-ANGKOR-
Angkor Wat
Conjunto de Templos hindues y budistas localizados en
Angkor en Camboya.
El complejo arquitectónico de Angkor Wat (que significa
Templo de la Capital), es la obra cumbre de la civilización Khmer (Jemer); fue
empezado a construir en el reinado de Suryavarman II (ac.1112-1150) como tumba
para este monarca y como templo dedicado a Vishnú.
De gran importancia son las numerosas esculturas que
decoran el templo, que están alrededor de todos los muros de las galerías, en
las que se relatan temas iconográficos de la mitología hindú, siendo el relieve
continuo más extenso en el mundo.
WAT
Esta singular construcción formada por cinco torres que
están representadas en la bandera nacional de Camboya y simbolizan los cinco
picos del Monte Meru, es la casa de los Dioses en el universo hindú.
El Angkor Wat es solamente uno de las varias docenas de
monumentos construidos por los Khmer en los alrededores de Siem Riep entre los
años 800 y 1300 DC.
El complejo central se debía transformar en una isla muy
impresionante cuando el inmenso foso poco profundo que lo rodea se inundaba.
Esta columnata encierra el templo interior que resguarda
aproximadamente 1200 metros cuadrados de exquisitas esculturas en bajo-relieve,
representaciones de eventos inspirados en las epopeyas hindúes del Mahabarata y
Ramayana, así como también de historias míticas de la dinastía Khmer.
PROHM
Ta Prohm fue construido por Jayavarman II aproximadamente
en el año 1200 después de Cristo, cuando el budismo estaba predominando.
Esta entrada es un vestigio de la pared externa, de 600
por 1000 metros, que en su día encerraba el templo.
PREAH KHAN
Angkor Thom, la última capital del imperio Khmer, fue
también construida por Jayavarman VII al final del siglo XIII. Era una ciudad
fortificada de 3 Km. por 3 Km. y en cuyo centro se encuentra el templo Bayon,
el palacio real y otros monumentos menos importantes hechos de piedra. No queda
nada del resto de la ciudad que estaba edificada de madera.
BAYON
El templo Bayon se encuentra en el mismísimo centro de la
ciudad fortificada. Destaca la estatua de Buda en el santuario con las modestas
ofrendas que hacen los lugareños.
En este recinto sagrado de Bayon de Angkor Thom y su
increíble salón de los espejos, donde el rostro de Jayavarman VII aparece en
las cuatro caras de las 54 torres que ascienden paulatinamente hasta tocar casi
el cielo, así como el detalle de las Apsaras, las célebres bailarinas de la
corte Jemer.
Sobre un ancho puente las cabezas talladas de 54 dioses y
54 demonios se ponen firmes para recibir al visitante. En lo más alto de la
gran puerta el rostro impresionante de Jayavarman VII, el amo y señor de vidas
y muertes, que en el siglo XII construyó Angkor Vat, la capital del imperio
Jemer, se proyecta hacia los cuatro puntos cardinales para avisar al viajero
que está en el centro del universo.
Mil templos esparcidos en poco más de doscientos
kilómetros cuadrados de jungla camboyana. Entre los siglos IX y XII, una docena
de reyes jemeres edificaron, entre los montes Kulen y el lago Tonle Sap, una
sucesión de capitales, como Angkor Thom, que llegó a albergar a más de un
millón de personas en su época más floreciente.
Sus cinco torres simbolizan el centro del universo hindú.
Hay que empezar a verlo muy de mañana, cuando todavía los rayos del sol no han
hecho su aparición; está rodeado de murallas y de un foso que antaño estaba
repleto de cocodrilos y que ahora sólo se llena de agua en la época de las
lluvias. Si madrugas puedes oír los cánticos de los monjes budistas, con sus
túnicas color naranja.
La calidad artística tallada en piedra, e inspirada en el
Ramayana y en las titánicas guerras entre los hombres y los dioses bajo formas
de animales, es simplemente irrepetible, de una belleza sin igual y única en el
mundo por su tamaño: casi 1.600 metros divididos en ocho paneles.
Cabe destacar la narración que transcurre por la pared de
la galería sur, el juicio de Rama, donde se pueden apreciar las descripciones
divididas de la vida en el cielo, parte superior del mural, y en el infierno,
parte inferior. También El batir del océano de leche, donde se describe cómo
los dioses y los demonios dan caza a una serpiente para elaborar el elixir de
la vida.
Un templo importante y diferente es el de BANTEAY SREY,
templo rosa (por la piedra utilizada para su construcción), el de la mujeres,
Apsaras o bailarinas sagradas, Ninfas celestes, viva representación del eterno
femenino al que se veneraba.
Desde su comienzo, la religión hindú tuvo tres dioses
principales: Brahma el creador; Vishnú el conservador y Siva el destructor.
Trimurti que simboliza los tres estados activos del alma universal y de las
tres fuerzas eternas de la naturaleza.
No debemos dejar de mencionar la profunda veneración y
respeto de este pueblo hacia la Divinidad, erigiendo grandiosos templos para
honrar a sus Dioses, como toda humanidad religiosa.
“Porque existe en todas partes y en todo momento, Se le
llama eterno. Porque no tiene mancha ni defecto, se le llama puro.
Continuamente vibra de dicha en el corazón de todos.” Swami Muktananda
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