APOLO. EL ORÁCULO DE APOLO
Después de los regios y sacros funerales de POLIDORO el
épico guerrero caído gloriosamente entre los yelmos y las rodelas en cruenta
batalla, ENEAS el Troyano con sus naves y su gente se hizo a la mar borrascosa
y tremebunda y no tardó en llegar a la tierra de DELOS, lugar de tantas TRADICIONES
HIPERBÓREAS, donde ardiendo con la llama de la FE, consultó al Oráculo de
APOLO sabiamente construido en la dura piedra.
Heródoto, en el libro IV, Capítulos XXXII y XXXIV, cuenta
que LOS HIPERBÓREOS, viejos antecesores de los LÉMURES, enviaban periódicamente
a DELOS sus ofrendas sagradas, envueltas en paja de fromentun. Tales ofrendas
venerandas tenían bien marcado su sagrado itinerario. Pasaban primero al país
Escitia y después iban caminando hacia occidente hasta el mar Adriático, ruta
igual a la que seguía el ámbar desde el Báltico hasta el caudaloso río Po, en
la península Itálica.
Los Dódenos eran los primeros que recibían las OFRENDAS
HIPERBÓREAS entre los Griegos: Bajaban luego estas desde Dódona hasta el golfo
Báltico y continuaban después hacia EUBEA y CARIPTIA.
Cuentan viejas leyendas que se pierden en la noche de los
siglos, que estas sacratísimas OFRENDAS NÓRDICAS, continuaban su viaje desde
CARIPTIA sin tocar en ANDROS y que desde este lugar los CATECÚMENOS las pasaban
a TENOS y luego a DELOS.
Los DELIOS añaden sabiamente que los HIPERBÓREOS tenían
la costumbre bella e inocente, de enviar sus sagradas ofrendas divinales por
manos de dos vírgenes deliciosas e inefables. Una de estas se llamaba HIPEROCHA
y LAODICEA la otra.
Dicen las sagradas escrituras que para cuidar de estas
santas mujeres tan deliciosas y sublimes, cinco INICIADOS o PERPHERES, las
acompañaban en su peligroso y muy largo viaje.
Empero, todo fue inútil porque aquellos Santos varones y
esas dos sublimes Sibilas fueron asesinados en la tierra de DELOS cuando
cumplían con su misión.
Muchas núbiles doncellas preciosas y bellas de la ciudad,
llenas de dolor se cortaron el cabello y depositaron sus ensortijados bucles en
un huso sobre el monumento alzado en honor de aquellas sagradas víctimas que se
decía vinieron acompañadas por los DIOSES ARTEMISA y APOLO.
Reverendísimo lugar al que llegó ENEAS; ¡DELOS!, Lugar de
ARCAICAS LEYENDAS HIPERBÓREAS que se esconden como piedras preciosas en el
fondo profundo de todas las edades.
Y prosternado en tierra, mordiendo el polvo de los
siglos, invocó dentro del sagrado recinto a APOLO el DIOS del FUEGO,
suplicándole con su adolorido corazón que protegiera a la ciudad que iba a
fundar, la segunda PÉRGAMO Troyana. Dice la Historia que este ínclito varón
consultó a APOLO interrogándole acerca de qué lugar le designaba para establecerse.
Entonces la tierra tembló espantosamente.
El héroe y su gente agazapados y abrazados al suelo,
poseídos de un misterioso temor, escuchó y escucharon todos, la terrible voz de
FEBO APOLO que decía: "¡Fuertes descendientes de Dárdano!, Para estableceros
de modo perdurable habéis de buscar la tierra de donde sois originarios; la
primera que os ha llevado en su seno. Allí la estirpe de ENEAS dominará todo el
país, y los hijos de sus hijos y los que nazcan de aquellos".
Cuenta el épico líder que después de escuchar el Oráculo
de APOLO lleno de preocupación pensaba cual podía ser la tierra más remota de
su origen, pero su anciano padre que recordaba vivamente las viejas tradiciones
de familia dijo:
"Escuchad, jefes, el nombre de nuestras esperanzas. La
cuna de nuestra estirpe es CRETA, isla que se halla en medio del piélago
inmenso. Está poblada de ciudades poderosas que son otros tantos Estados
ricos".
"De CRETA nos vino a los Troyanos el culto de
CIBELES (LA MADRE DIVINA KUNDALINI) con su carro que arrastran los leones; de
ella el bronce y otras artes que hacen poderosos a los humanos".
"Vayamos, pues, a CRETA, que no está lejos, pues si
JÚPITER (EL CRISTO), nos manda viento favorable, estaremos allí en tres
días".
"Llegó a nuestros oídos —dice ENEAS— el rumor de que
el Rey de CRETA Idomeneo, que fue nuestro enemigo, pues luchó junto a los
AQUEOS en Troya, se había marchado de la isla, y con su ausencia nuestra
llegada a este país sería mucho más favorable".
"Con el corazón esperanzado —continúa diciendo
ENEAS— estuvimos a bordo, nuestros marineros rivalizaron en agilidad y rapidez.
Unas veces bogando otras manejando las jarcias, impulsados por favorables
vientos de popa, abordamos a CRETA sin contratiempo, y allí fundé otra ciudad
que, en memoria de nuestra antigua ciudadela, llamé PERGAMEA".
Y aquel pueblo heroico y terrible capitaneado por ENEAS,
el ilustre paladín Troyano, se habría establecido definitivamente en esa isla,
si una peste maligna y desastrosa no le hubiese obligado a pensar en hacerse a
la mar en busca de otras tierras.
En la descomposición y putrefacción de ese aire malsano
el contagio siniestro infectaba desgraciadamente todos los cuerpos, unos caían
fulminados con el rayo de la muerte, mientras otros se arrastraban como
espectros fatales desencajados por la fiebre.
"Un viento abrasador —dice ENEAS— quemaba nuestras
cosechas y la tierra parecía rehusarnos el alimento".
En la mente de ENEAS, furibunda se desató la tempestad
del pensamiento y desesperado como un náufrago agarrado a la roca cruel, pensó
en regresar al Santuario de APOLO el DIOS DEL FUEGO, para consultar el Oráculo
nuevamente. Pero aquella misma noche, en esas horas deliciosas en que el cuerpo
duerme y el alma viaja en los mundos superiores fuera del organismo físico, se
encontró ENEAS con sus DIOSES PENATES; los Genios tutelares de su
familia, los JINAS o ÁNGELES de TROYA.
Y hablaron los SEÑORES DE LA LLAMA: "No es
necesario, hijo, que regreséis navegando a donde está el Oráculo de APOLO,
interpretasteis mal la profecía. Vuestra patria de origen no es CRETA, sino
HESPERIA, la antigua tierra que ahora llaman ITALIA. De allí salieron
los antiguos fundadores de la raza de Troya, el héroe DARDANO y su antepasado
JASIO. Anda y relátale a tu padre esta noticia".
Y sorprendido su padre recordó entonces a CASANDRA la
profetisa Troyana, esa pobre mujer que había dicho lo mismo antes de la
destrucción de la soberbia Ilion y a quien nadie hizo caso pues APOLO la tenía
castigada.
Esa noble mujer que se llamaba CASANDRA, tan adorada y
bendecida, pagó un tipo de KARMA muy singular por mal uso de sus divinales
facultades en vidas anteriores.
Y cuenta la leyenda de los siglos que ENEAS y su gente
sin perder más tiempo se hizo nuevamente a la mar, rumbo a las tierras del
LACIO.
Del libro “Tratado Esotérico de Magia Rúnica” Cap. IX
Por: Samael Aun Weor
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