UN NUEVO CONOCIMIENTO.
Encontré que para muchos su mayor dificultad era el darse
cuenta de que verdaderamente habían oído cosas nuevas; esto es, cosas que nunca
antes habían oído.
No se lo formulaban a sí mismos, pero de hecho,
cualquiera fuese el tema, trataban siempre de contradecir esto en sus mentes y
de traducir lo que oían a su lenguaje habitual.
Por supuesto, yo no podía tomar en cuenta esto.
Sé que no es cosa fácil el darse cuenta de que uno está
oyendo cosas nuevas.
Estamos tan acostumbrados a las viejas canciones y a los
viejos motivos, que hace ya mucho tiempo que hemos dejado de esperar y dejado
de creer que pueda existir algo nuevo.
Y cuando oímos cosas nuevas, las tomamos por viejas o
creemos que pueden ser explicadas e interpretadas por las viejas.
Es cierto que es tarea difícil el darse cuenta de la
posibilidad y necesidad de ideas totalmente nuevas, y con el tiempo necesita
una revalorización de todos los valores convencionales.
No puedo garantizar que encontrarán desde el principio
ideas nuevas, esto es, ideas que nunca antes habían oído; pero si son pacientes
muy pronto comenzarán a reparar en ellas.
Para entonces les deseo que no las pierdan y que no
traten de interpretarlas de la vieja manera.
¿Qué es psicología?
La psicología es el estudio de los principios, leyes, y
hechos de la posible evolución del hombre.
¿Qué se quiere decir con evolución?
En este caso la evolución del hombre querrá decir el
desarrollo de ciertas cualidades y rasgos interiores que generalmente permanecen sin crecer y que no pueden desarrollarse por sí solos.
La experiencia y la observación muestran que ese
desarrollo es posible sólo en ciertas condiciones determinadas, con esfuerzos
de cierta clase por parte del hombre mismo, y con ayuda suficiente de aquellos
que comenzaron antes un trabajo similar y que ya han obtenido un cierto grado
de desarrollo, o por lo menos cierto conocimiento de los métodos.
Tenemos que comenzar con la idea de que sin esfuerzos es
imposible la evolución y sin ayuda, igualmente, es imposible.
Después de lo cual tenemos que comprender que, en el
camino del desarrollo, el hombre tiene que hacerse un ser diferente, y tenemos
que aprender y comprender en qué sentido y en qué dirección el hombre tiene que
hacerse un ser diferente; es decir, qué significa ser un ser diferente.
Luego tenemos que comprender que no todos los hombres
pueden desarrollarse y llegar a ser seres diferentes.
La evolución es cuestión de esfuerzos personales, y en
relación con la masa de la humanidad la evolución es una rara excepción.
¿Qué significa que en el camino de la evolución el hombre
tiene que llegar a ser un ser diferente?
¿Qué quiere decir un "ser diferente"?
¿Cuáles son las cualidades o rasgos interiores que pueden
ser desarrollados en el hombre, y cómo se puede lograr?
¿Por qué no se pueden desarrollar todos los hombres y
llegar a ser seres diferentes?
¿Por qué tal injusticia?
Trataré de contestar a estas preguntas y comenzaré por la
última.
¿Por qué no se pueden desarrollar todos los hombres y
llegar a ser seres diferentes?
La respuesta es muy sencilla.
Porque no lo quieren.
Porque no saben nada acerca de ello y, aunque se les
diga, sin una larga preparación, no podrán comprender lo que significa.
La idea principal es que para hacerse un ser diferente un
hombre debe quererlo mucho y por muy largo tiempo.
Un deseo pasajero o vago, basado en el descontento con
las condiciones exteriores, no creará el impulso suficiente.
La evolución en el hombre, depende de su comprensión de
lo que puede conseguir, y de lo que tiene que dar para ello.
Si el hombre no lo quiere, o si no lo quiere con
suficiente intensidad, y no hace los esfuerzos necesarios, nunca se
desarrollará.
De manera que en esto no hay injusticia.
¿Por qué debería tener lo que no quiere?
Si al hombre se le forzara a convertirse en un ser
diferente, cuando está satisfecho de lo que es, esto si sería entonces
injusticia.
Ahora preguntémonos qué significa un ser diferente.
Si consideramos todo el material que podamos conseguir,
que se refiera a esta proposición, encontramos la afirmación de que al hacerse
un ser diferente el hombre adquiere muchas nuevas cualidades y poderes que no
posee ahora.
Esta es una afirmación común encontrada en toda clase de
sistemas que admiten la idea de un crecimiento psicológico o interior del
hombre.
Pero esto no es suficiente.
Aun la descripción más detallada de estos nuevos poderes
no nos ayudará en forma alguna a comprender cómo aparecen ni de dónde vienen.
En las teorías generalmente conocidas falta un eslabón,
aun en aquellas que acabo de mencionar que están basadas en la idea de la
posibilidad de la evolución en el hombre.
La verdad es que antes de que el hombre adquiera
cualesquiera nuevas facultades o poderes, que no conoce ni posee ahora, tiene
que adquirir facultades y poderes que tampoco posee, pero que se arroga a sí
mismo; es decir, que cree que las conoce y que las puede usar o controlar.
Este es el eslabón que falta, y éste es el punto más
importante.
Por el camino de la evolución, que ha sido descrito como
un camino basado en el esfuerzo y en la ayuda, el hombre debe adquirir
cualidades que cree que ya posee, pero sobre las cuales se engaña a sí mismo.
Para poder comprenderlo mejor, y saber qué facultades y
poderes puede adquirir el hombre, tanto completamente nuevos como inesperados,
y también aquellos que se imagina que ya posee, tenemos que partir del
conocimiento general que tiene el hombre de sí mismo.
Y así llegamos, de inmediato, a un hecho muy importante.
El hombre no se conoce a sí mismo.
No conoce, ni sus propias limitaciones, ni sus propias
posibilidades.
Ni siquiera conoce lo mucho que no se conoce.
El hombre ha inventado muchas máquinas, y sabe que una
máquina complicada necesita algunas veces años de estudio cuidadoso antes de
poder usarla o controlarla.
Pero no aplica este conocimiento a sí mismo, aunque él
mismo sea una máquina mucho más complicada que cualquier máquina que ha
inventado.
Tiene toda clase de ideas falsas acerca de sí mismo.
Tenemos que comprender que el hombre no puede hacer nada.
Pero él no se da cuenta de ello y se atribuye la
capacidad de hacer.
Esta es la primera cosa falsa que el hombre se arroga.
Esto tiene que comprenderse con toda claridad.
Todo lo que el hombre cree que hace, en realidad sucede.
Sucede exactamente como "llueve" o
"nieva".
De manera que tenemos que seguir diciendo que el hombre
piensa, lee, escribe, ama, odia, comienza guerras, pelea, etc. En realidad todo
ello sucede.
El hombre no puede moverse, pensar o hablar de motu
propio.
Es una marioneta tirada de aquí y de allá por hilos
invisibles.
Si así lo comprende puede aprender más sobre sí mismo, y
tal vez entonces las cosas comiencen a cambiar para él.
Pero si no puede darse cuenta ni comprender su total
mecanicidad, o si no quiere aceptarla como un hecho, no puede aprender nada más
y las cosas no pueden cambiar para él.
El hombre es una máquina, pero una máquina muy peculiar.
Es una máquina que, en las circunstancias adecuadas, y
con el tratamiento adecuado, puede saber que es una máquina.
Al darse plena cuenta de ello puede encontrar los medios
para dejar de ser una máquina.
Ante todo, el hombre debe saber que él no es uno; él es
muchos.
No tiene un Yo permanente e inmutable.
Él es siempre diferente.
En un momento es uno, en el siguiente momento es otro, en
el tercer momento es un tercero, y así sucesivamente, casi sin término.
La ilusión de unidad o unicidad se crea en el hombre,
ante todo, por la sensación de un cuerpo físico, luego por su nombre, que en
casos normales siempre sigue siendo el mismo, y tercero, por cierto número de hábitos
mecánicos que le son implantados por la educación o los adquiere por imitación.
Al tener siempre las mismas sensaciones físicas, al oír
siempre el mismo nombre, y al notar en sí mismo los mismos hábitos e
inclinaciones que tenía antes, se cree ser siempre el mismo.
En realidad no hay unidad en el hombre y no hay un centro
de control, ni un Yo permanente.
¿Qué significa "desarrollo"?
¿Y qué quiere decir que el hombre tiene que llegar a ser
"un ser diferente"?
En otras palabras, ¿qué clase de cambio es posible para
el hombre?, y ¿cómo y cuándo comienza este cambio?
Ya se ha dicho que el cambio comenzará con aquellos
poderes y capacidades que el hombre se atribuye a sí mismo, pero que en
realidad no posee.
Esto quiere decir que antes de que adquiera cualesquiera
nuevos poderes o capacidades, el hombre debe desarrollar en sí mismo las
capacidades que cree poseer y sobre las cuales tiene las más grandes ilusiones.
El desarrollo no puede comenzar basado en la mentira qué
uno se hace a sí mismo, ni engañándose a sí mismo.
El hombre debe saber lo que tiene y lo que no tiene.
Esto significa que debe darse cuenta de que no posee las
cualidades ya descritas que se arroga a sí mismo, o sea: la capacidad de hacer,
la individualidad o unidad, un yo permanente, y además conciencia y voluntad.
Y es necesario que el hombre lo sepa, porque mientras
crea que posee estas cualidades no hará los esfuerzos apropiados para
adquirirlas, exactamente como un hombre que no comprará cosas caras, pagando un
alto precio por ellas, si cree que ya las posee.
Ouspensky
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