lunes, 31 de marzo de 2014

SALOMÓN Y EL TEMPLO DE JERUSALEN

GNOSTICOS
SALOMON Y EL TEMPLO DE JERUSALEM

Se puede asegurar, basándose en antiguas leyendas, que Abraham recibió de manos de Melchisedec el Santo Grial; mucho más tarde en el tiempo esta copa fue a dar en el templo de Jerusalén.

No hay duda de que la Reina de Saba sirvió de mediadora en este hecho. Ella se presentó ante el Rey Salomón. Con el Santo Grial y después de someterle a rigurosas pruebas le hizo entrega de tan “preciada joya”.

Muchos hombres y mujeres importantes llegaron a Jerusalén atraídos por la fama y logros de Salomón, pero nadie comparable a Belkis, la reina de Saba. Su visita fue anunciada por un mensajero dos días antes de su llegada. Salomón montado en un brioso corcel egipcio y al frente de un pequeño séquito fue a recibirla.

Se encontraba sentada en un carro impresionante, bajo un quitasol, mujer de alta estatura, y de belleza incomparable, piel de color miel, cabello trenzado de una negrura resplandeciente, llevaba diadema y manto azul, y sobre el velo que cubría la cabeza aparecía una guirnalda con flores cincelada. Se observaron detenida y silenciosamente un tiempo, hasta que ella habló con bastante soltura en lengua hebrea.

Reina de Saba: ¿me encuentro ante el famoso Rey Salomón?

Rey Salomón: Ese soy yo, admirada reina

Reina de Saba: Vengo de lejanas tierras, atraída por las maravillas que se cuentan de ti y de tu ciudad. Confío en que me aceptes como tu huésped durante unos días.

Rey Salomón: Israel siempre ha tenido fama de hospitalaria con los extranjeros, mucho más con los que vienen en son de paz.

La reina quedó asombrada frente a la grandiosidad del templo de Jerusalén y del palacio mandado construir por Salomón.

Más tarde el rey la recibió en palacio, sentado en su trono, y rodeado de un grupo de mujeres que entonaban hermosas canciones que hablaban de amistad y respeto, al tiempo que tañían sus arpas y cítaras y un humo perfumado se desprendía de los braseros encendidos, inundando el ambiente.

La Reina de Saba apareció vestida con una túnica verde cuajada de piedras preciosas, y detrás venían sus servidores portando grandes cofres con oro, recipientes de barro con piedras preciosas, y un sin fin de frascos de diferentes colores y tamaños, conteniendo perfumes y otros líquidos mágicos.

Reina de Saba: Rey poderoso, considera que estos tesoros te son entregados como una prueba de reconocimiento a tu sabiduría. Porque he venido de muy lejos para escuchar tus palabras de oro.

Rey Salomón: Caros son los presentes que has traído. Ahora escucha mi agradecimiento ¡Oh reina!. De Jehová es el poder, por eso a todos nos brinda la misma entrada y la misma salida; sin embargo somos pocos los que hemos encontrado la Sabiduría. Yo amo este don más que la hermosura y la salud, pues se ha convertido en una luz inextinguible. Ahora te digo, ¡oh Reina de Saba! Que habites en la “casa del Líbano” comas y bebas a mi lado, y luego, podrás formularme las preguntas y los enigmas que gustes. Mis labios te proporcionarán las respuestas, con el único propósito de que el resplandor de mis adivinaciones te permita seguir el mejor camino.
Poco más tarde, durante la hora de la comida, la reina se sentó al lado de Salomón, rompiendo el protocolo establecido.

Reina de Saba: Majestad si os dijera algo como esto: “sirvo de adorno a los ricos, soy harapo para los mendigos, comida de las abejas y la muerte de los peces, ¿qué me diríais?

Rey Salomón: Pues que estáis hablando del lino. Como vestido cubre a los ricos, y cuando está hecho unos harapos tapa parcialmente a los mendigos. En el momento que sólo es una flor, liban en ella las abejas. Pero al ser convertido en una red, sirve para sacar los peces del agua dulce o salada.

Reina de Saba: Es líquido y no brota de las nubes, ni sale de los ríos y los mares ¿a qué me refiero?

Rey Salomón: Puede ser a las lágrimas o al sudor.

Reina de Saba: En vuestra tierra y en la mía, majestad, hay tres cosas cuyos andares son muy hermosos y hasta nobles.

Rey Salomón: Debéis referiros al león, cuya hermosura y nobleza le ha convertido en el rey de los animales. Parecida imagen ofrece el gallo que ha conseguido dominar sobre un gran corral, con lo que tiene a su merced un harén de gallinas. No anda detrás de los anteriores el macho cabrío, cuya fortaleza y experiencia le permite dirigir el rebaño, a semejanza de un soberano en el momento en que está arengando a su pueblo.

Reina de Saba: Me has contestado con gran rapidez. No creo que reacciones de la misma manera si te hablo de unas criaturas minúsculas, que a su vez son las más inteligentes que se pueden encontrar en la faz de la tierra. ¿sabrías responder a este misterio?

Rey Salomón: Claro que sí. Has descrito a las hormigas, nunca van solas, debido a que su poder lo consiguen agrupadas. Otros animales prodigiosos son las marmotas: a pesar de su aparente debilidad son capaces de perforar sus nidos en las rocas. Después se encuentran las langostas, que no necesitan ningún guía para volar perfectamente organizadas. Por último he de citar a las lagartijas, para las que no existen lugares inaccesibles, debido a que podrían entrar aquí mismo aprovechando la más pequeña rendija de las puertas.

Reina de Saba: Tendría que aplaudirte majestad, pero lo reservaré para otro momento, ya que pretendo plantearte unos enigmas más complicados. Si he venido a Israel es para conocer el alcance de tu sabiduría, y te aseguro que pienso conseguirlo.

La noticia de una reina extranjera llegada a Jerusalén, con la intención de desafiar la sabiduría del Rey Salomón, originó gran expectación; sin embargo pocos consiguieron estar presentes en el pórtico de la “casa del Líbano” cuando la Reina de Saba llegó dispuesta a plantear los siguientes enigmas, acompañada de un anciano de piel negra, barba blanca, elevada estatura y vestido a la usanza egipcia, ofreciendo todo el aspecto de un mago.

Reina de Saba: Es Tehrak, mi astrólogo. Si te pasó desapercibido en mi llegada, fue porque le gusta mezclarse con mis servidores para no llamar la atención. Él asumirá el papel de árbitro; de su boca saldrá el veredicto sobre la solución de los enigmas que me dispongo a proponerte. Oye el primer enigma que voy a plantearte:
“me encuentro sola en las selvas de mi país, la espesura es tan densa que he perdido el rumbo, hasta que rendida y agotada llego a un calvero. Me siento aliviada porque cerca hay un riachuelo; sin embargo al aproximarme a la orilla, me cierran el paso un leopardo de piel resplandeciente, que me mira con ojos asesinos, y una pantera blanca que ni siquiera me observa, ¿qué debo hacer? ¿y cuál de las dos terminará devorándome?”

Salomón sin detenerse a pensarlo, respondió de inmediato.

Rey Salomón: Esa espesura tan densa son tus dudas respecto a la religión que mantiene tu pueblo, pero en la que no crees. El calvero lo veo como mi ciudad de Jerusalén. El leopardo de mirada asesina es el dios pagano que te amenaza, porque en ningún momento te permitiría abandonarlo. La pantera blanca es Jehová, el Dios de Israel, al que consideras indiferente a tu suerte. El primero nunca podría devorarte, siempre que buscases la protección del segundo, Jehová, el Dios de Israel, con sincera fe.

La Reina de Saba miró a Tehrak, y éste movió la cabeza en señal de aprobación; dando por acertado la interpretación del primer enigma.
A continuación Belkis, la Reina de Saba tomó asiento, y sin separar sus ojos del rostro de Salomón, planteó el segundo enigma.

Reina de Saba: Siempre he estado orgullosa de los jardines de mi palacio, porque nunca han dejado de ofrecerme flores en todas las épocas del año. Pero una mañana descubrí una nueva flor. Deseos me asaltaron de preguntar cómo había podido crecer allí, cuando yo estaba bien informada de las semillas y las plantas que se cultivan en el jardín. Cogí la flor nueva, y cuando me disponía a oler más cerca la intensidad de su aroma embriagador, descubrí aterrorizada que se estaba marchitando en mis manos. Me alejé muy entristecida, y al volver horas después, pude comprobar que todo el jardín se había marchitado. ¿Puedes explicarme la causa de este daño?

Rey Salomón: Es muy sencillo ¡Oh reina! Te refieres a un suceso bastante reciente que sucedió en tu palacio. Una mañana descubriste que un siervo extranjero, muy atractivo y de modales corteses, se encontraba en tus aposentos. Te dispusiste a hablar con él, pero él te dio la espalda y antes de marcharse comenzó a insultarte y a proferir amenazas contra tu reino. A las pocas horas, te informaron que todos tus servidores se habían sublevado contra ti. Por fortuna tu guardia personal te continuaba siendo fiel y pudo detener la revuelta. En realidad si te hubieras fijado más en esos servidores que te rodeaban, hubieras evitado la sublevación.

El segundo enigma fue resuelto, y tras haber sido duramente probado, en su inteligencia, en su capacidad de análisis y reflexión y vistas todas sus facultades y sus obras, la reina de Saba le entregó a Salomón la “divina joya” convirtiéndose en el nuevo guardián del santo grial, y depositándose la sagrada reliquia en el templo de Jerusalén.

(Nota aclaratoria: El diálogo entre Salomón y la Reina de Saba experimenta variaciones según los autores)


1. Su padre, David. (1000-961 a. C.)

Fue rey de Judá e Israel, fundador de la dinastía de Judá. El Antiguo Testamento recoge numerosos relatos de sus hazañas, en especial los libros de Samuel, Reyes y Crónicas.

David era el hijo más joven de un pastor (Isaí), en su juventud cuidaba los rebaños de su padre. Adquirió fama por sus aptitudes musicales y por su valentía, que alcanzó visos legendarios por su enfrentamiento contra el gigante filisteo Goliat. A medida que crecía su reputación, fue convocado a la corte, donde Saúl, primer rey de Israel, le nombró su escudero. Tras cubrirse de gloria en las guerras contra los filisteos, desposo a Mikal, hija de Saúl, y se ganó la amistad de Jonatán, su cuñado. Sin embargo, su creciente popularidad despertó la envidia del monarca, quien le expulsó de la corte. Pasó el siguiente periodo de su vida en el exilio.

David regresó a su país natal tras la muerte de Saúl, Jonatán y otros dos de los cuatro hijos del rey en una batalla contra los filisteos. Fue coronado rey de Judá y luego fue ungido rey de Israel, aproximadamente el 993 a. C.

A partir de entonces derrotó en rápida sucesión a filisteos, moabitas, arameos, edomitas y ammonitas, consolidó con ello el estado nacional independiente de Israel y amplió enormemente sus dominios. Una de sus principales conquistas fue la de la fortaleza jebusea de Sión, a la que convirtió en núcleo de su ciudad capital, Jerusalén, a menudo llamada ciudad de David. Allí construyó su palacio e instaló, bajo un tabernáculo, el Arca de la Alianza, con lo que Jerusalén pasó a ser el centro religioso y político de los territorios unidos bajo su persona. Los últimos años del reinado de David estuvieron marcados por los problemas familiares, sobre todo por la disputa con el mayor de sus hijos sobrevivientes, Adonías, surgida tras haber designado a Salomón (su hijo con Betsabé) heredero del trono.

David fue un guerrero valiente y un líder notable. Mostró una devoción religiosa a toda prueba, de ahí que David sea el símbolo del coraje y de las aspiraciones de su pueblo, cuyos profetas le consideraron el modelo del Mesías prometido. La tradición le atribuye la autoría de 73 poemas de salmos.

2. Quién era Salomón. Su vida.

Rey de Israel que ocupó el trono entre los años 970 a 931 a. C. Era hijo del rey David y de su esposa predilecta Betsabé. El nombre de Salomón viene de "salom" que significa paz y salud, Salomón significa “el pacífico”. Dios había prometido a David que su posteridad reinaría después de él en Israel y que un hijo que le sucedería en el trono, construiría una casa en nombre del Señor.

Las intrigas de Adonías, hermano mayor de Salomón, precipitaron el advenimiento del hijo de Betsabé al trono de Israel y, Salomón fue ungido rey por el sacerdote Sadoc, en la fuente de Gihon. El pueblo lo aceptó con entusiasmo y Adonías imploró el perdón de su hermano, que le fue concedido en esta ocasión. Al poco tiempo volvieron las conspiraciones de Adonías, el sumo sacerdote Abiatar y Joab para arrebatarle el trono, Salomón actuó con energía y los conspiradores murieron o fueron expulsados. Salomón no era guerrero como su padre y su misión como gobernante consistió en mantener las conquistas y el prestigio de David, más con la habilidad y la diplomacia que con las armas. Contrajo matrimonio con la hija del rey de Egipto, asegurándose el apoyo de aquel monarca. Después de su boda organizó una gran manifestación religiosa en Gabaón , donde se hallaba emplazado transitoriamente el tabernáculo. Allí se le apareció Jehová una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y él pidió: da a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque, ¿quien podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Y agradó al Señor, y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia , he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. Y aún también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. Y si anduvieres en mis caminos guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días. Cuando Salomón despertó vio que era sueño; y vino a Jerusalén y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.

Y dio Salomón muestra de su sabiduría a todos los niveles (juzgó con acierto a su pueblo, embelleció las ciudades de su país, fortificó las ciudades fronterizas y estratégicas, mejoró el ejercito de Israel con el carro de combate, compuso 3.000 proverbios y sus cantares fueron 1.005 (fue el autor de los Proverbios , la Sabiduría y el Cantar de los Cantares ), y a nivel esotérico brilló como alquimista, mago e iniciado). La nota más saliente del reinado de Salomón fueron las construcciones que llevó a cabo, y la más importante fue la construcción de un templo a Jehová encargo dejado por su propio padre. Construyó además tres palacios: la casa del bosque Líbano, para reuniones oficiales, su vivienda en un segundo patio y otra habitación análoga para la hija del Faraón.

San Agustín dice de él: “Salomón tuvo la sabiduría en grado tan eminente, que de no haber caído, como cayó, dando con ello lugar a que se esperase al Cristo, habríase creído que se cumplía en él la promesa de Dios sobre la descendencia de David”.

La otra escena primordial de su vida, además de la construcción del Templo que lleva su nombre, fue su encuentro con la Reina de Saba, de estos dos aspectos hablaremos por separado un poco más adelante.

A nivel esotérico, nos dice Alice Bayley, el conocimiento hermético de Salomón personifica la sabiduría de la Tradición de todas las edades.
Según el Talmud, Salomón era experto en Kábala, tenía profundos conocimientos de Alquimia y de Alta Magia (conocía a fondo la Teurgia y también la Goecía), de gran valor son las famosas Conjuraciones de los cuatro y de los siete, su famosa Clavícula y su Invocación (donde se hacen palpables sus profundos conocimientos esotéricos). El historiador judío Flavio Josefo, hizo especial mención a los trabajos mágicos y dotes sobrenaturales de este rey. Todo esto se encuentra asimismo reflejado en muchas tradiciones orientales que subrayan, entre otras muchas, sus facultades mágicas, como se indica frecuentemente, por ejemplo, en Las Mil y Una Noches. Los alquimistas medievales estaban convencidos de que conocía los procesos secretos de Hermes Trismegisto y que gracias a ellos llegó, no sólo a multiplicar los metales, sino también a fabricar la piedra filosofal. Por otro lado, y de acuerdo con los antiguos rabinos, Salomón habría sido, paralelamente, un Iniciado de las escuelas mistéricas, siendo su templo un lugar de iniciación que, al parecer, contenía numerosos emblemas paganos y fálicos.

Por desgracia Salomón se cayó en su última época, en gran manera por su funesta tendencia hacia las mujeres. Se dice que ante esta clase de seducción fracasó toda su sabiduría. Al no dar oídos sino a su pasión, y no respetar la ley, que prohibía ciertas uniones con mujeres extranjeras que pervirtieron el corazón de Salomón al querer rendir culto a sus dioses. Salomón por complacerlas se lo permitía y llegó al extremo de hacer construir al Este de Jerusalén lugares de culto a aquellas falsas divinidades. El Maestro Samael nos dice:

“Cuenta la leyenda de los siglos que Salomón hijo de David, Rey de Sión, levantó un templo a Moloch en el Monte del Oprobio. Dicen los Siete Señores del Tiempo que posteriormente el viejo sabio dedicó a tal ángel caído un bosque sagrado en el dulce valle de Hinnom... Fecunda tierra perfumada que por tal fatal motivo cambiara desde entonces su nombre por el de Tofet y la negra Gehena, verdadero tipo del infierno... ¿ Y que diremos ahora de Azazel, glorioso Querubín, hombre extraordinario de la Tierra Antigua? ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! Cuanto dolor... Esta criatura tan excelente también cayó en la generación animal... ¡Qué terrible es la sed de la lujuria sexual! El castigo reservado a su conducta pecaminosa empezaría después de su muerte, por respeto a su padre David y por los grandes méritos contraídos por el mismo; pero el reino pasaría a otro que no era hijo suyo y éste no conservaría más que una tribu, y aún esto en consideración a David y a Jerusalén, a la que Jehová había escogido".

"Su real Ser era Azazel, que es un egrégor que prestó grandes servicios a la humanidad. El bodhisattva de Azazel está caído actualmente (septiembre del 58 ); pero es lógico que en un futuro próximo ese bodhisattva se levantará del barro de la tierra. Raphael, a pesar de no figurar entre los Veinte Egrégores de la Montaña del Juramento, está caído por estos tiempos y lucha por levantarse. Raphael también es un egrégor. Todos los ángeles de familia, nación, tribu, etc., son egrégores".

En el Glosario Teosófico de H. P. Blabatsky, página 184, encontramos lo siguiente: “Egrégores (del griego Egrégori). Eliphas Levi los denomina ‘los príncipes de las almas que son los espíritus de energía y acción’. Cualquier cosa que pueda o no significar, los ocultistas orientales describen a los egrégores como seres cuyos cuerpos y esencia son un tejido de la llamada luz astral. Son las sombras (o los bodhisattvas) de los espíritus planetarios superiores cuyos cuerpos son de la esencia de la Luz Divina Superior. En el Libro de Enoch, se ha dado dicho nombre a los ángeles que se casaron con las hijas de Seth y tuvieron por hijos a los gigantes."

3. El Templo de Jerusalén.

Fue el Templo destinado para guardar el Arca de la Alianza, y en su interior, el Santo Grial.

El Maestro Samael nos cuenta el origen y significado de este punto de luz:

“El Séptimo entre los Diez sublimes Patriarcas antediluvianos es, fuera de cualquier suposición, totalmente diferente a los seis que en el curso de los siglos le precedieron... (Adam, Set, Enos, Cainan, Malalel, Jared), así como de los tres que le sucedieron (Matusalem, Lamec, Noé). Empero, es claro, que lo que más nos asombra en todo esto, es el sagrado nombre de Henoch, que traducido significa: “Iniciado, dedicado, consagrado, Maestro”. El Génesis Hebráico asevera en forma muy solemne que Henoch no murió físicamente en realidad, sino que “caminó con Dios y desapareció porque lo llevó Dios”.

Antiquísimas tradiciones esotéricas que se pierden en la noche de los siglos, dicen claramente que, estando Henoch sobre la cumbre majestuosa del Monte Moria, tuvo un Samadhí clarividente, en el que su conciencia objetiva iluminada, fue arrebatada y llevada a los Nueve Cielos citados por el Dante en su Divina Comedia y en el último de los cuales (en el de Neptuno) encontró el Patriarca la palabra perdida (Su Propio Verbo, su Mónada particular Individual).

Posteriormente quiso aquel Gran Hierofante, expresar esta visión en un recuerdo permanente e imperecedero... Así dispuso categóricamente, y con gran sabiduría, que se hiciera debajo de ese mismo lugar bendito, un templo secreto y subterráneo, comprendiendo nueve bóvedas sucesivamente dispuestas una debajo de la otra, entre las vivientes entrañas del Monte... Su hijo Matusalem fue ciertamente el Arquitecto encargado material de tan extraordinario Sancta...

No se menciona el contenido y destino específico, definido, de cada una de estas bóvedas o cuevas mágicas, en comunicación una con otra mediante una escalera espiraloide...

La última de estas cavernas es, sin embargo, la que absorbe toda la importancia oculta, de manera que las anteriores sólo constituyen la vía secreta indispensable, mediante la cual se llega a aquella en lo más profundo de la montaña...

En esa última, el “Penetral” o “Sancta” más íntimo, en el que el Patriarca Henoch depositara su más rico tesoro esotérico...
El “Vellocino de Oro de los antiguos”, el Tesoro Inefable e imperecedero que buscamos, no se encuentra nunca, pues, en la superficie, sino que tenemos que escarbar, cavar, buscar entre las entrañas de la Tierra, hasta encontrarlo...

Descendiendo valerosamente a las entrañas o Infiernos del Monte de la Revelación, encuentra el Iniciado el místico tesoro –su Mónada Divina- que para él conserva a través de los incontables siglos que nos precedieron en el curso de la Historia...

En el Capítulo II del Apocalipsis de San Juan, todavía podemos leer lo siguiente: ‘Al que venciere daré a comer del Maná oculto, y le daré una piedra blanca, y en la piedra un nuevo nombre escrito, el cual no conoce sino aquél que lo recibe’.

4. Construcción del Templo.

Se nos dice que aquellos que tenemos inquietudes debemos tratar de comprender los mensajes que nos llegan desde los albores de los tiempos y desde lo más profundo del universo interior, grabados en las piedras y codificado en la estructura de los templos: la sabiduría universal. Por ejemplo, en Mesopotámia estas edificaciones pretendían ser la réplica del templo celestial, una contrapartida terrenal de la morada divina del Dios. Y como tales, constituían un vínculo entre el Cielo y la Tierra. Por eso debían erigirse exactamente en el mismo lugar, de acuerdo con el mismo plan e idénticos ornamentos que el templo anterior, que a su vez había sido réplica exacta de otra construcción aún más antigua que los propios dioses habían levantado, al crear un mundo, antes de que existieran los seres humanos.

De ahí que en la tradición de los constructores jamás se excluyera un elemento antiguo.

En el Libro 1º de Crónicas, el Rey David declaraba: “ Oídme, hermanos míos y pueblo mío: había decidido en mi corazón edificar una casa donde descansase el Arca de la Alianza de Jehová y sirviese de escabel a los pies de nuestro Dios. Ya había hecho yo preparativos para la construcción, pero Dios me dijo: ‘No edificarás tú la Casa a mi nombre, pues eres hombre de guerra y has derramado sangre. Tu hijo Salomón edificará mi Casa y mis atrios, porque le he escogido a él por hijo mío y yo seré para él, padre’.”

Se construyó sobre el monte Moriah (el lugar donde Abraham fue a sacrificar a Isaac, es muy probable que dicho sacrificio tuviera lugar en el lugar que siglos más tarde paso a llamarse “la Roca”, en torno a la cual se levantó la octogonal Cúpula de la Roca, considerada en la Edad Media como la Casa Madre de los Templarios (también llamada capilla de San Juan), y que posteriormente, durante el dominio musulmán, se convirtió en la mezquita de El Aksa (para el Islam es sobre esta roca desde donde Mahoma subió a los Cielos); en ella también fue levantado el Altar de los Holocaustos del Templo de Jerusalén, a la misma altura que el Mar de Bronce, pero en la esquina nordeste. Se trata por tanto de un lugar impregnado de sacralidad, de igual importancia para las tres tradiciones monoteístas. “Se dice que Moriah se divide en dos partes: la primera, "mor", significa “destrucción de las formas” corporales aparentes, e "iah", significa “visión del Creador”. Cuando Salomón quiso alzar el templo, pidió ayuda al rey de Tiro, Hiram, ya que tal edificación requería un arquitecto experimentado en las técnicas y conocedor de la doctrina secreta de los números y de las formas. De ahí que el monarca enviara a Hiram Abiff el fundidor para que se hiciera cargo de la sagrada obra. Fue hecho con gran esplendor hacia el año 960 a.C., al menos en su forma primitiva, se gastaron en su construcción inmensos recursos, y fue el edificio más bello y esbelto de todo el mundo, en aquellos tiempos, ¡la gloria de Israel!, haciendo de Jerusalén el centro del mundo conocido, a donde todos acudían para ver el Templo y la sabiduría de Salomón (fue construido como el Tabernáculo, pero con todas las dimensiones dobles). Desde Fenicia se le proporcionó madera de cedro y de ciprés y se le enviaron trabajadores especializados (canteros y carpinteros). Su construcción tardó siete años.

5. Forma y descripción del Templo.

Era una construcción separada en tres partes:

1) La primera parte del templo (Ulám o Pórtico) donde estaba el altar o “Mar de Bronce” encima de diez sedes, baños y un conjunto de depósitos. Era un lugar de tránsito por donde se accedía a la siguiente división.

2) El templo principal (Hecal o “Santo”), cuya forma era enteramente rectangular, simbolizando el conjunto del mundo terrestre. En el centro se encontraba como elemento principal el Altar de los Perfumes, o del Incienso, cuya oblación representaba uno de los ritos más importantes de los realizados en el Templo. Dentro se encontraban diez candeleros de oro, con el altar de oro. Enfrente de dicho altar se hallaba:

3) El “Santo de los Santos” (Debir), la cámara más interna y sagrada del Tabernáculo, razón por la cual simbolizaba al mundo celeste, en el centro era depositada el “Arca de la Alianza”, custodiada por las estatuas de dos querubines alados, y en cuyo interior eran guardadas las Tablas de la Torah (de la Sabiduría), testimonio vivo y permanente de la “alianza” entre Dios y el pueblo de Israel. En el Arca del Testamento, además de las Tablas con los Diez Mandamientos, también están la cisterna con el Maná y la vara de Aarón florecida.

El Debir tenía una forma cúbica perfecta, pues tanto su ancho, largo y alto medían exactamente veinte codos cada uno. Esa misma forma cúbica es la que San Juan en el Apocalipsis describe como la de la Jerusalén Celeste, a la que el Debir (y por extensión todo el Templo de Jerusalén) ciertamente simboliza.

El Debir era el lugar de manifestación de Shekinah, la “presencia real” de la divinidad. En Crónicas II dice: “Yo elijo y santifico esta casa para que en ella sea invocado mi nombre, y la tendré siempre ante mis ojos y en mi corazón”.

El Templo de Jerusalén estaba orientado mirando al Este desde el Debir, que se hallaba situado, por tanto, en el Oeste. Desde allí se podía contemplar el "elevarse del sol".

A uno y otro lado del Pórtico de entrada, en el exterior del Templo, se alzaban las columnas llamadas Jakin y Boaz, las cuales evocaban seguramente a aquellas otras que, según las leyendas masónicas, sobrevivieron al diluvio y en las que fueron grabadas todas las ciencias referidas al conocimiento y al saber tradicional heredado de la Humanidad primigenia.

El “Mar de Bronce”, que estaba situado en la esquina sudeste del atrio, cerca de la entrada del Templo, también se encuadraba dentro de un simbolismo cósmico, con él, se quería representar el “Océano celeste” (las “Aguas superiores”), ya que estaba repleto de agua hasta sus bordes, y su forma era enteramente redonda, como el Cielo. En Crónicas II nos relata que se usaba para las abluciones de los sacerdotes. Estaba soportado por cuatro grupo de tres toros cada uno también de bronce, que en total suman doce número de las constelaciones y signos zodiacales. Cada uno de esos grupos estaba orientado según los cuatro puntos cardinales, disposición que recuerda la situación que ocupaban las doce tribus de Israel en el campamento hebreo, las que también se correspondían con los signos zodiacales y los meses del año.

Se dice que el Templo de Jerusalén expresa arquitectónicamente las mismas nupcias que el Cantar de los Cantares (entre el Alma y el Espíritu), en este caso, entre la Tierra y el Cielo, pues su construcción se realizó conforme al modelo cósmico, según el cual el mundo terrestre aparece como el reflejo del mundo celeste, y en íntima comunicación con él. Geométricamente esa unión se expresa mediante dos triángulos entrelazados, figura conocida como “Sello de Salomón” o “Estrella de David”. El rey sabio no hablaba sino de lo que acontece en el corazón del hombre (sede simbólica de su templo interior) cuando este se reconoce a sí mismo en lo universal.

Dice la Biblia al respecto en Crónicas II:

Estas son las medidas que dio Salomón a los cimientos de la Casa de Dios. La primera, la longitud, de sesenta codos, y la anchura de veinte codos. El pórtico que estaba al frente del edificio era de veinte codos de largo, igual al ancho de la casa, y su altura de ciento veinte codos; y lo cubrió por dentro de oro puro. Y techó el cuerpo mayor del edificio con madera de ciprés, la cual cubrió de oro fino, e hizo realzar en ella palmeras y cadenas. Cubrió también la casa de piedras preciosas para ornamento; y el oro era oro de Parvaim. Así que cubrió la casa, sus vigas, sus umbrales, sus paredes y sus puertas con oro y esculpió querubines en las paredes. Hizo asimismo el lugar santísimo, cuya longitud era de veinte codos según el ancho del frente de la casa, y su anchura de veinte codos; y lo cubrió de oro fino que ascendía a seiscientos talentos. Y el peso de los clavos era de uno hasta cincuenta siclos de oro. Cubrió también de oro los aposentos. Y dentro del lugar santísimo hizo dos querubines de madera, los cuales fueron cubiertos de oro. La longitud de las alas de los querubines era de veinte codos; porque un ala era de cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa, y la otra de cinco codos, la cual tocaba el ala del otro querubín. De la misma manera un ala del otro querubín era de cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa, y la otra era de cinco codos, que tocaba el ala del otro querubín. Estos querubines tenían las alas extendidas por veinte codos, y estaban en pie con los rostros hacia la casa. Hizo también el velo de azul, púrpura, carmesí y lino, e hizo realzar querubines en él.

Delante de la casa hizo dos columnas de treinta y cinco codos de altura cada una, con sus capiteles encima, de cinco codos. Hizo asimismo cadenas en el santuario, y las puso sobre los capiteles de las columnas; e hizo cien granadas, las cuales puso en las cadenas. Y colocó las columnas delante del templo, una a la mano derecha, y otra a la izquierda; y a la de la mano derecha llamó Jakin, y a la de la izquierda, Bohaz.

Hizo además un altar de bronce de veinte codos de longitud, veinte codos de anchura, y diez codos de altura. También hizo un mar de fundición, el cual tenía diez codos de un borde al otro, enteramente redondo; su altura era de cinco codos, y un cordón de treinta codos de largo lo ceñía alrededor. Y debajo del mar había figuras de calabazas que lo circundaban, diez en cada codo alrededor; eran dos hileras de calabaza fundidas juntamente con el mar. Estaba asentado sobre doce bueyes, tres de los cuales miraban al norte, tres al occidente, tres al sur y tres al oriente; y el mar descansaba sobre ellos, y las ancas de ellos estaban hacia adentro. Y tenía de grueso un palmo menor, y el borde tenía la forma del borde de un cáliz, o de una flor de lis. Y le cabrían tres mil batos. Hizo también diez fuentes, y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda, para lavar y limpiar en ellas lo que se ofrecía en holocausto; pero el mar era para que los sacerdotes se lavaran en él. Hizo asimismo diez candeleros de oro según su forma, los cuales puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. Además hizo diez mesas y las puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda; igualmente hizo cien tazones de oro. También hizo el atrio de los sacerdotes, y el gran atrio, y las portadas del atrio, y cubrió de bronce las puertas de ellas. Y colocó el mar al lado derecho, hacia el sureste de la casa. Hiram hizo calderos, y palas y tazones; y acabó Hiram la obra que hacía al Rey Salomón para la casa de Dios. Dos columnas, y los cordones, los capiteles sobre las cabezas de las dos columnas, y dos redes para cubrir las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las columnas; cuatrocientas granadas en las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para que cubriesen las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las columnas. Hizo también las basas, sobre las cuales colocó las fuentes; un mar, y los doce bueyes debajo de él; y calderos, palas y garfios; de bronce muy fino hizo todos sus enseres Hiram-Abif al Rey Salomón para la casa de Jehová. Los fundió el rey en los llanos del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Seredata. Y Salomón hizo todos estos enseres en número tan grande, que no pudo saberse el peso del bronce. Así hizo Salomón todos los utensilios para la casa de Dios y el altar de oro, y las mesas sobre las cuales se ponían los panes de la proposición; asimismo los candeleros y sus lámparas, de oro puro, para que las encendiesen delante del lugar santísimo conforme a la ordenanza. Las flores, lamparillas y tenazas se hicieron de oro, de oro finísimo; también las despabiladeras, los lebrillos, las cucharas y los incensarios eran de oro puro. Y de oro también la entrada de la casa, sus puertas interiores para el lugar santísimo, y las puertas de la casa del templo. Acabada toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová, metió Salomón las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los utensilios, en los tesoros de la casa de Dios...

Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel, y los levitas tomaron el arca; y llevaron el arca, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios del santuario que estaban en el tabernáculo; los sacerdotes y los levitas los llevaron...Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines..."

Se creía que el Templo de Jerusalén unía el Cielo y la Tierra y que los ritos que allí se desarrollaban reforzaban esta asociación; por tanto, cualquier desviación en el servicio del templo podía tener consecuencias catastróficas.

En el 587-586 a. C. fue arrasado hasta los cimientos por Nabucodonosor. Restaurado alrededor del 500 a. C. por Zorobabel, fue nuevamente destruido, para ser reconstruido una vez más por Herodes “El Grande”, no mucho antes del nacimiento de Jesús. El tercer templo fue abatido finalmente por los romanos en el año 70 d. C., ocupando en la actualidad su antiguo lugar la mezquita de la Cúpula de la Roca, en la Explanada del Templo. En el 638 D.C. Jacifis Omar dominó Jerusalén. A la hora de la oración de los mahometanos, salió al patio del templo y se arrodilló hacia la Meca.

La Piedra de la Fundación, como en las construcciones mesopotámicas, es el centro exacto del Cosmos, el eje o polo, y fue sobre esta Piedra donde estuvo Jehová cuando creó el mundo; de esta Piedra surgió por primera vez la Luz, Luz que iluminaba el Templo, que fue construido sobre la Piedra. De la superficie de esta Piedra se obtuvo, rascando, polvo para crear a Adán; bajo esta Piedra está enterrado Adán; en esta Piedra ofreció Adán el primer sacrificio; de esta Piedra vinieron las aguas del diluvio y bajo esta Piedra perecieron.

La sabiduría que el Rey Salomón plasmó en la construcción del Templo parece estar más allá de las mediciones y de los cálculos matemáticos. Probablemente los que más se han acercado a esa fuente que inspiró a Salomón hayan sido los masones, cuyos rituales dejan entrever un conocimiento esotérico milenario comparable al que configuró el Templo. Como ilustración de esta herencia espiritual tenemos los pilares de la masonería Jakim y Bohaz, que corresponden a los pilares del mismo nombre que sostenían al pórtico del Templo de Salomón y que Hiram-Abiff había hecho forjar en bronce.

Samael Aun Weor dice: "En el supremo instante del éxtasis, nosotros los hermanos, hemos entrado por las puertas del templo de Jerusalén. En este valle de amarguras sólo queda el muro de las lamentaciones. Sin embargo, el templo todavía existe en los Mundos Superiores. Nosotros nos paseamos llenos de dolor por sus patios y por sus corredores. Contemplamos sus olímpicas columnas con sus hermosos capiteles, y sus cámaras, y sus vasos de oro y de plata, y sus púrpuras, y sus reclinatorios. En el Sanctum Sanctorum del templo ya no resplandece la gloria del Señor Jehová. El santuario ha sido asolado. El santuario ha sido profanado. Ya no está allí el Arca de la Ciencia, con sus sagrados querubines acoplados, terriblemente divinos. Ahora sólo vemos, dentro del Sanctum Sanctorum del templo, al Señor de las Angustias.

Allí está su imagen sagrada. Imagen que tiene vida. Allí está la imagen del Adorable y los judíos se ríen de Él, y dicen: “Ese es el que soñó ser el Mesías prometido y nosotros no creemos en él”. Todos se ríen. El santuario ha sido profanado; el velo del templo se rasgó porque el Santuario ya había sido profanado. Al matar al Cristo se profanó el santuario. Nosotros los Hermanos del Templo, nos paseamos por el interior de él. El patio de los sacerdotes estaba lleno de deportistas y mercaderes. En esto terminó el sagrado templo de Jerusalén. La humanidad crucificó al Cristo y firmó, con sangre inocente, su propia sentencia de muerte.

La misericordia infinita nos concedió, sin embargo, un poco de tiempo más para que nos definiéramos por Cristo o por Jahvé, por la Logia Blanca o por la Negra.

Merecíamos todos haber sido destruidos por el espantoso y horrible sacrilegio. El Cristo asesinado, y el santuario profanado. Empero, la misericordia infinita nos dio un poco de tiempo más, para que estudiáramos la doctrina del Cristo y eligiéramos el camino".

6. El Constructor: Hiram Abif

La Biblia nos dice: “Y envió el Rey Salomón, e hizo venir de Tiro a Hiram, hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro; e Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce. Este, pues, vino al Rey Salomón, e hizo toda su obra.” Y en Crónicas II dice: “Yo, pues, te he enviado un hombre hábil y entendido, Hiram-Abif, hijo de una mujer de las hijas de Dan, más su padre fue de Tiro; el cual sabe trabajar en oro, plata, bronce y hierro, en piedra y en madera, en púrpura y en azul, en lino y en carmesí; asimismo sabe esculpir toda clase de figuras, y sacar toda forma de diseño que se le pida, con tus hombres peritos, y con los de mi señor David tu padre”.

El Maestro Samael nos explica: “Hiram Abif es el Maestro Secreto, el Tercer Logos (Shiva), el primogénito de la Creación, nuestro Real Ser Interior Divino, nuestra Mónada verdadera e individual. Necesitamos resucitarla porque está muerta dentro de nosotros, aunque esté viva para los mundos inefables.

Ciertamente todos asesinamos a Hiram (el Dios Mercurio, nuestra Mónada), cuando comimos de la fruta prohibida en el Jardín del Edem... Por eso se nos advirtió: “si comiereis de esa fruta moriréis”.
Los tres espíritus inmundos a manera de ranas de los que habla el Apocalipsis en su capítulo 16, constituyen el yo psicológico de todo ser humano. Estos son Coré, Dathan y Abirám. Estos son los tres traidores. Estos son los tres rebeldes que llevamos dentro. El primero es el rebelde a la Naturaleza. El segundo, es el rebelde a la Divina Ciencia. El tercero, es el rebelde a la Verdad.

El primero es el demonio del deseo; el segundo es el demonio de la mente; el tercero es el demonio de la mala voluntad. El primero está metido dentro del cuerpo astral. El segundo está metido dentro del cuerpo mental. El tercero está metido dentro del cuerpo de la voluntad (cuerpo causal).

Todos los tres son el dragón negro de las tres cabezas. Estos son Sebal, Hortelut y Stokin, los tres traidores de Hiram Abif. Estos tres espíritus inmundos, son el yo, el ego, el mí mismo. Estos tres espíritus inmundos hacen señales: bombas H, aviones, cohetes, maravillas mecánicas para engañar a las gentes, y congregarlos para la batalla. Estos tres espíritus inmundos inventan la teoría materialista: el materialismo dialéctico, el materialismo histórico, etc.

Estos tres espíritus inmundos son eruditos en ciencia materialista, y se ríen de todo lo que tenga sabor espiritual. Estos tres demonios hacen maravillas en la Química, en la Física, en la Medicina, y engañan a las gentes con milagros y prodigios falsos.

En el cristianismo estos tres traidores son Judas, Pilatos y Caifás. Judas es el primero, aquel que vende al Cristo Secreto por treinta monedas de plata. Pilatos es el segundo; siempre se lava las manos y se declara inocente, nunca se reconoce culpable. Caifás es el tercero; jamás hace la voluntad del Padre; aborreció al Señor y todavía le sigue aborreciendo.

Escrito está con carbones de fuego ardiente en el libro maravilloso de todos los esplendores, que estos son los tres traidores que asesinaron a Hiram o mejor dijéramos Chiram-Osiris, el Dios íntimo de todo hombre que viene al mundo.

Debemos buscar con ansia infinita, dentro de nosotros mismos, a estos tres asesinos del Maestro secreto, hasta que al fin un día cualquiera, no importa la fecha, ni el día, ni la hora, podamos exclamar con todas las fuerzas de nuestra alma: ¡El Rey ha muerto, viva el Rey!

Capturar, aprehender, captar en forma íntegra, unitotal, la honda significación de los nueve Maestros que se fueron en busca de Hiram y de sus asesinos, es urgente, inaplazable.

Incuestionablemente ninguno de los nueve Maestros se fue por las regiones del Norte, sino que inteligentemente ordenados en tres grupos de a tres, se repartieron respectivamente al Oriente, al Mediodía y al Occidente. Ostensiblemente fueron estos últimos los que lograron descubrir la tumba y los asesinos.

Esta simbólica peregrinación esotérica de los nueve Maestros, se refiere específicamente en consecuencia, al peregrinaje individual que todo Iniciado tiene que efectuar en “La Segunda Montaña”, pasando por nueve etapas o grados sucesivos totalmente enumerados y definidos en las nueve esferas: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno.

Podemos y hasta debemos emitir el siguiente enunciado: “Sólo mediante estas romerías íntimas de esfera en esfera, estaremos en condiciones de vivificar y hacer resurgir en y dentro de cada uno de nos al Maestro Secreto, Hiram, Shiva, el esposo de nuestra Divina Madre Kundalini, el Archihierofante y el Archimago, la Mónada particular individual, nuestro Ser Real...

Una cosa es ser Maestro y otra, por cierto muy diferente, alcanzar la perfección en la Maestría.”

La leyenda nos dice que murió a manos de unos compañeros celosos a quienes había negado la divulgación de determinados secretos. Como consecuencia de la desaparición de Hiram, Salomón envió a nueve maestros en su busca. Nueve maestros, como los nueve primeros templarios, en busca del arquitecto de los secretos.

La Reina de Saba lleva el Grial a Salomón y antes de entregárselo, le pone a prueba. Oyendo la Reina de Saba la fama de Salomón, vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias aromáticas, oro en abundancia y piedras preciosas, para probar a Salomón con preguntas difíciles. Y luego que vino a Salomón, habló con él todo lo que en su corazón tenía. Pero Salomón le respondió a todas sus preguntas, y nada hubo que Salomón no le contestase. Y viendo la Reina de Saba la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, y las viandas de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado de sus criados y los vestidos de ellos, sus maestresalas y sus vestidos, y la escalinata por donde subía a la casa de Jehová, se quedó asombrada.

Y dijo al rey: Verdad es lo que había oído en mi tierra acerca de tus cosas y de tu sabiduría; pero yo no creía las palabras de ellos hasta que he venido, y mis ojos han visto; y he aquí que ni aun la mitad de la grandeza de tu sabiduría me había sido dicha; porque tu superas la fama que yo había oído.

Bienaventurados tus hombres, dichosos estos tus siervos, que están continuamente delante de ti, y oyen tu sabiduría. Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia.

La leyenda nos dice que: “La Reina de Saba le envió a Salomón un león de jade del tamaño de un huevo de avestruz que contenía un mensaje oculto tras un jeroglífico, debía el rey extraer el pergamino sin romper la figura y descifrar el jeroglífico.

El rey manipuló la figurita de león durante mucho tiempo hasta descubrir el secreto del casi imperceptible mecanismo de rosca que permitía desencajar la estatuilla. El mensaje apareció dibujado en un papiro. El rey poeta, famoso por su mente incisiva y rápida y con una inteligencia aguzada, descifró fácilmente las imágenes. Salomón le había entregado su respuesta al jeroglífico de la Perla, encerrada en un cofre de cedro en cuya tapa figuraba, esculpido directamente sobre la madera, el Templo de Jerusalén. Para abrir este cofre, advertía Salomón, era conveniente aserrar la base de la figurita. La reina leyó de un tirón la hermosa misiva en la cual se encuentran las siguientes palabras: “tú, tan poderosa en riquezas como un torrente de oro puro, lloras tu soledad a la sombra del fúnebre ciprés, tu corazón está oprimido por la tristeza como bajo una roca implacable. Pero las estrellas, una noche, te hablaron, te relataron fielmente la grandeza del reino de Salomón, de su espíritu avezado en el estudio de los pergaminos, incluso de los más abstractos. También te describieron la justicia y la prudencia salomónicas famosas en todo el universo, y así ambicionas conocer a Salomón, comprobar su sabiduría y sagacidad. ¿Deseas un mensaje? Helo aquí, invitándote a surcar los mares hacia Judea, ¡oh Makeda! He resuelto el enigma...”

El Maestro Samael nos confirma: “Ese cáliz lo tuvo la Reina de Saba, y ella se lo trajo a Salomón, pero antes de entregarle el cáliz, lo sometió a tremendas pruebas.

Salomón, en todas las pruebas, salió bien. La última prueba fue la definitiva: traía la Reina de Saba a veinticinco jóvenes de ambos sexos, varones y hembras, vestidos en forma igual, tanto las hembras como los varones, todos arreglados en la misma manera y con la misma moda. Los varones tuvieron el cuidado de rasurarse muy bien y hasta iban ligeramente pintados, de manera que no se sabía si eran hombres o eran mujeres. El Rey Salomón tenía que decir quiénes eran hombres y quiénes eran mujeres (ese era el problema que le planteó la Reina de Saba) pero Salomón Rey era muy sabio, les hizo a todos lavarse las manos, él conoció quienes eran hombres y quienes eran mujeres. Cada cual se lavó sus manos a su modo; entonces él decía: “Este es hombre, este es mujer”. Total, salió muy bien en la prueba y le entregó la Reina de Saba el Santo Grial.”

La Reliquia Sagrada, el Santo Grial, en aquella época, llegó a manos de ese gran Maestro que fue Salomón, por méritos propios, y esa joya, símbolo de la Sagrada Alquimia, se guardó en el Arca de la Alianza, y ésta se depositó en el Santo de los Santos del Templo de Jerusalén.
Que Él siempre nos guíe y nos proteja a todos.

L. C. F. (España)


LOS GUARDIANES DEL SANTO GRIAL

LOS GUARDIANES DEL SANTO GRIAL

Las diferentes leyendas del Grial no se ponen de acuerdo respecto al tiempo que José de Arimatea permaneció en la cárcel, algunos dicen que fue liberado en breve espacio de tiempo, otros como Robert de Borón habla de 42 años encarcelado, pero el V.M. Samael Aun Weor, aunque no determina el número preciso de años, nos dice que estuvo en prisión por largo tiempo.

Prosigue diciéndonos que ya una vez libre José de Arimatea, recogió las Sagradas Reliquias y se fue a Roma en busca de cristianos, pero desgraciadamente allí se encontró la persecución de Nerón contra los gnósticos, y no le quedó más remedio que proseguir su viaje por las regiones del mediterráneo.

Narran las leyendas que bajo el acoso de los romanos, José junto con su hermana, su cuñado Bron y unos cuantos seguidores llegaron a la isla de Bretaña.

Durante este peregrinar predicando el evangelio de Cristo, muchas fueron las dificultades que pasaron. Es entonces cuando José de Arimatea cansado y abatido se dirige al Cáliz para pedirle consejo.

Se oyó la voz del Espíritu Santo diciéndole que él era inocente, pero que debía encontrar y apartar de la comunidad a todos aquellos que estaban haciendo daño, y para ello era necesario que dispusiera una mesa en recuerdo de la última cena de Jesús, que colocara un paño sobre ella, y en el centro pusiera el Grial y al lado un pez; el primer pez que su cuñado Bron pescase en el río.

La voz prosiguió diciendo:

“Acto seguido siéntate en mi lugar, tal como yo me senté en la cena, y Bron debe sentarse a tu derecha. Entonces comprobarás que se aleja de ti, de manera que queda un sitio vacío entre vosotros. Este sitio simboliza el lugar que judas abandonó cuando me había traicionado. Nadie ocupará ese lugar hasta que lo haga el hijo del hijo de Bron.”

José de Arimatea convocó a esta mesa de doce asientos al pueblo que le seguía; una parte ocupó los asientos, y la mayor parte quedó fuera.

Los que estaban sentados a la mesa sintieron una dulzura indescriptible que inundó sus corazones. El resto tras ser interrogados por Petrus, uno de los que ocupaba la mesa, sobre que era lo que habían sentido, respondieron: "No hemos sentido nada, y además nos fue imposible acercarnos a la mesa". Petrus dijo: "Esta es la prueba de que vosotros sois los culpables de la carestía que padecemos. Este recipiente nos separa a unos de otros, puesto que no tolera a ningún pecador en su proximidad, tal como habéis experimentado vosotros mismos. Si queréis darle un nombre llamadle "Grial de dulce ambrosía", porque aquellos que pueden permanecer en su presencia se encuentran tan a gusto, reconfortados y llenos de alegría que se sienten como un pez que es devuelto al agua por la mano que lo ha pescado".

A partir de ese día, tras ser retirados los impuros, los demás volvieron todos los días y a la misma hora a esta celebración que llamaron “la celebración del Grial”.

Todos los hijos de Bron se casaron, excepto el doceavo llamado Alain Li Gros, al que José de Arimatea instruyó y le mostró el Grial, anunciándole que una voz divina le había comunicado que algún día tendría un heredero al que le sería entregado el Sagrado Cáliz.

Después Alain marchó con un grupo de gente a otras regiones anunciando el Evangelio. A Petrus se le encomendó llegar a Avallon “la isla blanca”, pero antes permaneció un tiempo junto a José para ser instruido acerca del Grial, y pudo ser testigo de la entrega de dicho recipiente a Bron.

Ciertamente José de Arimatea hizo entrega de tan sagrada reliquia a su cuñado Bron, convirtiéndose en el nuevo guardián del Grial, y comunicándole sólo a él las palabras secretas que Jesús le enseñó en la cárcel, “el secreto del Grial”.

Todos los que escuchen hablar sobre él le llamaran el “rico pescador” a causa del pez que pescó. Así debe de ser, y como el mundo se encamina hacia la ruina, esta gente también ha de dirigirse hacia el Oeste. Cuando el rico pescador haya recibido el Grial, entonces deberá esperar al hijo de su hijo al que le entregará el recipiente y le aconsejará. Cuando haya llegado el momento de que aquel lo tome, entonces se conocerá entre vosotros el significado de la Trinidad. Pero tú José cuando hayas hecho esto, te despedirás del mundo y te dirigirás hacia la Alegría Eterna. Hasta aquí lo que narran las leyendas.

El V.M. Samael Aun Weor, nos concreta el verdadero destino histórico de José, la Lanza y el Grial, explicando que según las viejas escrituras, una noche en sueños fue visitado el viejo senador por un ángel, quien le dijo: "Este vaso tiene un poder magnético muy grande, pues en él está contenida la sangre del redentor del mundo, entiérrala allá". Entonces aquél anciano vio el templo de Montserrat, en Cataluña, España. José de Arimatea concluyó su terrible misión guardando en tal templo estas arcaicas reliquias.

Lo que sucedió después, los Iniciados lo saben: hoy el castillo de Montsalvat, en el cual está el templo y parte de la montaña de Montserrat, entraron en estado de jinas, se ocultaron a la vista de los profanos. Pero antes, según el Maestro Huiracocha, el Grial (en poder de José de Arimatea) estuvo depositado en varios lugares, y sobre todo pasó con él dos veces por España, quedando guardado temporalmente en dos de sus templos iniciáticos. Y prosigue diciendo que según se lee en tradiciones y apuntes esotéricos recogidos en Irlanda, donde tocó primeramente fue en Galicia. Allí fue recogido en una montaña en la que todavía se guarda un cáliz sagrado, cuya existencia muy pocos conocen.

Luego vino a parar a la Sierra de Aracena, en la provincia de Huelva, ocultándose en una cueva donde existía un templo iniciático cuyo plano se dice que ha sido encontrado entre los manuscritos del insigne Arias Montano.

Hoy, el verdadero Grial, el Cáliz Sagrado está en Montserrat, y puesto bajo celosa custodia de una fraternidad secreta, ¿quién es esa misteriosa fraternidad que lo custodia?

1. Silencio de la Iglesia Romana hacia las leyendas del Grial.

Los historiadores calculan que desde que se escribió el primer poema sobre el Grial, hasta la última novela transcurrieron unos 150 años, y a pesar de todas las múltiples leyendas existentes en la Edad Media, y de lo populares que se hicieron, llama la atención que dentro de la literatura considerada “religiosa” no aparece el nombre de Grial, a excepción de una crónica, y esto se debe a que la Iglesia Católica mantuvo un silencio absoluto sobre dicho tema.

Esta crónica fue escrita por un monje de Froidmont a finales del siglo XII, llamado Helinando, que realizó una de las versiones más “cristianizadas” de la leyenda.

Igualmente pasó con la obra de “Perlesvaus”, escrita entre 1192 y 1225, basada en la obra “José de Arimatea” de Robert de Borón, pero todavía más cristianizada. Es una obra anónima, aunque se piensa que fue escrita por un monje de la abadía de Glastonbury e incluso algunos historiadores dicen que su autor pudiera ser un caballero templario.
El Grial es el símbolo más emblemático de la cristiandad, porque es donde Jesús instituyó la Eucaristía en la Última Cena. Entonces, ¿a qué se debió ese silencio por parte de la Iglesia Católica?

Muchos y variados fueron los motivos de esta ignorancia:

a) Las leyendas contenían muchos elementos esotéricos e incluso algunos autores reconocen que las leyendas griálicas son, en rigor, auténticos textos gnósticos y se sabe que algunas de las fuentes de donde provenían no eran de libros canónicos, sino de libros apócrifos.

b) En la Edad Media la mujer era considerada como un ser inferior y como un animal de “placer y trabajo”. De pronto aparecieron los trovadores hablando maravillas sobre la mujer, surgieron las leyendas del Grial diciendo que el objeto sagrado, el Santo Grial, era guardado o portado por doncellas y siempre lo transportaba una joven, virgen y pura, que no tuviera ninguna mácula. ¿Cómo era posible que se designara a las mujeres un papel tan destacado, propio solamente de los hombres, en concreto de los sacerdotes?

c) El Vaso Sagrado con la sangre de Cristo contenida en él, siempre se asocia con la “Institución de la Eucaristia”, sin embargo sorprende que en las leyendas, lo que llamaban la “Celebración del Grial” no iba acompañado de ninguna comunión, sino que sólo se habla de una “acción de la gracia del Grial” que se irradia a todos los presentes en dicho acto.

En las leyendas de Grial también se habla de las palabras secretas que el Cristo reveló a José de Arimatea y que constituyen lo que se conoce como “el Secreto del Grial”. En principio pudiera pensarse que dichas palabras se tratan de las que se pronuncian en la eucaristía para producirse el milagro de la Transubstanciación. Sin embargo al estudiar detenidamente las leyendas se aprecia que en el acto de la celebración del Grial, no se está narrando una auténtica Eucaristía.
Existió por tanto una comunicación secreta. Le fue entregado a José de Arimatea un “secreto” relacionado con el Grial que no tenía nada que ver con la Eucaristía. ¿Qué enigmático y misterioso secreto sería este, del cual no participó la Iglesia Católica?

Incluso en la leyenda de Robert de Borón, se cuenta que sólo el Rey del Grial es el único que conoce ese secreto, y el encargado de comunicárselo a su sucesor, junto con la entrega del Grial, convirtiéndose esto en una tradición.

d) Es muy posible que a la Iglesia Católica también le desagradase la omisión o negación de su autoridad "salvífica" y el de la “sucesión apostólica”. Según la doctrina católica, el Papa es el sucesor espiritual directo del apóstol San Pedro, nombrado por Jesús como cabeza visible de la Iglesia. Nadie, que no sea sucesor de Pedro y de sus sacerdotes, puede celebrar misas.

La idea de la “sucesión apostólica” es la idea central de la fe católica. Sin embargo en los romances del Grial, no es a Pedro, sino a José de Arimatea al que Jesús entrega la copa en la que bebió en la Última Cena y le nombra guardián del Grial. Para la Iglesia Católica esto sería una herejía, porque de haber existido tal copa, y habérsela entregado a alguien, sería a Pedro y estaría ahora en manos de los Papas.
Reconocer como válida la historia del Grial, para la Iglesia Católica sería como reconocer que existiera otra “línea alternativa” de sucesión apostólica a través de José de Arimatea y de su familia.

e) Otro punto espinoso para la Iglesia Católica es el nombre hereditario que las leyendas dan al guardián del Grial, “el rico pescador" o "rey pescador”. En los Evangelios se dice que Pedro era pescador y dentro del legado papal existe lo que se conoce como “las sandalias del pescador”, título que llevan los Papas como supuestos representantes de Cristo en la Tierra. Aceptar la existencia del “rey pescador" o "rico pescador”, para los católicos sería como admitir la posibilidad de un Papa alternativo.

f) En algunos romances del Grial, tal como los de “La Vulgata” se narra que el Grial era un libro escrito por el propio Jesús. La Iglesia Católica no podía admitir esta idea, porque de ser cierta, entonces existiría un libro de Jesús que ellos desconocen y no poseen.

g) La leyenda del Grial reclamaba para la Iglesia Británica un origen tan ilustre como el de la Iglesia Romana y al margen de esta, hecho inaceptable para ellos.
h) Llama también la atención el silencio que la Iglesia Romana mantuvo hacia la leyenda de Wolfram Von Eschenbach, cuyos protagonistas y custodios del Grial eran los Caballeros Templarios.
Teniendo en cuenta que los templarios eran en sus comienzos muy respetados por la Iglesia, ya que se encargaban de la defensa de los lugares santos, ¿por qué hicieron caso omiso a este romance?

2. Documentos históricos sobre la leyenda del Grial.

Examinando detenidamente las leyendas del Grial, habría que preguntarse: ¿Existen documentos históricos que confirmen la historia del Cáliz en manos de José de Arimatea?

a) El Nuevo Testamento:

Los cuatro evangelistas, Lucas, Marcos, Mateo y Juan; citan en los Evangelios a José de Arimatea, incluso narran que tras la crucifixión y muerte de Jesús, éste obtuvo su cuerpo, lo envolvió en una túnica de lino y lo colocó en la tumba. El Evangelio de Juan además añade que Nicodemo le ayudó a enterrarlo. En cuanto a la vida de José de Arimatea y de Nicodemo los Evangelios no hacen ninguna referencia. Tampoco existe referencia alguna sobre la copa de la Última Cena en manos de José de Arimatea.

b) Evangelio de Nicodemo:

Existe un documento muy antiguo que ha llegado a nuestros días bajo el título de “Evangelio de Nicodemo”.

El llamado Evangelio de Nicodemo consta de dos escritos independientes entre sí:

1º) “Acta Pilati” (actas de pilato). Según el título griego.
2º) "Descensus Christi ad Inferos" (descenso del Cristo a los infiernos). Se denominó así ya que faltaba el título original.

Este Evangelio se menciona en algunos manuscritos latinos posteriores al siglo X; sobre todo, es partir de escritores como Vicente de Beauvais y Jacobo de la Vorágine, cuando estas dos piezas literarias pasan a ser conocidas como “Evangelio de Nicodemo”.

Estuvo muy en boga en el siglo XII, fundamentalmente en Inglaterra, y se cree que fue escrito por el propio Nicodemo, encontrándose actualmente en el Vaticano.

1ª parte: "Acta Pilati"

Narra el juicio ante Pilatos, en el que Nicodemo testificó en defensa de Jesús. También existen múltiples referencias sobre José de Arimatea, donde se cuenta que una vez que depositó el cuerpo de Jesús en la tumba, fue apresado, y “el día de la Pascua” se le apareció el Cristo, que lo liberó, y una vez libre viajó para enseñar la palabra de Dios.
La única diferencia, entre este texto y las leyendas del Grial, es el tiempo que estuvo José de Arimatea preso en la cárcel. Robert de Borón habla de 42 años y este Evangelio menciona que estuvo poco tiempo y que lo liberó Vespasiano.

Vespasiano era hijo del emperador de Roma, conocido como César o Tito, se encontraba afectado de lepra y se dice que la "Verónica" lo curó mostrándole el trozo de tela en el que quedó grabada la santa faz de Cristo, después de que la piadosa mujer lo utilizara para limpiarle el rostro.

Debido a esta curación, Vespasiano se convirtió al cristianismo. Cuando se trasladó a Tierra Santa, emprendió una campaña contra los responsables de la muerte de Jesús y liberó a José de Arimatea de la cárcel. El Maestro Samael no dice cómo fue liberado José de Arimatea, pero explica que los que contaron que estuvo preso 42 años exageraron en el tiempo.

El Evangelio de Nicodemo muestra a José de Arimatea considerado como uno de los primeros líderes de la Primitiva Iglesia Cristiana. Pero no dice que fuera el máximo líder o dirigente, ni tampoco menciona para nada la Copa de la Última Cena.

2ª parte: "Descensus Christi ad Inferos"

Consta de once capítulos, donde se corrobora la verdad sobre la resurrección de Jesús.

También habla del descenso de Jesús a los Infiernos, hecho que queda de alguna forma reflejado en la primera epístola universal de San Pedro y en otros lugares del Nuevo Testamento.

La composición de esta obra se cree que pudiera ser contemporánea al “Acta Pilati”, y sólo se conserva una recesión griega, pero existen dos versiones latinas: una sigue de cerca el relato griego, mientras que la otra versión se aparta bastante de él. El capítulo octavo de esta obra es de gran importancia y se llama “Vindicta Salvatoris” (Venganza del Salvador), que se encuentra también en el Vaticano.

c) Vindicta Salvatoris (Venganza del Salvador):

La redacción primitiva de este escrito debió remontarse a tiempos del emperador Claudio, surgiendo posteriormente varias leyendas derivadas de ella. Sobre todo hubo una que gozó de gran difusión en los países anglosajones, titulada “cura sanitas tiberii”, algunos de cuyos manuscritos se remontan al siglo VIII o IX..

Este segundo manuscrito (capítulo octavo, Vindicta Salvatoris), narra que José de Arimatea, tras el saqueo romano en Jerusalén en el año 70, se puso en camino para fundar una Iglesia en el lejano norte. Pero no hace ninguna referencia tampoco a la copa. La parte más septentrional del Imperio coincide con Britania, con este dato quedaría verificado lo que se cuenta en las leyendas, en concreto en la de Robert de Borón. Basándose en esto, habría que preguntarse, ¿habría fundado José de Arimatea realmente una Iglesia en Britania?

No existe ningún dato histórico que confirme la fundación de una Iglesia en Britania por parte de José de Arimatea, lo único que puede decirse es que está registrada una Iglesia paralela a la oficial en Britania a mediados del siglo V, anterior al periodo artúrico histórico, conocida como “pelagianismo”.

Dicha Iglesia la fundó Pelagio, un britano que predicó una doctrina en oposición a la Iglesia establecida. Hacia el año 380 abandonó Britania dirigiéndose a Roma para enfrentarse al Papa, ya que sus ideas ponían en duda el tema de la legitimidad de la sucesión apostólica. La Iglesia Católica, hacia el año 416, lo declaró hereje.

El pelagianismo no sólo estuvo vinculado a la historia de José de Arimatea, sino también al Rey Arturo, pero no ha quedado ninguna evidencia directa para poder vincular a Pelagio con la Primitiva Iglesia Cristiana que fundara allí José de Arimatea, esta es una de las tantas interrogantes a resolver en este apasionante tema.

3. El romance perdido.

Los autores de las primeras leyendas del Grial aseguraban no haber inventado nada, que simplemente transcribieron lo que se hallaba en un libro. Por ejemplo, en la obra de “Perlesvaus”, su autor decía que extrajo el argumento de un libro que encontró en una bendita casa de la isla de Avallon.

A principios del siglo IV fue cuando se estableció el Catolicismo. La Iglesia Católica incluyó en la Biblia sólo cuatro evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan); pero se sabe que existen otros relatos, otros Evangelios, como por ejemplo los Evangelios de los Nazarenos, utilizados en Jerusalén por la Primitiva Iglesia Cristiana.

Constantino el grande prohibió todos esos Evangelios y ordenó destruir todas las copias. Pero los gnósticos continuaron dedicándose a estudiar un Evangelio en el que se encontraban las “palabras secretas de Jesús”; estas palabras constituyen el tema central de los romances del Grial, el secreto que Jesús transmitió a José de Arimatea. Estaba escrito por un discípulo de Jesús llamado “Dídimo”, a él también se le atribuye "el canto de la perla". La Biblia aclara quien era este discípulo, por eso en el Evangelio de S. Juan dice: "Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo". (Jn. 20,24)

El Evangelio de Tomás ocupa los folios 32-51 del códice II de la biblioteca de Nag-Hammadi, descubierta en el año 1945 en Egipto y conservada en partes desiguales en el museo Copto de El Cairo y en el Instituto Jung de Zurich. Este Evangelio Apócrifo de Tomás data probablemente del siglo IV, y no pertenece al género literario de los Evangelios propiamente dichos, aunque en su colofón, el papiro copto, lo califique expresamente de "peuaggelion pkta Thomas". Está formado por “114 logia” distribuidos de forma arbitraria y separados entre sí, la mayoría de las veces, por la expresión: “dijo Jesús”. Este Evangelio comienza diciendo: "Estas son las palabras que Jesús pronunció cuando vivía, y Tomás Judas Dídimo las escribió".

El compilador deja, desde el principio, bien claro que este Evangelio está dirigido a un grupo de iniciados capaces de interpretar auténticamente las palabras reveladas e incluso dice que el que encuentre su verdadero sentido no gustará la muerte. ¿Sería éste el libro de donde se extrajeron las leyendas?

4. Las Hermandades de la Mesa.

La leyenda de “Perlesvaus” narra el encuentro que tuvo el héroe con su tía, en una capilla, donde le informa de la existencia de tres grandes hermandades:

- La hermandad de la Última Cena.
- La hermandad del Santo Grial.
- La hermandad de la Mesa Redonda.

Una de las características primordiales de estas tres hermandades y que llama la atención, es que todas se desarrollan alrededor de una “mesa”.

Desde el advenimiento de Jesucristo ha habido tres mesas principales en el mundo, correspondientes a estas tres hermandades: La primera corresponde a la mesa donde Jesús realizó su Última Cena con los apóstoles. La segunda mesa, construida a semejanza y en remembranza o recuerdo de la primera, fue la del “Santo Grial” en tiempos de José de Arimatea. Y la tercera fue la “Mesa Redonda” concebida por Merlín.

Uther Pendragon, el padre del Rey Arturo mandó construir la mesa redonda por orden del Mago Merlín. Fue construida tomando el Universo entero como referencia. En uno de los romances en prosa “Didcot Perceval”, se narra como Merlín le explicó al Rey Arturo el origen de dicha mesa redonda:

"Se hizo para simbolizar la mesa donde nuestro Señor se sentó el jueves. En verdad, nuestro Señor hizo la primera mesa, José hizo la segunda, y yo, tu padre, hice la tercera en tiempos de Uther Pendragon".

Otro detalle idéntico de estas tres hermandades es que alrededor de la mesa, en los tres casos, había un asiento denominado “el asiento" o "la silla peligrosa”:

a) En la primera mesa, el asiento peligroso estaba ocupado por Judas.

b) En la segunda mesa, en el “asiento peligroso”, nadie podía sentarse a excepción de aquel que fuese el auténtico guardián del Grial.

c) En la tercera mesa, el asiento que se dejaba libre podía ser el undécimo o el decimotercero.

El asiento que se dejaba vacío en las tres mesas resultaba terrible para todo aquel que pretendiese ocuparlo sin merecerlo. Bajo sus pies se podía abrir el Abismo o tal vez cayera fulminado por un rayo.

Entre los objetos más destacables en las leyendas, dentro del castillo del Grial, se encuentra la mesa.

Basta recordar las palabras que Jesús le dijo a José de Arimatea en su aparición en la cárcel: "Como todo esto sucedió sentados a una mesa [la Última Cena], en el futuro las mesas serán instauradas para sacrificarme".

Tanto a la “mesa” como al “Grial”, se le atribuye un significado femenino. El término latino “mensa” procede de “mentior” (medir o distribuir). En la leyenda de Wolfram Von Eschenbach, la mesa era una tabla de “jacinto-granate” (una piedra rojiza) que se colocaba encima de dos soportes de marfil. En la leyenda de Chrétien de Troyes, la mesa era una tabla de marfil con los soportes de ébano, y adornada con esmeraldas y piedras preciosas.

Existe una historia que se encuentra en la quinta sura del Corán (versos 112-115) donde los apóstoles le piden a Jesús para que Dios les envíe del Cielo una mesa. Jesús rogó a su padre diciéndole:

"Señor, nuestro Dios, haz que nos baje una mesa del cielo; que sea un festín para el primero y el último de nosotros y un signo de tu poder. Aliméntanos, puesto que Tú eres el que alimenta mejor".

La oración de Jesús fue escuchada, pero Dios advierte que los incrédulos serán castigados.

Sobre dicha mesa apareció un pez como alimento; más tarde esta mesa les fue retirada de nuevo a los seres humanos a causa de sus pecados.
Remontándose a tiempos anteriores a estas tres hermandades, existió ya una mesa muy famosa, la llamada “Mesa Cósmica de Salomón”. El Antiguo Testamento habla de esta mesa, hecha de oro y sobre la cual estaban los panes de la “proposición”. La leyenda cuenta que esta mesa había sido elaborada a partir de una esmeralda enorme, y estaba adornada con numerosas perlas y piedras preciosas.

La mesa de Salomón es uno de los objetos más sagrados de la tradición judeocristiana que se conservaba en el Templo de Jerusalén, al lado del Arca de la Alianza, las Tablas de la Ley y el Candelabro de Oro. Actualmente se desconoce su paradero, aunque algunos investigadores afirman que se encuentra en alguna parte de la Península Ibérica.

El Templo de Jerusalén fue destruido, y saqueado el tesoro de Salomón por Nabucodonosor II en el año 587 a. C. Después se volvió a reconstruir el Templo y nuevamente fue destruido por las legiones de Tito en el año 70 d. C. Y lo que quedaba del tesoro fue llevado a Roma.
Flavio Josefo, testigo presencial de los hechos y cronista de aquella época indicó:

"Entre la gran cantidad de despojos, los más notables eran los que habían sido hallados en el Templo de Jerusalén, la mesa de oro que pesaba varios talentos y el candelabro de oro".

Hacia el año 410 los visigodos de Alarico se apoderaron y saquearon Roma y todo lo que allí recuperaron pasó a formar parte de lo que ellos llamaban “su tesoro antiguo”. Dicho tesoro fue llevado a Toulouse, capital de los godos por aquel entonces, en el sur de Francia. Este "tesoro antiguo" de los godos estaba formado por piezas y objetos relacionados con la divinidad, por eso era considerado intocable y sagrado.

El historiador bizantino Procopio de Cesarea, en su libro V de historias de las guerras dice:

"Alarico escapó con los tesoros de Salomón, el rey de los hebreos, espectáculo muy digno de verse, pues en su mayor parte estaban adornados con esmeraldas y en tiempos antiguos habían sido tomados de Jerusalén por los romanos".

En el año 507, ante el avance de los francos merovingios y los burgundos, el tesoro fue sacado por Alarico II hasta la Península Ibérica, en concreto a Toledo, donde fue guardado en esta nueva capital goda.

Allí permaneció oculto según algunos historiadores en el palacio real, otros dicen que en una cueva conocida como Gruta de Hércules, donde permaneció hasta que llegaron los musulmanes en el siglo VIII.
Historiadores árabes y cristianos cuentan que este tesoro estuvo guardado en un palacio siempre cerrado y cada nuevo rey godo añadía un nuevo cerrojo a la puerta, sin que ninguno se atreviera a abrirla, hasta que llegó Rodrigo, el último rey godo, que saltó los cerrojos. Se dice que vio la Mesa de Salomón.

En el año 711 los musulmanes, al mando de Muza, invadieron España y llegaron hasta Toledo, apoderándose del "tesoro antiguo" de los godos. Los relatos cuentan que Muza encontró una mesa en un palacio llamado “la mansión de los monarcas” y en ella estaba inscrito el nombre de Salomón. Algunos cronistas árabes como Ben Aben Al-Hakam dicen que la mesa tenía tanto oro y aljófar como no se había visto cosa igual.

El rastro de la Mesa de Salomón se pierde posteriormente y al igual que sucede con el Arca de la Alianza, su paradero es un enigma.
El Antiguo Testamento también nos habla de otra mesa que Jehová mandó construir a Moisés, descrita en el libro del Éxodo: "Harás una mesa de madera de acacia, y pondrás sobre la mesa el Pan de la Proposición delante de mí continuamente". (Ex. 25, 23-30)

5. El verdadero origen del Grial.

Nos dice el V.M. Samael que la historia verdadera del Grial no se encuentra en Toledo, como decía Wolfram Von Eschenbach, sino que está escrita en las estrellas.

Para entender el origen verdadero del Grial, obviamente nos tendríamos que remontar al mito por excelencia de todas las teogonías, al de la rebeldía celeste o de los ángeles caídos, esos titanes que se atreven a luchar hasta con los dioses santos.

Dice la leyenda de los siglos que cuando Lucifer se rebeló contra el Supremo Hacedor, hubo una terrible revuelta en los Cielos, entonces el Arcángel Miguel sostuvo tremendos combates con los terribles jerarcas de la Logia Negra y al golpear con la lanza la cabeza de Lucifer, de su frente se desprendió una piedra de esmeralda. Un ángel fiel talló la piedra caída para darle la forma de una copa y esta piedra pasó a convertirse en la de los elegidos, sobre todo al caer en el mundo de los mortales. En esa gran batalla un tercio de las huestes celestiales acompañó al ángel caído en su descenso a los mundos infiernos.
Otro tercio se mantuvo neutral y éstos fueron los que posteriormente llevaron el Grial a la Humanidad para indicarles que debían seguir el camino intermedio entre los dos extremos, es decir el camino más allá del bien y del mal.

El primero que la recibió fue Adán, mientras se encontraba en el Paraíso; una vez que fue expulsado del mismo, la perdió, sin embargo su hijo Set pudo localizarla y la conservó hasta su muerte. Pasando más tarde en el tiempo a Noé, prosiguiendo posteriormente el recorrido ya conocido.

El mito universal, a estos ángeles caídos, los considera fracasados, castigados, al verse obligados a vivir con sus legiones tenebrosas en esa región inferior. Por eso el Maestro Samael dice:

"Escrito está y con caracteres espantosos en el Libro de la Ley que un tercio de la hueste de los llamados dhyanis o arupa, fue condenado por la Ley del Karma o Némesis a renacer incesantemente en nuestro afligido mundo".

"Infelices criaturas del Averno cayendo en mundos de densidad siempre creciente, retornando hacia el caos primitivo. Bien saben los divinos y los humanos que nada ganó la Humanidad con la caída de esos Titanes del Fuego. Nefasta fue para la especie humana la caída sexual de los Divinos Titanes que no supieron usar el don de Prometeo y rodaron al Abismo. Si ellos no hubieran derramado el Vino Sagrado, muy distinto habría sido su Némesis, entonces la Lira de Orfeo jamás habría caído sobre el pavimento del Templo hecha pedazos".

Lucifer quedó, a partir de entonces, encadenado fatalmente a la roca del sexo, el Maestro Samael dice: "Las fieras llamas de la lujuria le torturan espantosamente; el buitre insaciable del razonamiento inútil le corroe las entrañas".

Ciertamente Miguel triunfó en los Cielos, pero nuestra Tierra se llenó de profundas Tinieblas. Desde entonces, para poder triunfar y tener en nuestro poder el vaso santo, el Santo Grial; se necesita pelear y vencer al señor Lucifer que cada uno de nosotros lleva en su interior; es necesario romper las cadenas que nos atan al abismo y que resurja, libre, en el corazón, el brillante Titán de antaño.

Por eso Jesús dijo: "Yo soy el lucero radiante del alba". Y Pedro decía:
"Hasta que venga el día y el lucero del alba brille en nuestros corazones".

6. El color verde.

En la mayoría de las leyendas del Grial aparece el color verde, bien al hablar de una esmeralda o de otro objeto en el que se transportaba el Grial, como decía Wolfram Von Eschenbach en su leyenda, donde el Grial era transportado sobre un pañuelo de seda verde:

En un pañuelo de seda verde
llevaba ella el premio del Paraíso
raíz de la salvación, tronco y brote,
era un objeto que se llamaba el Grial
un tesoro con infinidad de maravillas.

La esmeralda es la piedra de Hermes, y en un texto de Apolonio, a cerca de las causas, se dice:

"Yo digo que la esmeralda es un jâgut [corindón], porque al principio de su formación se solidifica como jâgut en todas sus partes. Su color natural es el rojo. Debido a la intensidad de la condensación del rojo se forma el negro, de manera que se vuelve del color del cielo. A causa de la densidad y del nivel de sequedad, sin embargo, el color del cielo se retira al interior y lo que ha quedado puro del rojo aparece amarillo en la superficie. De esta manera su exterior se convierte en amarillo y su interior en color del cielo. Entonces el calor la cuece intensamente y mezcla los dos colores, el exterior y el interior. Así adquiere un color verde y recibe el nombre de esmeralda, pero su origen es el jâgut. Dado que el jâgut es una piedra emparentada con el oro y la raíz de todas las piedras [preciosas], y como el oro es el principal [el más noble] de los cuerpos fundibles, el fuego no afecta al jâgut y el hierro no lo daña".

Esta descripción contiene el cambio de color de la obra alquímica clásica y asemeja la esmeralda al incorruptible oro. La esmeralda es, entre las piedras preciosas, lo que el oro entre los metales: Una sustancia eterna, incorruptible, el final del "Opus" (la Gran Obra). En los textos alquímicos se considera que la “benedicta viriditas” (el verde bendecido) es una señal de reanimación incipiente de la materia. El color verde equivale a "vida", tanto en los textos alquímicos como en las leyendas del Grial. El verde como color de la vegetación y en general de vida, se corresponde con las características del Grial que aporta y da vida. Dentro de la simbología eclesial, el verde es el color del Espíritu Santo o del Anima Mundi, y en el lenguaje de los místicos se dice que el verde es el color de la divinidad.

7. Sede del Grial.

Cuándo se habla del Grial, otra de las cuestiones que surgen es: ¿Dónde hay que situarlo?

Algunos autores de las leyendas hablan de la Isla de Merlín como sede del Grial, otros lo acercan al noroeste de Inglaterra, donde se sitúa la leyenda del Rey Arturo y los Caballeros de la Tabla Redonda, hay quien prefiere situarlo en Tierra Santa, o en España, e incluso en los Pirineos...

La idea transmitida en los romances como sede del Grial es siempre un castillo bien fortificado o una isla, en ambos casos con una vía de acceso muy incómoda.

Jamás se sitúa el Santo Grial en una iglesia o templo religioso, salvo en los últimos romances que aparecieron, donde hay una modificación, no se sabe si intencionada, en la que el Grial se halla sobre un altar o en una capilla.

El castillo del que se habla siempre se presenta “invisible e inaccesible”, incapaz de ser conquistado, ni siquiera por los ejércitos más poderosos del mundo.

Wolfram Von Eschenbach, en su leyenda, apoya la idea de que la sede del Grial se encuentra defendida por los caballeros templarios y que su dedicación llega a tal extremo que serían capaces de entregar hasta la última gota de sangre ante el invasor por defender dicho lugar: "Unos valientes caballeros moran en el castillo de Montsalvage, donde reside una tropa de altivos guerreros".

¿Dónde se encuentra este castillo? Este es uno de los mayores enigmas de los estudiosos de este tema.

En la mayoría de las leyendas este castillo se sitúa en una montaña llamada Muntsalvach, Montsalvat o Montsalvage, que significa “monte de la salud o de la salvación” y otras leyendas, como en el ciclo de la Vulgata, hablan del emplazamiento del castillo cercano a “la antigua frontera”.

Hay quien incluso identifica este castillo con Montségur, el último reducto de los cátaros.

El V.M. Samael Aun Weor en su libro titulado “el Parsifal develado” nos describe el lugar exacto donde se ubica el castillo de Montsalvat:

"El terreno austero, indispensablemente rocoso, de acuerdo a las tradiciones inciáticas, resplandece en el centro con un espacio muy claro. Cualquier iluminado puede ver hacia la izquierda el doloroso camino que llega hasta el castillo del Santo Grial. En el fondo se inclina el terreno deliciosamente hacia un lado sagrado de la montaña... La piscina sagrada, el iniciático lago de la representación de los misterios, no podía faltar en esos dominios del Santo Grial".

Nos dice también el Maestro Samael que este castillo de Montsalvat se encuentra en España, en concreto Montserrat (Cataluña) y que se halla en estado de jinas. A lo largo de los siglos muchos han sido los que en vano han intentado encontrar dicho lugar.

Recordemos aquellas palabras del Maestro Samael:

"Muchas almas sufrientes quisieran ingresar en el Montsalvat trascendente, mas desgraciadamente esto es algo más que imposible debido al Velo de Isis o Velo Sexual Adámico".

Para avanzar hasta los dominios del Grial, es imprescindible ir protegido con las armas de Vulcano, combatir las bestias del Abismo, reduciendo a polvareda cósmica al monstruo de las mil caras, el famoso “Paparusha”, sólo de esta manera se puede reconquistar la inocencia de la mente y en el corazón y penetrar en el Montsalvat transcendente.

8. La sangre contenida en el recipiente.

Desde tiempos inmemoriales hasta hoy, la sangre ha sido considerada un fluido muy especial. Costumbres religiosas y prácticas mágicas de todos los pueblos y de todas las épocas proporcionan numerosos ejemplos de ella. La sangre ha sido empleada para bendecir, para rubricar contratos, expiar culpas, etc.

Subyace la creencia de que la sangre personifica el principio de la vida, incluso en el antiguo testamento consta así:

"Porque la vida de toda carne es su sangre".(Lev. 17, 11)

"Guárdate sólo de comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no debes comer la vida con la carne". (Dt. 12, 23)

En la Edad Media era muy común relacionar el concepto de la sangre con el Alma. La sangre es el motivo central de toda la leyenda del Grial, a través de la sangre del Cristo recogida en la Copa Sagrada. La sangre sólo fluye donde existe vida, por eso esta reliquia sagrada, el Santo Grial, esta viva y presente. Esta imagen de la sangre que circula a través de todo el mito del Grial, es la que da a las leyendas y romances un carácter vivo, no fantasioso ni inventado.

La sangre jugó un papel muy importante dentro de los alquimistas, que decían: "El alma es un espíritu de vida y vive en la sangre".
El texto alquímico llamado “Aurora Consurgens” que se cree que data del siglo XIII expresa que el Espíritu Santo produce un triple bautismo: En el agua, en la sangre y en el fuego.

A cerca del bautismo de sangre dice:

"Cuando el Espíritu Santo bautiza en sangre, entonces alimenta tal como se ordena: el agua de la sabiduría salvadora me ha bebido, y su sangre es la verdadera bebida, puesto que el lugar del alma se halla en la sangre; pero la propia alma permaneció en el agua, que es parecida a ella en el calor, la humedad y en que constituye toda la vida".

El verdadero momento de salvación del género humano está representado no sólo por la muerte de Jesús en la cruz, sino por la “sangre derramada” que fluye tras su muerte.

Por eso la Lanza sangrante de Longinus, que hirió el costado de Cristo, y el cáliz donde recogió su sangre José de Arimatea constituyen los dos emblemas fundamentales donde radica la redención del hombre.
Cristo resucitó y ascendió con su cuerpo a los Cielos, pero nos dejó huella de su vida corporal en su paso por la Tierra: la sangre que quedó en la Lanza y en el Grial.

El vino vertido en el Cáliz mediante la Transubstanciación se transforma real y esencialmente en aquella sangre derramada para la Salvación.

Por ello la sangre eucarística representa el cuerpo de Cristo y de igual manera el Santo Grial contiene dicho cuerpo de Cristo.
Las leyendas al hablar de la sangre usan las expresiones "sangre real" o "sangre regia".

La sangre es el sacramento y misterio central del culto cristiano y la Copa Sagrada se puede considerar como un recipiente funerario.
Mantener la “sustancia anímica” de Cristo en un recipiente se corresponde, asimismo, con una representación especialmente arquetípica que tiene raíces en la antigüedad. Por ejemplo, entre los egipcios, en los ritos funerarios, se guardaban las partes fácilmente corruptibles del rey muerto en vasos o canopes.

Existe un paralelismo entre la “tumba de Cristo” y el “Santo Grial”.
La tumba dio lugar al paso de la muerte a la vida, es decir la resurrección del Cristo, igual función realiza el Vaso Santo con la sangre contenida, conduce de la muerte a la verdadera vida, la resurrección.

Se sabe que la tumba es el lugar donde habita el muerto. Se dice que los habitantes originales de Irlanda “los Thuata de Danand”, se retiraron a sus tumbas, donde continúan viviendo y de vez en cuando vuelven a aparecerse a los humanos.

Las “tumbas sagradas” en todas las épocas y lugares disfrutaron de veneración y culto por los efectos benéficos que se desprenden de los restos enterrados.

En el caso de la tumba de Jesús es un poco diferente, ya que resucitó y su tumba quedó vacía. Dicha tumba quedó sepultada, y fue descubierta 300 años más tarde, cuando el emperador Constantino ordenó realizar excavaciones con el fin de encontrarla.

La veneración y respeto a las tumbas sagradas no es exclusivo del mundo cristiano, algo similar ocurre en las culturas chinas, tibetana, islámica, etc., donde las tumbas de los Maestros o Profetas son consideradas santuarios especiales.

Se les atribuyen efectos mágicos de diversa índole, así por ejemplo en el cuento de la Cenicienta, la tumba de su madre concedía deseos y, de los árboles que crecían encima, caían vestidos y hermosas manzanas de oro.

Este aspecto funerario del Grial, que aparece claramente resaltado en la leyenda de Robert de Borón, también queda reflejado en el “Evangelio de Nicodemo”, en donde José de Arimatea insta, al que se le aparece en la prisión, a que le enseñe el lugar en que había dejado el cadáver, con el fin de que le demuestre que es efectivamente el Cristo. Es entonces cuando Cristo le toma de la mano y le conduce a la tumba. En el caso del romance de Robert de Borón, en vez de la tumba, lo que le muestra es el recipiente, la Copa Sagrada.

De esta forma queda equiparada la “tumba del Cristo” con el “Santo Grial”.

9. El linaje del Grial.

En la mayoría de los romances del Grial existe un tema común, la descripción de la “familia del Grial”.

Muchos son los autores que actualmente han tomado interés sobre el linaje del Grial e incluso se han escrito variados libros expresando todo tipo de hipótesis. Algunos hablan de que Jesús y María Magdalena fueron esposos, hecho que los gnósticos bien conocemos a través de varios autores, también verificado en “el Evangelio de Felipe”, asegurando que los descendientes o hijos de Jesús serían los custodios del Grial.

Las leyendas dicen que aquel que obtenga el Grial demostrará ser el mejor héroe, pero a su vez deberá ser descendiente o pariente del Rey del Grial, y deberá encargarse del Grial y de todo lo que representa, ciclo tras ciclo, estación tras estación.

En el romance de Wolfram Von Eschenbach, la piedra está bajo la custodia de una familia noble que se encarga de protegerla. La piedra o Grial se encuentra encerrada entre los muros inexpugnables de un castillo, protegido por una orden de caballeros, elegidos desde la infancia al verse inscritos sus nombres en la propia piedra.

El apelativo que se usa para los personajes que componen este linaje de los guardianes del Grial es “el rico pescador" o "el rey pescador”, sólo estos y su descendencia pueden custodiar la preciada joya.

La genealogía varía según la tradición de donde provenga la leyenda, así por ejemplo, según Wolfram Von Eschenbach, la serie que componen los reyes del Grial estaría formada por:

Titurel Þ Frimutel Þ Anfortas Þ Parzival

Basándonos en las leyendas que hablan de José de Arimatea, la genealogía está poco clara debido a la repetición de nombres y a la aparición de personajes intermedios utilizados para separar la época desde José de Arimatea hasta Galahad (el caballero escogido).
Narran las leyendas que José de Arimatea estaba casado con “Elyap”, y tuvieron dos hijos; Josefés y Galaad. Josefés fue el hijo célibe de José, entregado de lleno a la religión. Galaad es el hijo menor, que tuvo como misión la perpetuación del linaje escogido, del que surgieron los caballeros más destacados del mundo artúrico. Por eso José de Arimatea, en muchos de los textos en prosa, se convierte en antepasado de personajes artúricos tan importantes como Tristán.
José de Arimatea tenía una hermana llamada Enygeus, que estaba casada con Bron.


La línea sucesoria podría quedar establecida, de una forma resumida, de la siguiente manera:



José de Arimatea (Primer Guardián del Grial)
|
Bron (Segundo Guardián del Grial)
[cuñado de José de Arimatea]
|
Alain o Helain
[sobrino de José de Arimatea y suegro de Josué]
|
Josué ____________________ Perceval (Tercer Guardián del Grial)
[padre de Aminadap]
|                                                           
Aminadap
[padre de Catheloys]
|
Catheloys
[padre de Manaal]
|
Manaal
[padre de Lambor]
|
Lambor
[padre de Pellehan]
|
Pellehan “Rey Tullido”
[padre de Pelés]
|
Pelés
[padre de Eliezer y Amite, y abuelo materno de Galahad hermano de Helaín, de Pellehan y de Pelinor]

Los tres hermanos de Pelés también son conocidos como "ricos reyes pescadores".

Los enigmas e interrogantes que presenta el linaje del Grial son variados:

a) Si el tercer guardián del Grial es Perceval, nieto de Bron y a la vez contemporáneo de José de Arimatea, en el siglo I. ¿Cómo Perceval sigue vivo en el siglo V, la época del Rey Arturo, tal como lo presenta la leyenda de Robert de Borón?

La explicación se encuentra en otra de las leyendas (Didcot Perceval) que inmortaliza a estos personajes, diciendo que gracias a los poderes rejuvenecedores del Grial, sólo son unos siglos más viejos.

b) Si Bron y después Perceval son los guardianes del Grial, ¿cómo es posible que en otros romances se presente al Rey Arturo como guardián del Grial?

La respuesta estaría en que los romances derivan de dos tradiciones independientes; en unos es la familia de Perceval, quien lo guarda, y en otros es Arturo. Por eso estos distintos romances utilizan nombres diferentes para el guardián: "el rico pescador " (Perceval), "el rey pescador" (Arturo).

c) Las leyendas siempre dicen que el héroe es criado sin conocer su verdadero linaje.

El Maestro Samael al respecto nos dice que éste héroe, procede de un linaje heroico, ¿a qué linaje heroico y selecto se refiere?

José de Arimatea recibió el Grial directamente de manos de Cristo, por tanto el linaje selecto sería “el linaje de Jesús”, de forma que se establece una relación directa entre los custodios del Grial y Jesús.
Cada uno de esos héroes está conectado con Cristo y el papel que personifican es semejante a la figura redentora de Cristo: Perceval, Parsifal, Galahad, etc.

10. Linaje de Jesús.

Para conocer con más exactitud quién es la fraternidad que custodia el Grial es imprescindible remontarse al “linaje de Jesús”. Ya en la primera Convención Nacional del C.I.A.G. de España se explicó detenidamente que, a pesar de ser hijo de un humilde carpintero, descendía de la estirpe real de David:

Y exclama Jesús, el que recibió la Iniciación Venusta, diciendo: yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente.(Apocalipsis 22,16)

Basándose en este árbol genealógico de Jesús vemos que todos aquellos que poseyeron el Santo Grial, proceden de este mismo linaje:
Adan, Set, Noé, Abraham, Moisés, Salomón, Jesús.

A partir de José de Arimatea, se entremezcla la realidad con la leyenda, pero se mantienen fijos los puntos fundamentales de la transmisión del Grial, de manera que basándose en el cuento “la demanda del Santo Grial”, en el "asiento peligroso", apareció una inscripción que decía que habían pasado 454 años desde la muerte del Cristo. Y que el día de Pentecostés, el asiento encontraría a su verdadero dueño.

Una vez sentados todos los caballeros en la “Mesa Redonda”, se cerraron de pronto puertas y ventanas y la estancia se inundó de una intensa luz. Apareció un anciano que llevaba de la mano a un joven caballero con armadura roja, que ocupó el asiento peligroso, dicho joven era Galahad; y el anciano antes de marchar informó a los allí reunidos que dicho joven descendía de la casa del Rey David y del linaje de José de Arimatea.

A este caballero se le llama también “el buen caballero”, era hijo de Lanzarote del Lago y de Amite. Toda una serie de signos y acontecimientos maravillosos ponen de manifiesto que él es el caballero escogido, el esperado por todos, el nuevo Mesías, predestinado para cumplir la aventura del Grial. Su llegada a la corte del Rey Arturo marca el principio de la búsqueda del Grial, en la que todos los caballeros artúricos tomarían parte, aunque sólo tres de ellos consiguieron llegar hasta el final:

Galahad: El héroe-virgen e intachable.
Boores: El de aspecto más humilde de todos los de la Tabla Redonda.
Perceval: El ingenuo.

En las leyendas se cuenta que Salomón, hijo de David, oyó una voz que le dijo que una mujer de su linaje sería la causante de la mayor alegría del mundo. De esta forma supo que la Virgen María pertenecería a su linaje y que no terminaría ahí su descendencia, sino que continuaría hasta llegar a un hombre, el mejor caballero de todos los tiempos.

A partir de aquí, Salomón quiso hacer saber, a ese buen caballero, que él conoció su destino dos mil años antes de que naciera.

Gracias a los consejos de su esposa construyó una nave capaz de resistir el paso del tiempo, y colocó allí la “espada del Rey David” y mandó construir una cama, cubierta con tres tablas del Árbol de la Vida, una blanca, otra verde y otra roja.

Este navío, cual bajel fantasma, es el que fue al encuentro, a través del tiempo, de los tres caballeros del Grial para conducirlos en un viaje místico hasta el Reino de Sarraz (imagen terrenal de la Jerusalén Celestial). Dicho navío dio alojamiento al último descendiente del linaje del Grial que descansó sobre la cama, tomó la espada del Rey David y recibió el mensaje de Salomón pronosticando su llegada. Galahad en realidad corresponde al modelo del caballero celeste.

En el reino de Sarraz tras muchas aventuras, Galahad fue hecho rey, pero al poco tiempo murió, después de haber visto abiertamente, cara a cara, y en profundo éxtasis los últimos misterios del Santo Grial, que estaban reservados únicamente para él. Según la tradición, surgió del cielo una mano maravillosa que se llevó el sagrado cáliz y la lanza para siempre. Un año y tres días después, murió Perceval y Boores regresó a la corte del rey Arturo para narrar las últimas aventuras del Grial.

11. Los Guardianes del Santo Grial

El Grial es una piedra preciosa traída a la Tierra por los ángeles y confiada su custodia a una fraternidad iniciática, conocida como los Custodios del Santo Grial o Custodios de la Piedra Iniciática.

La piedra encierra una profunda significación mágica y sublime ¿quién podrá desentrañarla y revelarla? Dicen las leyendas que sólo “el elegido” podrá descifrar el misterio de la piedra. Esta es la piedra de tropiezo y roca de escándalo como otrora dijera el Hierofante Pedro o Patar. Es la piedra bendita que el patriarca Jacob, vivísima encarnación del ángel Israel, ungiera antaño con aceite sagrado. La pétera iniciática de los colegios esotéricos, piedra filosofal de los viejos alkimistas medievales, la piedra cúbica de Jesod. Jesús el gran Kabir dijo: "La piedra (el sexo) que desecharon los edificadores (religiosos), ha venido a ser cabeza de ángulo".

Para conocer quién es esa fraternidad iniciática que custodia la piedra o el Santo Grial es imprescindible acudir a las obras del V.M. Samael, donde expone diferentes puntos sobre ellos:

Aspecto:
Sobre dichos caballeros dice que tienen un aspecto brillante y llevan relucientes trajes.

Vestiduras:
Visten con túnicas y mantos blancos, semejantes a los templarios, pero en vez de la cruz roja tau de éstos, ostentan con todo derecho, una paloma en vuelo cernido en las armas y bordada en los mantos.

Nombres:
Al referirse a ellos emplea los siguientes términos: los varones de la luz, augustos caballeros de aspecto divinal, ínclitos varones, venerables señores, maestros de compasión, etc.

¿Quiénes son?:
Dice que son “los verdaderos hijos de dios” en el más bello sentido místico.

¿A dónde pertenecen?:
Pertenecen a la Iglesia Triunfante. Existen ciertamente tres tipos de Iglesias. La Iglesia fracasada, formada por aquellos que aborrecen la piedra iniciática. La Iglesia militante, compuesta por aquellos que se rebelan contra el fuego luciférico seductor, como por ejemplo María Magdalena, Pablo de Tarso, Kundry, Anfortas, etc. El V.M. Samael dice: "Nosotros los gnósticos formamos la iglesia militante, la que pelea heroicamente contra la gran serpiente guardadora del templo de la diosa Kali". La Iglesia Triunfante, integrada por los hermanos que se han remontado por el áspero sendero de Salvación, “per aspera ad astra” como dice el lema latino. Representada brillantemente por los pocos caballeros del Grial que han resistido puros. Antiguas tradiciones esotéricas afirman que en el sol central Sirio existe la Iglesia Trascendida, y dentro del templo de Sirio pueden los Adeptos tener la dicha de encontrarse con los discípulos del Dios Sirio. Dichos discípulos usan en sus capuchones el Santo Grial.

Escuela de regeneración:
Es una de las grandes escuelas de regeneración que forman parte de la llamada cadena de oro de la Logia Blanca. Como auténtica escuela de regeneración enseñaron a fabricar “Alma y Espíritu”, produciendo adeptos y verdaderos maestros de la gran Logia Blanca y trabajaron en los tres factores de la Revolución de la Conciencia: Se negaron a sí mismos, disolviendo el yo pluralizado, incinerando semillas satánicas; trabajaron en la fragua encendida de Vulcano; se sacrificaron por la humanidad y trabajaron con infinito amor en la gran obra del padre. Dentro de esta escuela de regeneración existe una ley llamada “la buena ley del Santo Grial”: que consiste en hacer retornar la energía creadora del Tercer Logos hacia dentro y hacia arriba. Hacer esto significa entrar de hecho en el camino bendito de la regeneración.

Miembros de la Orden de Melchisedec:
Junto con otras cofradías pertenecen a la “Orden de Melchisedec”. Para ingresar con pleno derecho a la Orden de Melchisedec hay que convertirse en un “hijo del hombre”, es decir encarnar al Cristo dentro de uno mismo.

Misión:
Su misión consiste en custodiar “la piedra”. El V.M. Samael Aun Weor comenta:

"En este misterioso camino encontramos con asombro místico a los fieles custodios del Santo Grial o de la piedra iniciática, es decir de la suprema religión síntesis, que fue la primitiva de la Humanidad: la doctrina de la magia del arcano A.Z.F.".

Aquí queda claro en estas palabras que la misión específica de los Caballeros Custodios del Santo Grial es custodiar “la suprema religión síntesis”. Esta religión síntesis, la sagrada gnosis, fue la religión de Jano o Jaino, es decir la áurea y solar doctrina de los jinas.

M. P. (España)