Así vemos que tanto el Arca como el arco iris representan el estado del Hombre después de haber perdido contacto con los Centros Superiores.

En la reseña más arriba se da uno de los significados psicológicos de la historia del Arca.

Hay muchos significados dentro de significados de esta historia, que se basa en el antiguo lenguaje que hacía uso de la forma-parábola de expresar los significados.

Hay así tantas cosas, por cierto, contenidas en esta historia que el intento de darlas todas es imposible.

Todo cuanto se dijo más arriba no es sino una mera introducción al significado interior o esotérico de una de las grandes alegorías o parábolas del Antiguo Testamento.