LO NO MANIFIESTO ES CAUSA DE LO MANIFIESTO
El Rayo de la Creación y LA TABLA DE HIDRÓGENOS que deriva
de él son diagramas que se refieren a la Escala de Ser.
Para lograr una correcta comprensión del Universo,
debemos considerarlo como UNA ESCALA DE SER, superior e inferior.
Por ejemplo, el Ser y la Inteligencia representados por
el Sol físico están en un nivel muy superior al del Ser de la Tierra.
Similarmente, el Ser e Inteligencia del HIDRÓGENO 12 es
mucho más grande, más extenso, capaz de mayor entendimiento y comprensión que
el del HIDRÓGENO 48.
De esto se sigue que una cosa cualquiera —digamos, una
obra de arte— en la cual entra el HIDRÓGENO 12 está en un nivel más elevado que
aquella en la cual sólo entra el HIDRÓGENO 48, y por lo tanto es menos
perecedera.
Cabe observar que los Evangelios aun tienen significado.
Examinaremos hoy que, en la Escala de Ser, lo que está en
un nivel superior es la causa de lo que está en un nivel inferior.
Cabe entender que lo inferior no puede actuar sobre lo
superior, si bien lo superior si puede actuar sobre lo inferior.
Si fuese de otro modo, todo el principio del Rayo de la Creación
sería violado y en lugar de un orden en escala descendente habría el caos.
Ahora bien, lo superior no se manifiesta a lo inferior,
sino que lo inferior se manifiesta a lo superior.
Nada tiene lugar en un hombre sin que haya una causa del
mundo no manifiesto, pero no lo percibimos.
El pensamiento no manifestado, por ejemplo, es la causa
de la acción manifestada.
La idea en la mente del arquitecto es la causa de la casa
que llega a ser manifiesta.
Y, como lo muestra la Tabla de Hidrógenos, la Tierra no
manifiesta precede en escala a la Tierra misma.
Ahora bien, lo que precede en escala es más elevado que
lo que viene después.
De ello se sigue por tanto que la causa de una cosa está
a un nivel superior que la cosa misma.
En el Rayo de Creación, que es una Escala de Ser, el
Absoluto es lo más elevado y así la Causa Suprema.
En la Tabla de Hidrógenos, la Tierra No Manifiesta está
en escala más alta que la Tierra Manifiesta.
Así, similarmente, la idea de una casa en la mente del
arquitecto está a un nivel superior que la casa que llega a manifestarse
eventualmente en el Tiempo y el Espacio.
La idea llega a ser manifiesta, pero en orden inverso a
su concepción.
Con la idea completa de una casa en la mente, el
arquitecto debe empezar con un ladrillo, por así decirlo.
Debe comenzar por la más pequeña parte manifiesta para
llegar al todo.
Este hecho, que tan rara vez se capta, hace que mucha
gente abandone una idea demasiado fácilmente.
Tienen una buena idea pero NO CALCULAN LA SEGUNDA FUERZA implicada
en el manifestarse de esta idea, lo cual incluye, por así decir, un proceso
invertido y experimentación y paciencia.
Reflexionen sobre la paciencia que demandó la creación
del Hombre Manifiesto —el inmenso ciclo de experimentos sobre los animales y la
vida vegetal, etc., antes que el cuerpo y el cerebro manifiestos del Hombre
pudieran ser modelados.
Entiendan que el Hombre No Manifiesto precedió al Hombre
Manifiesto, de igual modo que la Tierra No Manifiesta precedió a la Tierra
Manifiesta.
Recuerden que la Esencia del Hombre proviene de las
estrellas.
Proseguiremos ahora con lo que es inferior o superior en
los centros, y esto nos conduce en la práctica a la observación de los centros
y al Centro Pensante al que luego nos referiremos.
Todos los centros pueden trabajar en un nivel bajo.
Nos dicen que debemos observar el trabajo de nuestros
centros y aprender a distinguirlos uno de otros.
Ahora bien, si no observamos nuestros pensamientos éstos
pueden, y lo hacen, liberarse a toda clase de manifestaciones desagradables que
evitaríamos si estuviéramos más despiertos.
UN PENSAMIENTO NO ES MANIFIESTO, PERO CONDUCE A LA
ACCIÓN.
Estoy empleando este término para decir que no es
posible, no es tangible, no es evidente para los cinco sentidos exteriores.
Una acción es manifiesta: la causa de una acción puede
descansar en UN PENSAMIENTO QUE ES ACEPTADO como verídico.
Dije que nada tiene lugar en un hombre sin que haya una
causa en lo no manifestado.
Si un pensamiento entra en la mente —y esto lo hace desde
un No Manifiesto aún superior— y si uno se identifica con dicho pensamiento, llegará
a ser la causa de alguna acción, o dolor, o enfermedad.
Identificarse con un pensamiento, aceptarlo.
Si lo acepta, luego tiene poder para convertirse en
acción.
Esto es, firma el cheque —o, para cambiar la analogía,
pone la carta en el correo— un tema familiar en los sueños.
Es lo mismo que escribir una carta real y luego vacilar
antes de echarla al correo.
Una vez que se lo hizo, hay que pagar las consecuencias,
que ya están fuera de nuestro control.
Toda persona puede tener un pensamiento negativo.
Pero si cede a él, si lo expresa —esto es, si lo echa al
correo— está bajo su poder y todas sus consecuencias.
Este es un tema que merece reflexión.
Un pensamiento negativo puede entrar en la mente.
Es posible, si uno está despierto, vigilarlo —pero no
estrecharle la mano— NO CEDER A ÉL —sino, de hecho, agotarlo—.
Una vez que el pensamiento sabe que no puede seducirnos,
ni inducirnos a dormir, ni hipnotizarnos —con su lamentable modo de ser— luego,
no hay duda alguna que ya no se presentará otra vez al teatro de nuestra mente.
Ahora bien, los pensamientos visitan, como pájaros, la
jaula de nuestra mente.
Algunos son maravillosos.
Toda suerte de pensamientos entran en nuestra mente —en
diferentes escalas— con diferente Ser —provenientes de diferentes niveles en la
Escala de Ser.
Para comprender todo esto, para ser capaz de observarlo,
es preciso haber trabajado duramente observando el Centro Pensante y la clase
de pensamientos que entran en él.
La mayoría de los pensamientos que entran libremente son
por completo inútiles —mera pacotilla—.
Mientras uno no sea capaz de descubrir la calidad de los pensamientos
que entran en la mente se seguirá durmiendo en el Centro Intelectual.
Será víctima de todos, de cualquier persona.
Al menos es preciso aprender a distinguir en la vida
exterior los criminales, los bandidos, la gente malvada, los vagabundos, los
lunáticos y la gente de buena voluntad.
Sí, pero internamente la gente no suele hacerlo.
¿Por qué?
Porque no tienen idea alguna de que ESTÁN ABIERTOS A LA VIOLENCIA tanto dentro como fuera.
No tenemos sistema de pensamientos, ni enseñanza, de
hecho, nada, que nos haga conocer cómo actuar interiormente.
No sabemos sobre qué cosa hemos de trabajar interiormente
—salvo que ignoramos poseer una vida interior y que nuestra tarea estriba en
ponerla en orden.
Así tenemos que oír, pensar y ver la verdad de otra clase
de enseñanza que se refiere a nuestra interioridad.
Porque el estado en que se está interiormente puede ser
tanto en el cielo como el infierno.
Por eso el Trabajo dice: "LO PRIMERO QUE DEBE
CAMBIAR ES LA MENTE. Hay que pensar de una manera nueva. Este Trabajo se
propone hacernos pensar de una manera nueva."
Y todos ustedes recordarán que en los Evangelios se
enseña la misma cosa con la palabra μετάνοια (metanoia)—esto es, pensar más
allá de lo que se piensa al presente— es decir, cambiar la mente.
La mente no puede cambiar sin que haya nuevas ideas desde
las cuales pensar.
Soy incapaz de explicarles el cambio de mente que se
opera al contemplar y comprender gradualmente que el Universo es una Escala de
Ser y que LO NO MANIFIESTO ES LA CAUSA DE LO MANIFIESTO.
Por eso les aconsejo reparar continuamente en sus
pensamientos y separarse de cualquier pensamiento que puede inducirles a ser
negativos.
Si se piensa mal, si se piensa negativamente, todo se
convertirá en acción o en enfermedad.
Es posible trabajar mucho sobre el control del
pensamiento y la distinción entre pensamiento negativo y pensamiento útil.
Cada acontecer puede ser tomado negativamente mediante
algún pensamiento que se refiera a él.
Los aconteceres nos son ofrecidos a cada momento.
Si no repara en su pensamiento, si no puede ver su pensamiento,
es probable que tome negativamente cada acontecer.
Recuerde que el pensamiento puede ser observado y que no
se debe permitir que infecte el Centro Emocional.
Pero si está identificado con él, despertará la parte negativa
del Centro Emocional con todas sus inacabables desdichas.
Maurice Nicoll
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