miércoles, 1 de agosto de 2012

LA APLICACIÓN DEL TRABAJO A UNO MISMO



LA APLICACIÓN DEL TRABAJO A UNO MISMO

Comenzaré repitiendo una vez más que si se sigue pensando en la enseñanza-Trabajo desde los puntos de vista de la vida y segun la manera en que siempre se pensó acerca de la vida, no penetrará en nuestra mente.

Esto quiere decir que El Trabajo será incapaz de cambiar nuestra mente.

No cambiará nuestra manera habitual de pensar, nuestros hábitos de pensamiento.

Pero si se piensa seriamente acerca de la vida segun las ideas que enseña El Trabajo, nuestra mente cambiará, y se iniciará la primera etapa de nuestra regeneración —llamada metanoia, o cambio de mente, o cambio de pensar, o nuevo pensar—.

En los Evangelios es siempre incorrectamente traducido por "arrepentimiento" —"arrepentíos", donde debiera ser "Cambiad vuestra manera de pensar, cambiad vuestra mente, pensad de una nueva manera"—.

Ahora bien, la mente sensual, basada en las apariencias, no es un suelo en el cual pueda crecer El Trabajo.

Por cierto ahogará al Trabajo —como prosigue haciéndolo en muchas gentes que lo han escuchado durante mucho tiempo sin haber entendido cosa alguna—

Nunca empiezan con una idea-Trabajo y piensan segun ella.

Por ejemplo, no entienden la idea-Trabajo: “nuestro Ser atrae nuestra vida” ni piensan segun ella.

Siguen viendo la vida como algo que está separado de ellos mismos y que a menudo los trata mal.

Siguen pensando como antes, nunca viendo que la culpa esta en ellos.

Y así, de la misma manera, ninguna de las ideas-Trabajo produce efecto alguno sobre su mente porque no creen en ellas —o, si prefieren, no las creen—.

Porque si creyeran en ellas empezarían a pensar desde las ideas-Trabajo y su mente cambiaría y observarían su Ser y verían en ellos mismos la causa de los errores que cometieron.

A medida que llegaran a ser más conscientes de lo que está en ellos y vieran que son culpables, su Ser empezaría a cambiar y su vida ya no atraería la misma infelicidad o desastres.

Todo esto tendría lugar cuando esta idea-Trabajo fuera aprehendida por la mente y se le permitiese ejercer su poder sobre ella y modificarla.

Ahora bien, aquí, por ejemplo, tenemos a una persona que siempre parece estar confundida, que va de un lado para otro en una perpetua prisa, que parece preocupada y por lo general se queja de ser desdichada.

Supongamos que dicha persona escucho muchos años El Trabajo.

¿Qué es lo que anda mal?

Ninguna de las ideas del Trabajo ha penetrado en su mente.

Su mente esta como estaba antes.

Piensa como siempre lo hizo.

De resultas de ello, no se hace ningún esfuerzo-Trabajo, ni puede hacerlo.

La aplicación de las ideas-Trabajo a uno mismo nunca se hace —quizá ni siquiera se sueña.

Se presta atención a la idea de que es preciso conectar el Trabajo consigo mismo de vez en cuando, se reconocen las palabras, PERO NADA SE HACE y las ideas del Trabajo y su significado no son pensados.

Ahora bien, a todos nos enseñan que hay tres líneas de Trabajo —el Trabajo sobre si, el trabajo con otros, y el trabajo que ayuda al Trabajo—.

Son todas necesarias.

En cuanto a la primera línea, el trabajo sobre si, hay dos ramas —el trabajo sobre el conocimiento del Trabajo y el trabajo sobre el propio Ser.

EN LA PROPORCIÓN EN QUE SE APLICA NUESTRO CONOCIMIENTO DEL TRABAJO SOBRE NUESTRO SER, MEDIANTE EL VINCULO DE LA AUTO-OBSERVACIÓN SIN JUSTIFICARSE, SE LOGRA LA COMPRENSIÓN, LA COSA MÁS VALIOSA Y PODEROSA QUE SE PUEDA GANAR.

Pero, ¿cómo esto es posible si nunca se piensa con la propia mente acerca del conocimiento que enseña El Trabajo y así se puede cambiar nuestra manera de pensar?

Empero la gente se sorprende cuando se le dice que debe pensar por sí misma acerca de las ideas-Trabajo —si, y pensar mucho y eventualmente nunca dejar de pensar de esta nueva manera—.

Es preciso usar la mente en este Trabajo.

El Trabajo se inicia con la mente.

No se puede trabajar sobre la línea de Conocimiento del Trabajo a menos de usar la mente activamente.

Y no se puede cambiar el Ser excepto mediante la aplicación de este Conocimiento a él.

Es preciso ver en la propia mente —en el gradual formarse de la nueva mente-Trabajo— que hemos de trabajar sobre nuestro Ser.

¿Sobre qué, de paso, están ustedes trabajando ahora?

No sirve de nada el trabajo ciego, el esfuerzo estúpido ni el querer trabajar mañana.

EL TRABAJO INTELIGENTE está basado en algo que se observa hoy, ahora, en uno mismo, algo que el Conocimiento del Trabajo nos enseña que es aquello sobre lo cual debemos trabajar.

Por ejemplo, ¿observa, hoy, ahora, que está gastando mucha energía nerviosa en el considerar interno?

Pues bien, aquí tiene algo sobre lo cual debe trabajar ahora eliminando de ello el sentimiento de Yo.

"El Trabajo se inicia con la mente tal como lo hacen los Evangelios.

Se inicia con el cambio de mente, con ver las cosas diferentemente, con una nueva enseñanza, con nuevas ideas.

A no ser que esto tenga lugar, a no ser que empecemos a ver, mentalmente, nosotros mismos y la vida de una nueva manera, no podremos trabajar sobre los otros centros de una manera inteligente.

Puedo estar de cuclillas todo el día; puedo negarme a comer; puedo someterme a los mayores tormentos físicos como un faquir —pero el resultado será siempre inútil porque no está vinculado con mi comprensión, y así no conducirá a ningún desarrollo interior.

Pero si empiezo con mi mente y observo, digamos, como me preocupan las cosas, de qué manera me preocupan las cosas, y me pregunto por qué me preocupan las cosas de esa manera, y pienso en El Trabajo, empezaré a tener algún discernimiento de la cosa que siempre di por sentado que era indisputablemente yo mismo y siempre tenia razón, a lo cual doy el nombre de mente.

Veré que mi mente, tal como es, con su montoncito de piedras, es una cosa cómica, limitada y algo de lo cual no puedo decir que siempre tiene razón.

De hecho, empezaré a ver que es muy posible que mi mente este equivocada y todas mis ideas también lo sean y que, en un sentido, tengo que librarme de esa forma de mi mente, de esa mezquina manera de pensar acerca de todo, y así de esa manera de preocuparme.

Imagínese que en un momento en que está muy preocupado viene alguien y le dice: '¿No ve que la razón por la cual se preocupa tanto es que hay algo que no anda en su mente, y que usted se preocupa equivocadamente y debería tratar de cambiar su mente de una manera por completo nueva acerca de esa cosa por la que tanto se preocupa?'

No caben dudas que usted se enfadará mucho.

Ahora bien, trate de mirar en profundidad esa cuestión de preocuparse por las cosas y vislumbre que hay algo en su mente que lo hace preocuparse de esa manera, algo en sus pensamientos, que solo provienen de la mente, tal como son, porque mientras su mente este formada de esa manera siempre producirá la misma clase de pensamientos.

Quiero decir, trate de ver que se preocupa por las cosas, a causa del montón de piedras que toma por su única mente."

Maurice Nicoll

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