SPECULUM ALCHEMIAE
1-Los principios de todos Los
metales son: la Sal, el Mercurio y el Azufre.
2-El Mercurio solo, o el Azufre,
o la Sal sola, no podrían dar origen a los metates, pero unidos dan nacimiento
a diversos metales minerales.
3-Es, pues, lógico, que NUESTRA
PIEDRA FILOSOFAL debe tener inevitablemente estos tres principios.
4-El FUEGO es el Azufre de la
Alquimia; el Mercurio es el Espíritu de la Alquimia; la Sal es la maestría de
la Alquimia.
5-Para elaborar el Elixir Rojo y
el Elixir Blanco, necesitamos inevitablemente de una sustancia donde la Sal, el
Azufre y el Mercurio se hallen totalmente puros y perfectos, porque la impureza
y la imperfección de los compuestos se vuelve a encontrar en el compuesto.
6-Empero, como a los metales no
se les puede agregar sino sustancias extraídas de ellos mismos, es lógico que
ninguna sustancia extraña pueda servirnos, por lo tanto dentro de nosotros
mismos tiene que encontrarse la materia prima de la Gran Obra.
7-Nosotros perfeccionamos esa
sustancia según arte y es el Fuego Sagrado de nuestro laboratorio orgánico.
8-Esta sustancia semi-sólida,
semi-líquida, tiene un Mercurio puro, claro, blanco y rojo, y un azufre
semejante.
9-Además posee esa sustancia dos
clases de sal: una fija y una volátil.
10-ESTA MATERIA PRIMA DE LA GRAN
OBRA, ES EL SEMEN DE NUESTRAS GLÁNDULAS SEXUALES.
11-Con nuestra ciencia y mediante
el FUEGO, transformamos esta maravillosa sustancia, para que al final de la
obra, sea millones de veces más perfecta.
12-Con esta maravillosa sustancia
elaboramos el Elixir Rojo y el Elixir Blanco.
Del libro “Tratado de Alquimia
Sexual”. Cap. II
Por: Samael Aun Weor
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