EL ESFUERZO. PARTE I.
Cuando en este Trabajo una persona deja de esforzarse, se
dice a menudo de ella que va a la deriva.
Ir a la deriva significa no tener dirección alguna.
En otros casos se dice que se ha dormido.
Dormirse en el Trabajo significa simplemente olvidarse de
todo cuanto se refiere a él.
Por ejemplo, una persona puede sumergirse a tal punto en
la vida que se olvida de todo lo que se refiere al Trabajo.
Entonces ya no se deja ir meramente a la deriva, sino que
está profundamente dormida.
En esta charla voy a hablar sobre EL ESFUERZO.
El Trabajo depende del esfuerzo.
Está basado en el esfuerzo pero en un esfuerzo de cierta
clase.
Ante todo, por lo general se diferencia el esfuerzo en
dos clases, MECÁNICO Y CONSCIENTE.
En un sentido general, el esfuerzo mecánico es lo que
tenemos que hacer, lo que la vida nos hace hacer.
Todos los animales, toda la naturaleza, toda la vida orgánica,
de la cual constituimos una pequeña parte, tienen que hacer esfuerzos mecánicos.
El esfuerzo consciente significa un esfuerzo que no es
necesario en la vida y que no es ocasionado por la vida.
Es decir, la vida no es la causa de ese esfuerzo; la
fuente de su origen no está en la vida.
ESTO SIGNIFICA QUE ALGUNA FUENTE DIFERENTE (EN NOSOTROS)
ES NECESARIA A FIN DE HACER UN ESFUERZO CONSCIENTE.
¿No se ha preguntado si en verdad cree que existen
influencias que no pertenecen a la vida y que vienen de otra fuente?
Permítame que le recuerde lo que dice esta enseñanza.
Hay dos clases de influencias en la vida misma llamadas
influencias A y B.
Las influencias A son creadas dentro de la vida, por las
colisiones y roces, por los celos y odios, por las ambiciones, las guerras, los
crímenes, el comercio, los intereses, las leyes, etc.
Pero las influencias B existen en la vida y hablan otro
lenguaje porque se originan en una fuente exterior o diferente a la vida —en lo
que se llama las influencias C— .
Las influencias C no provienen del circulo de la
humanidad mecánica, sino del circulo de la humanidad consciente.
Pero a las influencias C les es imposible llegar
directamente a la vida.
No serian comprendidas.
Su lenguaje es diferente, es un lenguaje que es preciso
aprender lentamente.
La vida las cambia en influencias B.
Pero lo importante es que este sistema se basa
enteramente en la existencia de otras influencias, distintas de la vida,
llamadas influencias B y C, específicamente en las influencias C.
Por eso tenemos que aprender un nuevo lenguaje.
Es preciso comprender que si un hombre no tuviera un
destino secreto interior, si un hombre no fuera UNA SEMILLA, y muchas veces una
semilla muy desdichada, no habría nada para él salvo la vida y sus intereses.
PERO EL DESTINO INTERIOR DEL HOMBRE NO ESTÁ EN LA VIDA.
Esta semilla que es el hombre ES CAPAZ de realizar su
propia evolución consciente y solo cierta clase de luz y calor puede
desarrollarlo, no la luz y el calor del sol que gobierna la vida externa y es
la fuente de ella.
Digo todo esto aquí porque a menos que los dos destinos
del hombre sean formulados en su propia mente es difícil de comprender a que se
refiere El Trabajo.
El Trabajo es lo que se llama el Cuarto Camino, que se
distingue de los otros tres Caminos.
Está en la vida y por eso una persona debe saber cómo
estar en la vida y cómo USAR LA VIDA y obtener lo que quiere de la vida y al
mismo tiempo estar en El Trabajo.
Esto es solo posible para cierta clase de gente —a saber,
los "Buenos Dueños de Casa"— aquellos que cumplen su deber en la vida
pero no creen en la vida.
Y es menester comprender que en este Trabajo no se le
exige que abandone la vida o cualquier otra cosa semejante.
Por el contrario, El Trabajo le hará darse cuenta que
debe sacar todo el provecho posible de la vida y hacer de ella una experiencia.
Pero no debe confiar en la vida y perderse en ella y
creer que la meta esta en las experiencias de la vida.
LOS ESFUERZOS CONSCIENTES son los esfuerzos que
despiertan del sueño que la vida induce en la humanidad.
Como es sabido, no está en el interés de la naturaleza
que el hombre despierte, porque entonces deja de servir a la naturaleza.
Tales esfuerzos serian imposibles si el hombre fuera únicamente
un mero producto de la naturaleza, cuya sola función es adaptarse a la vida.
Lo digo ahora porque si no ven por sí mismos y no están
seguros de que en la vida hay dos especies muy diferentes de influencias, dos
clases de cosas, dos clases de literatura, dos clases de figuras históricas,
entonces les será imposible hacer esfuerzos conscientes más allá de un grado
muy limitado.
Esto se debe a que al hacer el esfuerzo del trabajo
personal, EL CENTRO EMOCIONAL DEBE ABRIRSE y tomar la parte que le corresponde:
y si esta vuelto hacia la vida y las ambiciones personales, etc., no puede
cumplir correctamente su función.
Al hacer un esfuerzo es necesario considerar de qué parte
de uno mismo el esfuerzo surge.
Una persona puede hacer un esfuerzo contra una emoción
negativa en público, por ejemplo, por el temor de aparecer como una tonta ante
otras personas o de perder su trabajo, etc.
Este es un esfuerzo mecánico.
Tan pronto como llegue a su casa, expresará sus emociones
negativas.
EL ESFUERZO CONSCIENTE es por completo diferente y surge
de una parte diferente.
Cuando un hombre siente la existencia de las influencias
A y las influencias B y comprende que las influencias C deben existir fuera de
la vida, para dar cuenta de la presencia de las influencias B dentro de la
vida, comienza a sentir la existencia de algo superior a él.
Esto empieza a despertar el centro emocional y a hacer
posible el esfuerzo consciente.
De otro modo el hombre solo sentirá emociones de sí y permanecerá
en la estrecha esfera de sí mismo.
EL ESFUERZO CONSCIENTE MÁS IMPORTANTE ES EL DE RECORDARSE
A UNO MISMO.
Esto es siempre difícil porque todos nos hemos olvidado
de nosotros mismos desde hace mucho tiempo, pero es completamente imposible si
un hombre no tiene el sentido de LAS INFLUENCIAS SUPERIORES y no puede ver la
diferencia entre las influencias A y B en la vida.
El recuerdo de si debe tener un factor emocional, no de
si, no de la personalidad, sino de algo más profundo o, si lo prefiere así,
superior al si ordinario de uno.
El factor de voluntad entra en el recuerdo de si — no
voluntad de si, sino voluntad consciente.
En el Trabajo hay dos lados donde puede hacerse el
esfuerzo, y estos son los únicos dos lados sobre los cuales es posible la evolución
del hombre.
El primero es el lado del CONOCIMIENTO y, en el caso de
este Trabajo, el esfuerzo radica en pensar con relación a las ideas y en formar
nuestra conexión individual intima e interior con el significado de estas, y
para empezar nada es más importante.
UN HOMBRE DEBE PENSAR, ESPECULAR Y REFLEXIONAR, TENER EN
CUENTA, PERSEVERAR, IMAGINAR Y FORJAR SUS FANTASÍAS, SU PROPIO SENTIDO DEL
TRABAJO, COMO GENUINO PUNTO DE PARTIDA EN SÍ MISMO.
Porque una vez que formó su punto de partida, si este es
equivocado le es posible modificarlo.
El Trabajo empieza entonces a derramar su luz en la
mente.
El segundo es sobre el lado de nuestro ser.
Los esfuerzos en pos del conocimiento son diferentes de
los esfuerzos sobre el lado del ser.
Es muy fácil encontrar esto por sí mismo.
El hombre puede desarrollarse en dos direcciones y tan
solo en dos —sobre el lado del CONOCIMIENTO y sobre el lado del SER.
Pero estos deben ir a la par.
La resultante es la COMPRENSIÓN.
Como se dijo anteriormente, este Trabajo debe basarse en
la comprensión.
No se puede adaptarse a ella, como se hace con la vida,
fuera de uno mismo.
La comprensión es la fuerza más poderosa que se puede
crear en nosotros mismos.
A la larga no se puede buscar nada mejor que la comprensión:
y el hombre es definido en El Trabajo por su comprensión.
Un hombre es su comprensión.
Hoy solo quiero hablar del esfuerzo sobre el lado del
ser.
Los esfuerzos dirigidos hacia el ser son diferentes de
los dirigidos hacia el pensamiento respecto del conocimiento de este sistema.
Los dos aspectos del desarrollo del hombre deben unirse
para formar la comprensión.
Este trabajo nos imparte más conocimiento de lo que es
capaz de asimilar nuestro ser.
Pero es muy difícil unir este conocimiento con el ser.
Toda la tarea, empero, finca en hacerlo, y la primera
necesidad es valorar el conocimiento, es decir, gustar de él, desearlo, sentir
el deseo de él.
El conocimiento solo puede unirse con él a través de alguna
emoción, a través de algún deseo, a través de la voluntad; Se debe desear lo
que se conoce.
De otro modo el conocimiento no puede unirse con el ser.
No se puede trabajar sobre el ser dejando a un lado el
conocimiento de este sistema y no se puede tener un conocimiento práctico de
este sistema a menos de aplicarlo al ser y no se puede aplicarlo al ser, es
decir, no puede entrar en la propia voluntad y así actuar sobre uno si no se lo
quiere, si no se lo desea.
El estado ordinario de un hombre es el de no querer lo
que conoce.
ACTUAMOS DESDE NUESTRO ESTADO DE SER, NO DESDE NUESTRO
CONOCIMIENTO.
Es nuestra voluntad la que obra y nuestra voluntad surge
de nuestro nivel de ser.
Por eso un hombre pese a saber que obra mal, sigue obrando
mal, y mientras esté en ese estado, no tiene unidad en él y así carece de comprensión,
porque en él hay dos lados separados.
Porque para saber obrar sobre el ser es preciso el deseo,
o el deleite, o el placer, en las ideas del Trabajo, porque nada puede pasar
del lado del conocimiento al lado del ser sin deseo o placer o querer —es
decir, sin voluntad.
Entonces un hombre deseará vivir con lo que sabe, vivir
su conocimiento, y SU VOLUNTAD Y SU CONOCIMIENTO EMPEZARAN A SOLDARSE.
Es aquí donde entra la completa valoración del Trabajo y
su trasfondo interior.
En el Trabajo todo se inicia con la valoración y esto
significa desear algo, porque no se da valor a una cosa si no se la desea.
Esto introduce la voluntad, y es a través de la voluntad
—a través del querer— como se empieza a aplicar el conocimiento al ser.
Si se lo aplica, entonces el conocimiento empezará a
tornarse en comprensión mediante una unión entre la voluntad del ser y el
conocimiento en la mente.
Como es sabido, la comprensión está definida claramente
en este sistema.
La comprensión es el medio aritmético entre el conocimiento
y el ser.
Así comprenderá que conocer estas ideas no es suficiente.
Es muy fácil descubrir cuando una persona solo tiene
conocimiento pero no comprensión de este Trabajo.
Si comprende algo podrá hablar acerca de ello de
diferentes maneras; si es mero conocimiento, se referirá a ello de memoria.
Maurice Nicoll
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