LA FALSA PERSONALIDAD. Por: Samael Aun Weor
Ciertamente, existe en nosotros un elemento perjudicial que
es óbice para la adquisición de la verdadera Felicidad. Quiero referirme, en
forma enfática, a LA FALSA PERSONALIDAD. Incuestionablemente, si ésta se
desvaneciera, sólo reinaría en nuestros corazones la BIENAVENTURANZA.
Desafortunadamente, la Falsa Personalidad está
constituida por ciertos ingredientes perjudiciales. Obviamente, me refiero
ahora a LA VANIDAD Y AL ENGREIMIENTO; no hay duda de que si estos dos
“elementos” desaparecieran de la faz de
la Tierra, la vida del ser humano cambiaría totalmente.
Con el engreimiento y la vanidad se procesan muchas
causas y efectos equivocados. El ENGREIDO quiere subir al tope de la escalera,
hacerse sentir, pisotear honras, dignidades, corazones, sentimientos, sin
interesarle el dolor ajeno...
El VANIDOSO, obviamente, se siente herido cuando alguien
le lastima, y en aras de su vanidad sacrifica a otros, con tal de tener lo que
a las gentes más deslumbra: El flamante carro, la lujosa residencia, los
elegantes trajes, etc. No importa que tenga que explotar a muchos, si por ese
medio, o por distintos medios ha de conseguir el dinero necesario que le
permita mostrar al mundo su fatuidad.
Así pues, hermanos, el engreimiento y la vanidad son
gravísimos. Graves también son LOS CELOS Y LAS PREOCUPACIONES. Las
preocupaciones son semejantes, dijéramos, a LAS MOSCAS: Miles de Yoes de las
preocupaciones revolotean en la Mente, aguardando algo, como para formar
problemas. Así como las moscas se posan en forma indiscriminativa sobre la
inmundicia y sobre las comida, sobre todo lo que... ...así son también el enjambre de los Yoes de
las preocupaciones. Ellos aguardan algo en que posarse para formar
preocupaciones: Un concepto, una palabra, una idea, una teoría, cualquier cosa,
no importa qué sea. Los Yoes de las preocupaciones sólo aguardan el instante en
que puedan formar problemas, y flotan en la mente; son perceptibles para
aquellos que posean la Divina Clarividencia.
Es terrible eso: pensar, sencillamente, de que tales Yoes
se corresponden con la Falsa Personalidad (vean ustedes cuán perjudicial es la
Falsa Personalidad).
Y en cuanto a los CELOS, ¿qué diríamos? El celoso forma
“de una pulga un caballo”, hace problemas por doquiera. Si el ser amado sonríe,
ya ése es un motivo de celos para el celoso, y entonces calumnia, hiere, hace
daño. Mas no solamente existen celos pasionales, también existen otra clase de
celos: Los celos religiosos, los celos políticos, los celos de amistad (ésos
nadie los puede negar); los celos son múltiples y causan gran dolor.
Todos esos celos, todos esos Yoes de las preocupaciones,
del engreimiento (que indubitablemente es gravísimo), la vanidad que tanta
ostentación hace, y en fin, todo eso pertenece, sencillamente, a la Falsa
Personalidad.
Podrían ser felices los seres humanos, si no poseyeran la
Falsa Personalidad. Desgraciadamente, todo el mundo la posee. En ausencia de la
Falsa Personalidad viviríamos en Éxtasis, ¡cuán dichosos nos sentiríamos! Mas
desgraciadamente, las gentes todas poseen la Falsa Personalidad y eso es grave.
Es necesario que nosotros nos propongamos a DESTRUIR LA
FALSA PERSONALIDAD. Es posible esto si le hacemos la disección a los celos, a
la vanidad, a los Yoes de las preocupaciones, al orgullo, etc. Cuando uno
comprende que el engreimiento es unos de los factores más densos de la Falsa
Personalidad, se propone a hacerle la disección a ese “elemento” y lo disuelve
radicalmente.
Pensemos en lo que es la FELICIDAD DEL SER y lo que es la
Falsa Personalidad. El Ser, en sí mismo, es feliz, infinitamente dichoso.
Cuando uno elimina a la Falsa Personalidad, queda en la plenitud del Ser, goza
entonces de la Bienaventuranza. Desgraciadamente, muy pocos son los que se
preocupan por esta clase de estudios, raros son aquellos que realmente intentan
AUTOEXPLORARSE profundamente
Obviamente, mis queridos hermanos, necesitamos provocar
un cambio en nosotros. Si un mago, por obra de magia disolviera la vanidad y el
engreimiento, la gente se encontraría totalmente transformada; desgraciadamente,
no hallarían qué hacer, se hallarían desorientadas, no le encontrarían sentido
a la vida, se suicidarían, morirían; y sin embargo, hay que disolver esos dos
ingredientes: El engreimiento y la vanidad.
Pero el proceso del cambio, de la disolución, debe ser
METÓDICO, DIDÁCTICO y hasta DIALÉCTICO. De lo contrario moriríamos, nos
hallaríamos desorientados. Cuando uno comprende esto, se propone a trabajar
sobre sí mismo.
Necesitamos hacernos Conscientes, AUTOCONSCIENTES de
nuestros propios pensamientos, de nuestros propios sentimientos y de los
efectos que otros seres humanos producen en nosotros. Cuando uno comprende la
necesidad de hacerse Autoconsciente, va disolviendo entonces los factores del
engreimiento y de la vanidad, así como el de los celos y las preocupaciones. Se
procesa una transformación; obviamente ésta, nos llevaría al Despertar.
DESPERTAR ES LO FUNDAMENTAL, despertar es radical...
Los Yoes del engreimiento y de la vanidad, que
corresponden a la Falsa Personalidad, lo atrapan a uno, hacen que uno se
identifique con las cosas de este mundo, con las cosas materiales, con los
sucesos, con los distintos eventos recurrentes en el tiempo.
Uno tiene que aprender a producir la SEPARACIÓN de sí
mismo, la separación de todas las cosas: NO IDENTIFICARSE con los sucesos, con
los acontecimientos, con las cosas, con los eventos, etc., porque esta
identificación le absorbe, le vampiriza a uno la Conciencia y la sumerge, en
realidad, más profundamente. De manera que necesitamos que nuestra Consciencia despierte,
lo cual es posible haciendo la separación entre nosotros y las cosas, los
eventos, los sucesos...
Así, mis hermanos, debemos volvernos AUTORREFLEXIVOS,
AUTOCONSCIENTES. Obviamente, el trabajo de desintegración de los “elementos” de
la Falsa Personalidad, suele ser a veces muy difícil y esto no lo podemos
negar. Nosotros quisiéramos desintegrar ciertos “elementos” y “subelementos” de
la Falsa Personalidad, con el propósito de conseguir la Felicidad a la cual
tenemos derecho, pero desgraciadamente (eso es lo grave), a veces sentimos que
nos estancamos.
Hay YOES y “elementos”, “agregados” o “subelementos” de
la Falsa Personalidad muy DIFÍCILES DE DESINTEGRAR; entonces necesitamos
revestirnos de suma paciencia, si es que en verdad queremos avanzar.
A medida que nosotros ahondamos más y más dentro de sí
mismos, vamos descubriendo también, que existen en nosotros ciertos agregados
psíquicos, inhumanos, muy difíciles de pulverizar. No debemos impacientarnos, y
máxime cuando, en realidad de verdad, NO HEMOS PAGADO el precio del avance.
Desintegrar a veces ciertos “elementos” difíciles, es
posible cuando uno paga. Es también absurdo querer desintegrar ciertos
“subelementos” en forma inmediata, sin haber pagado. Recuerden ustedes que
tales o cuales agregados inhumanos, personificando errores, se hallan, en
verdad, íntimamente RELACIONADOS CON CAUSAS EQUIVOCADAS, y éstas a su vez, con
el KARMA.
Así pues, no se extrañen ustedes si alguna vez se
encuentran estancados en tal o cual “elemento”; es evidente que está él
incluido, vinculado a tal o cual MALA CAUSA. Malas causas producen malos
efectos, y esas malas causas o YOES-CAUSA, a su vez, se encuentran vinculados a
la Ley del Debe y el Haber, a la Ley del Karma. En esos casos SE NECESITA
PAGAR, para poder desintegrar estos o aquéllos “elementos” difíciles.
No solamente se paga con DOLOR, el karma se puede pagar
también con BUENAS OBRAS; y hasta se puede lograr el perdón mediante el SUPREMO
ARREPENTIMIENTO, y entonces los Yoes-Causa se disuelven.
La Impaciencia en estos estudios perjudica a nuestros
neófitos; si éstos quieren realizar avances serios deben VOLVERSE SERIOS. No es
concebible un hombre serio que no haya adquirido la PACIENCIA. El Cristo Jesús
dijo: “En paciencia poseeréis vuestras Almas”. Muy buena dosis de paciencia se
necesita cuando nos estancamos en tal o cual Yo. Por eso es urgente volvernos
más conscientes de sí mismos, en pensamiento, en sentimiento, en la palabra...
Distingamos nosotros entre lo que es la PLÁTICA,
propiamente dicha, y lo que es la CHARLA. La charla y el charlatán son lo
mismo; por eso en nuestros estudios no debemos aceptar jamás la palabra
“charla”, o “charlatán” para nuestros conferencistas.
Nosotros no damos charlas; yo aquí no estoy charlando con
ustedes, no señor; yo soy un hombre serio que no he venido a charlar; he venido
a platicar con ustedes, que es diferente. La charla es para los charlatanes y
la plática la encontramos en los “Diálogos” de Platón, en las pláticas que
sostenía Sócrates con sus discípulos.
Ya ampliamente se ha hablado sobre esto, y bien valdría
la pena estudiar “La República” de Platón; así podríamos hacer una clara
diferenciación entre lo que es la plática y lo que es la charla de los
charlatanes.
La charla es algo mecánico por naturaleza; el charlista o
charlatán, el que da charlas, es el individuo que no tiene Conciencia de lo que
está diciendo, habla mecánicamente.
La plática es otra cosa: Plática es la de un Sócrates con
sus discípulos, en su Academia, o la de un Platón en los Misterios de Eleusis;
eso es la plática, allí hay reflexión. En este caso, quien platica, quien da la
Enseñanza, habla por reflexión profunda, por REFLEXIÓN EVIDENTE DEL SER; escoge
las palabras adecuadas para cada idea, y así reviste a las ideas con palabras
exactas (resultado evidente de la Autorreflexión del Ser).
Quien platica, quien da la Enseñanza Esotérica, Gnóstica,
en modo alguno discurriría mecánicamente. Observen ustedes que los hombres
reflexivos, cuando platican, lo hacen evidentemente concentrados, escogen los
términos exactos para revestir las ideas trascendentales del Ser.
Así pues, debemos HACERNOS CONSCIENTES DE LA PALABRA;
también debemos volvernos conscientes de nuestros SENTIMIENTOS y de nuestros
PENSAMIENTOS.
No hay duda de que en nosotros existen los CINCO CENTROS
principales de la máquina orgánica: El Intelectual, el Emocional, el Motor, el
Instintivo y el Sexual. El Intelectual está ubicado en el cerebro; el Centro
Motor, en la parte superior de la espina dorsal; el Emocional,
incuestionablemente en el corazón, Plexo Solar y Centros Simpáticos nerviosos;
el Instintivo, en la parte inferior de la espina dorsal, y el Sexual,
propiamente dicho, en el sexo (ésos son los cinco Cilindros de la máquina
orgánica).
Nosotros debemos aprender a MANEJAR NUESTROS CENTROS, si
es que queremos vivir conscientemente. Un gran Sabio decía que “deberíamos usar
también las partes inferiores de los Cinco Centros del Ser”...
A muchos se les hará extraño, cómo es que un Sabio
aconseje (y me refiero en estos momentos, en forma categórica a Ouspensky),
USAR TAMBIÉN LAS PARTES INFERIORES de los distintos Centros de la máquina
orgánica; pero así es. Estos nos ponen en relación con la vida práctica, con
los hechos concretos de la existencia. Sabiéndolos manejar, evitamos el
derroche innecesario de Energía.
Sería absurdo utilizar las partes inferiores de los
distintos Centros de la Máquina cuando se deberían utilizar la parte superior
de los distintos Centros de la Máquina, o viceversa. Sería absurdo usar los
Centros Superiores, cuando se deberían usar los Inferiores; o en otros
términos, usar la parte superior de los Centros cuando se debería usar la parte
inferior.
Un ejemplo concreto: Supongamos que alguien está ocupado
en un oficio baladí, sin importancia, en un momento dado; y que en ese momento
está terriblemente concentrado en ese oficio tonto y que ha puesto en juego lo
mejor de su Mente y de su Voluntad para hacer esa tontería. Allí hay un derroche
inútil de Energías. Para hacer una tontería, bastaría ocupar la parte inferior
de los Centros de la máquina orgánica; eso es obvio. Y así se evitaría el
derroche inútil de Energía.
Quien quiera aprender a eliminar, dijéramos, los factores
perjudiciales de la Falsa Personalidad, debe manejar los Cinco Centros
orgánicos, y saberlos manejar... Es necesario también SABER USAR LAS ENERGÍAS
que fluyen por el interior del organismo humano. Por ejemplo, un mal uso de las
Energías lo tenemos en el pensamiento excitado; una Mente excitada está
funcionando mal...
Obviamente, el Centro Intelectual y el Emocional, si
trabajan en forma coordinada y maravillosa, se vuelven productivos, realizan
obras espléndidas, marchan bien. Pero, ¿qué tal si la Mente se encuentra
excitada por la Energía Sexual o por la Energía del Centro Instintivo, o por la
Energía Centro Motor?
En este caso, la Mente está excitada, está funcionando
mal. ¿Qué habría que hacer? Profundizarnos en el Centro Mental para PONER ORDEN
dentro de la Mente, sacarla del estado de excitabilidad y pensar con entera
serenidad y lógica (no me refiero a la Lógica Formal, sino al “TERTIUM
ORGANUM”, a la Lógica Superior).
Así que la Mente excitada está funcionando
incorrectamente; nosotros necesitamos aprender a manejar correctamente los
Centros de la Máquina, si es que queremos, en verdad, eliminar los elementos
indeseables de la Falsa Personalidad. Existen muchos Yoes mecánicos, inútiles,
en los Cinco Centros de la máquina, que hay que eliminar; Yoes de muchas
tonterías que deben ser eliminados: el engreimiento, la vanidad, que dentro de
la Falsa Personalidad originan (desde sus profundidades) ciertas acciones que
resultan totalmente equivocadas y perjudiciales.
¡Vean ustedes cuán necesaria es la Autoexploración de sí
mismo, cuán indispensable es Autoexplorarse!
Conforme vayamos desintegrando lo que debemos desintegrar
(los ingredientes de la Falsa Personalidad), se irá produciendo una
transformación didáctica, dialéctica, y la resultante de eso, de tal
transformación, viene a ser la CONCIENCIA DESPIERTA, lúcida.
Cuando uno, en verdad, establece esta Enseñanza en su
Mente y en su Corazón, comprende la necesidad de SACRIFICAR MUCHAS COSAS, la
necesidad de LUCHAR por muchas cosas. Hay necesidad de Sacrificar mucho, mucho,
para conseguir la transformación de Fuerzas; sacrificar lo que es más grato en
la vida del hombre, del ser humano, es indispensable, en verdad, cuando queremos
transformarnos
¿Qué se entiende por “TRANSFORMACIÓN”? Convertirnos en
una CRIATURA DIFERENTE, en una criatura que corresponde más bien al PERÍODO
SOLAR (eso es transformación). Pero no podríamos alcanzar tal transformación si
no tuviéramos paciencia. Repito lo que dijo el Cristo: “En paciencia poseeréis
vuestras Almas”...
El impaciente queda estancado y fracasa para siempre. Yo
no digo que ustedes no pasen por procesos de estancamiento, obviamente habrá
esos procesos, pero si se revisten de la paciencia, saldrán de tales estados.
Necesitamos volvernos MÁS PROFUNDOS EN EL PENSAR. ¿A qué
se parecería la gente superficial? La gente superficial es como los pozos
aquellos que se forman en los caminos; en los charcos sin fondo las aguas se
pudren y sólo queda el lodo.
Y las gentes del profundo pensar, ¿a qué se parecerían? A
los lagos profundos. Allí palpita la vida, allí viven los peces...
Necesitamos volvernos muy profundos para descubrir tantas
y tantas cosas que tiene la Falsa Personalidad. Lo más grave es que si uno se
identifica con la Falsa Personalidad, si vive en ella, pues, entonces fracasa,
y a la larga, tendrá que involucionar en el tiempo, dentro de los Mundos
Infiernos.
Si reflexionamos hondamente, mis caros hermanos,
descubrimos dentro de sí mismos...
...Quebrantar causas erróneas que sirven de basamento a determinados
agregados psíquicos, dificilísimos de desintegrar; comprender esto es vital.
Pero ¿cómo quebrantaríamos las causas equivocadas,
aquellas que nos hacen permanecer estancados en un punto, y de ahí no salimos
por más que quisiéramos? Se necesita, forzosamente, de la DISECCIÓN ANALÍTICA
DEL ERROR que nos mantiene estancados, del estudio profundo, relacionado con
tal agregado psíquico, y del SUPREMO ARREPENTIMIENTO, del SUPREMO DOLOR.
Hay algo que siempre les he venido repitiendo a ustedes
aquí, y es verdad: “La desintegración de tales o cuales errores en nosotros, no
es cuestión meramente intelectual, del intelecto; hay que pasar a veces por
GRANDES CRISIS EMOCIONALES, y llegar a derramar lágrimas de sangre, cuando, en
verdad, se quiere la transformación”. Entonces así, logra producirse la
desintegración de tal o cual agregado difícil.
Por lo común, esos agregados difíciles, repito, tienen
causas muy graves; tales causas, o Yoes-Causa (para ser más enfático), se
relacionan en forma directa con la Ley, con el karma. Es posible lograr el
perdón de ciertas deudas cuando el arrepentimiento es sincero.
En cierta ocasión, me dirigía yo a mi MADRE DIVINA
KUNDALINI; ella, la Serpiente Sagrada de los Grandes Misterios, estaba
enroscada en una columna, conservando su cabeza de tipo humano. Le supliqué
perdón, pues, obviamente luchaba por la revalorización de ciertos Principios
Étnicos en mí mismo, por la revaluación de ciertos Valores Místicos, por la
regeneración del Oro Espiritual. La respuesta de ella fue definitiva:
– Estáis perdonado, hijo mío, te perdono; ya TRES VECES
TE HE PERDONADO...
Ciertamente, en la ANTIGUA TIERRA-LUNA, durante el
Maha-Manvantara de “Padma” o “Loto de Oro”, había sido ya perdonado; en el
CONTINENTE MU, otrora situado entre las embravecidas olas del Pacífico, había
sido perdonado; y AHORA, por tercera vez, necesitaba perdón. Pero añadió la
Serpiente Sagrada:
– En una de ésas, la segunda vez que os perdoné
–refiriéndose al Continente Mu–, tu karma era tan grave, que francamente, a
pesar que yo te perdoné, no me atreví a penetrar en el Palacio de los Señores
del Karma, porque me hubieran pisoteado los Señores de la Ley; sin embargo te
perdoné.
– Gracias, Madre –fue mi respuesta–...
Así, la Víbora Sagrada de los Antiguos Misterios, la
Princesa Kundalini, perdona. Cuando uno se encuentra en el máximo grado de
estancamiento en que “ni para atrás ni para adelante”, cuando no anda en
ninguna forma, pues, no le queda más remedio que implorar el perdón a Devi
Kundalini, a fin de que ella pueda desintegrar determinadas causas equivocadas
o Yoes-Causa. Aniquilando las mismas, los efectos se anulan.
Así es que hay que tener paciencia para realizar el
Trabajo. Lo importante para nosotros todos, es lograr, en verdad, la
transformación, y es posible lograrla cuando en verdad se tiene paciencia; el
impaciente no avanza ni una pulgada en estos estudios. El impaciente debe
luchar por eliminar el Yo de la impaciencia...
En todo caso, mediante la ANIQUILACIÓN BUDISTA, mediante
la desintegración de toda clase de elementos inhumanos o subhumanos,
perjudiciales, se consigue que la Esencia o Conciencia quede completamente
desembotellada, despierta, en ausencia de la Falsa Personalidad, confiriéndonos
algo que se llama “Bienaventuranzas”. La Bienaventuranza hay que lograrla, aquí
y ahora, mediante la transformación radical.
A través de todo esto, es cómo muchos hermanos van
comprendiendo, sintiendo la necesidad del cambio. Es lamentable que muchos, en
realidad de verdad, no tengan CONTINUIDAD DE PROPÓSITOS; unos perseveran por un
tiempo y luego se cansan, abandonan el Trabajo sobre sí mismo y así no
consiguen, en verdad, ninguna transformación. Para conseguirla, se hace
indispensable la continuidad de propósitos.
Necesitamos vivir en estado de AUTOOBSERVACIÓN, continua...
Mediante la Auto observación, uno descubre todos los procesos de la vanidad y
del engreimiento; entonces puede ya, con tales datos, trabajarlos, trabajar
todo eso, a esa vanidad y a ese engreimiento, pulverizarlos
Es difícil que alguien permanezca en Auto observación de
día y de noche, constantemente; es difícil hallar en alguien así. Cuando uno
persevera en verdad, quebranta a los Yoes y libera a la Conciencia, la vuelve
refulgente, la torna despierta.
Se necesita cambiar, mis queridos hermanos; urge el
cambio y esto no es posible si continúa existiendo en nosotros la Falsa
Personalidad.
Quiero que ésta plática les sirva a ustedes para la
Autorreflexión. Recuerden: “En paciencia poseeréis vuestras Almas”, en
paciencia llegaréis al despertar...
Necesitamos hacernos consciente de nuestros propios
pensamientos, hacernos conscientes de nuestros propios sentimientos, hacernos
conscientes, en realidad de verdad, del efecto que nos producen las gentes que
nos rodean. Necesitamos volvernos consciente del ambiente del ambiente en que
vivimos y de las relaciones que tenemos con el medio ambiente; necesitamos
hacernos consciente de las relaciones que tenemos con nosotros mismos, pues,
mientras continuemos existiendo como máquinas inconscientes, nada estamos
haciendo. Necesitamos dejar de ser máquinas...
Así pues, mis caros hermanos, hasta aquí mi plática de
esta noche
Samael Aun Weor
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