EL PROPÓSITO PERSONAL
Todos comprendemos lo que significa UN PROPÓSITO en la
vida.
Nos procura una DIRECCIÓN.
Sin propósito nos asemejamos a barcos que van a la deriva
—no vamos a parte alguna.
Aun cuando no tengamos ningún propósito en la vida deseamos
vivir tanto tiempo como nos sea posible o conservar nuestro dinero, nuestro
confort, etc.
Este es una especie de propósito, pero muy pobre.
No nos lleva a sitio alguno y solo nos mantiene aferrados
a lo que tenemos.
Pero podemos desear también un empleo definido o pasar un
examen, y entonces tenemos en la vida un propósito y una dirección definidos.
Vemos entonces que es preciso HACER SACRIFICIOS —desechar
todo lo que es INÚTIL y concentrarnos en lo que es ÚTIL para cumplir ese propósito,
en la vida.
NUESTRO PROPÓSITO EN EL TRABAJO es similar en algunos
puntos a un propósito en la vida.
Se puede compararlos hasta cierto punto, pero en realidad
el propósito en El Trabajo no es exactamente lo mismo, porque es un propósito
en una diferente dirección de la vida, y en cierto modo va en contra de la
vida.
Esta noche nos referiremos al PROPÓSITO PERSONAL, en el
sentido del Trabajo, sobre el Ser.
La definición mas general de lo que significa el propósito
en el sentido del Trabajo es que es preciso OÍR LO QUE EL TRABAJO ENSEÑA Y
HACER LO QUE DICE.
El propósito en El Trabajo está siempre conectado con el ACTO
DE RECUERDO DE SÍ.
Ello se debe a que en el estado de recuerdo de si un
hombre PUEDE SER AYUDADO, ayuda que no puede llegarle en el estado ordinario de
conciencia, (segundo estado de conciencia-estado de vigilia-).
Ciertas influencias en el universo solo pueden penetrar hasta
el tercer estado de conciencia, donde un hombre es consciente para sí o
consciente de sí.
Si al mismo tiempo que se recuerda a si mismo recuerda su
propósito, puede recibir ayuda.
Por ejemplo, le es posible comprender mejor el propósito
que tiene en vista.
Un propósito puede ser demasiado general, o contener una contradicción
interior, o ser demasiado difícil; o ser quizá demasiado complicado y requerir
ser dividido en partes más sencillas; o puede carecer de todo sentido.
Al proponerse algo la gente por lo general trata de correr
antes de saber andar.
En relación con el Trabajo sobre el Ser, el primer propósito
en este Trabajo es el conocimiento de si —el Conocimiento del propio Ser—.
Esto se aplica a todos los hombres.
El Conocimiento del Trabajo es una cosa: El conocimiento
de sí es otra.
Sin conocimiento de sí no es posible proponerse nada para
sí mismo.
El verdadero conocimiento de sí es distinto de las ideas e
ilusiones imaginarias sobre sí mismo porque solo puede provenir de una DIRECTA Y
PROLONGADA OBSERVACIÓN PERSONAL de los diferentes lados de uno mismo.
Es por eso por lo cual este Trabajo empieza con la
observación de sí.
Es preciso que observe como actúa, como habla, y que
cosas están en usted, en esa cosa llamada "usted mismo" a la que da
por supuesta.
Este Trabajo le da cuidadosas instrucciones acerca de lo
que debe observar; estas instrucciones deben ser seguidas no por sí mismas sino
por el lugar adonde pueden conducirlo.
Son medios, no un fin; le dicen que cosas lo mantienen
dormido.
Todas las cosas que se le dice no hacer, y las pocas cosas
que se le dice hacer, en El Trabajo, están relacionadas con la idea de que el
Hombre puede despertar del sueño y ponerse bajo mejores influencias.
Este es el gran propósito del Trabajo.
Es preciso no olvidarlo nunca porque el propósito
personal debe concordar con el propósito total del Trabajo, que es EL DESPERTAR.
Debe seguir el mismo rumbo y no otro o un rumbo opuesto,
porque de este modo aparecería una contradicción.
Si se está estudiando un sistema sobre el despertar del sueño,
no se puede tener un propósito personal que nos induzca a dormir más
profundamente que nunca.
SOLO SE EMPIEZA A DAR CUMPLIMIENTO AL PROPÓSITO PERSONAL
DESPUÉS DE HABER LOGRADO UN VERDADERO CONOCIMIENTO DE SÍ MEDIANTE LA
OBSERVACIÓN DIRECTA A LA LUZ DE LAS INSTRUCCIONES DEL TRABAJO.
Con el fin de trabajar sobre el Ser, es preciso descubrir
ALGO en el que permita trabajar.
No se puede trabajar sobre la nada.
Al principio todo está en la oscuridad y no se puede
discernir nada en sí mismo.
La observación de sí consciente y OBJETIVA deja entrar un
rayo de luz y así se empiezan a ver confusamente las cosas.
Esta luz, creada por el roce de la observación de si,
debido a la práctica se volverá gradualmente más intensa hasta que le permita
ver claramente y fuera de toda duda algo que está en usted.
Probablemente se sorprenderá.
Si es así, ya está en una posición que le permite tener
un propósito personal —a saber, trabajar contra esa cosa que descubrió en sí
mismo.
Supongamos que es alguna emoción negativa, alguna mala
voluntad realmente dañosa.
Antes se había identificado con ella y así usted era ella
y ella era usted.
Durante años estuvo bajo su poder.
Ahora su tarea es la de separar a usted mismo
internamente de esa emoción, y no, por así decirlo, tocarla internamente más de
lo que puede remediar.
Este es un propósito personal en el aspecto del Trabajo
sobre su Ser.
Pero la mayoría de la gente está satisfecha consigo
misma, aunque no lo está con sus circunstancias.
Por eso cuando se les dice que deben trabajar sobre su
Ser, o no comprenden lo que significa o no ven por qué habrían de hacerlo.
Ahora bien, si un hombre en El Trabajo es capaz de
observarse sinceramente, no puede seguir satisfecho consigo mismo por mucho
tiempo a la luz del Trabajo.
Desde el punto de vista de la vida un hombre quizá no vea
razón alguna para trabajar sobre sí mismo.
Pero el punto de vista del Trabajo difiere del punto de
vista de la vida.
El Trabajo se refiere al despertar, mientras que la vida
induce al Hombre a dormir y trata de impedir que despierte y le hace hacer
cosas para que siga durmiendo.
Por eso es preciso distinguir entre la vida y el Trabajo.
Quizá no haya razón alguna por la cual deba hacer algo en
la vida, pero son muchas las razones para que no lo haga en El Trabajo.
A menos de hacer esta distinción, el significado del propósito
en El Trabajo lo desconcertará.
Por ejemplo, en la vida puede tenerle antipatía a todo el
mundo si lo desea así, y odiar a la gente y difamarla y gozar de sus emociones
negativas.
Pero en El Trabajo no lo puede hacer porque se está
destruyendo a sí mismo interiormente —esta sencillamente envenenándose a sí
mismo—.
Si está en este Trabajo está bajo más leyes que la
persona común.
Esto quiere decir que es preciso hacer cosas adicionales.
Tiene que trabajar.
Pero las leyes bajo las cuales se pone usted lo llevan a
su propia evolución interior y pueden llegar a liberarlo de las leyes de la
mecanicidad-tierra.
En El Trabajo a muchas personas les cuesta entender lo
que significa el propósito personal, en lo que concierne al trabajo sobre el
lado de su Ser —es decir, sobre la clase de personas que son mecánicamente—.
Esta es una etapa definida en el Trabajo.
No llegan a ver lo que deben trabajar en sí mismas.
Una de las razones es que NO APLICAN las ideas del
Trabajo a sí mismas y no tratan de hacer lo que El Trabajo les dice que hagan.
No se observan a sí mismas desde ese ángulo.
Al estar satisfechas consigo mismas en la vida, no ven el
lugar, por así decir, donde el Trabajo sobre si empieza.
No se valoran a sí mismas a causa de lo que el Trabajo dice,
sino debido a normas de vida.
Pero las normas del Trabajo son por completo diferentes de
las normas de vida.
Se puede tener razón en la vida pero equivocarse por
completo en El Trabajo.
Por eso es necesario comprender que El Trabajo es una
nueva forma de pensar.
Es una nueva norma, una nueva cosa desde todos los puntos
de vista, a causa de la cual empiezan a valorarse a sí mismas a una luz por
completo diferente —no a la luz de la vida externa sino a la luz del Trabajo—.
Lo que El Trabajo se propone es hacer que uno piense
diferentemente —que cambie su mente, que cambie su maneras de pensar, de modo
que empiece a examinarse a sí mismo de una manera nueva—. (Esto es metanoia.)
Somos un experimento en la evolución de sí.
Todo propósito personal en pequeña escala es un medio, no
un fin.
Es un medio que induce a pensar y despertar, a mantenerse
despierto.
Todo propósito se da en diferentes escalas.
El propósito en gran escala radica en despertar del sueño,
en lograr la liberación interior.
Pero decir que este es nuestro propósito no basta.
Quizá uno vislumbre algo a lo lejos a lo que considera su
propósito, pero con el fin de lograrlo le serán necesarios muchos propósitos menores.
Se le ocurre decir que desea ir a China.
Mas para ir allí, es preciso que haga muchas cosas en el ínterin
y debe tener bastante dinero para comprar el pasaje.
Ouspensky ha dicho que el propósito es semejante a esto:
Alguien ve a lo lejos una luz que desea alcanzar.
Pero al aproximarse encuentra muchas luces menos brillantes,
como los faroles del alumbrado público a lo largo del camino, de modo que es
menester que pase delante de todos antes de alcanzar su propósito final.
Maurice Nicoll
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