domingo, 8 de julio de 2012

COMENTARIO SOBRE LA LIBERTAD INTERIOR



COMENTARIO SOBRE LA LIBERTAD INTERIOR

¿Qué entiende por ser más libre?

A veces este Trabajo fue definido como algo que otorga más libertad interior.

¿La libertad interior es hacer lo que le gusta tal como es usted ahora?

En lo que respecta a la última parte de la pregunta:

"¿La libertad interior es hacer lo que le gusta tal como es usted ahora?", la mayoría de la gente contesta que no consiste en hacer lo que le gusta.

Al mismo tiempo agregaría que toma mucho tiempo darse cuenta de esto.

Se necesita mucho tiempo para comprender que hacer lo que gusta no nos da libertad sino que al contrario es una forma de esclavitud mientras no intentemos ir más conscientemente en contra de lo que nos gusta hacer mecánicamente.

Entonces comenzamos a darnos cuenta que hacer lo que nos gusta no es en realidad lo que nos gusta.

Cuando estamos gobernados por nuestras pasiones, por nuestros impulsos mecánicos, por querer hacer lo que nos da la gana, no nos sentimos muy cómodos en nosotros mismos.

Seguir la obstinación no conduce eventualmente a ninguna satisfacción.
En una cuestión de esta clase es preciso empezar desde una base muy sincera y no desde una base teórica —es decir, desde la verdadera auto-observación de lo que sucede cuando hacemos simplemente lo que nos gusta, digamos, desde nuestro lado perezoso, o desde nuestro lado sensual, o desde nuestro lado celoso, o desde nuestro lado negativo, y así sucesivamente —.

Hablo así porque es muy fácil decir teóricamente que uno no gusta realmente de hacer lo que gusta.

Estamos siempre haciendo lo que nos gusta.

Por ejemplo, estamos siempre EVITANDO LOS ESFUERZOS que de una manera u otra sabemos que es preciso hacer, y a no ser que reconozcamos SINCERAMENTE esto no estamos en paz con nosotros mismos y no comprenderemos bien de qué trata el Trabajo.

Este punto fue entendido en todas las épocas y es una de las cosas más extraordinarias en la experiencia del pasado.

¿No es extraordinario darse cuenta que en todas las épocas las gentes pensaron que no podían hacer simplemente lo que les gustaba?

¿Cómo podemos darnos cuenta de este factor que se repite a todo lo largo de la historia a menos que admitamos que OTRAS INFLUENCIAS están obrando sobre nosotros que no son las de la obstinación de nuestros apetitos?

Aquí tenemos el punto decisivo de nuestra comprensión del Trabajo.

Aquí tenemos una concepción de que obra sobre nosotros ALGO MÁS que el hacer lo que nos da la gana.

Pero repito que es preciso comprender internamente que las cosas son así y que la autosatisfacción de nuestros deseos no lleva a ninguna armonía interior.

Ahora bien, en lo que respecta a no hacer lo que gusta, estamos ante todo bajo las leyes externas del país que nos impiden hacer muchas cosas que de otro modo haríamos por propia voluntad, o por obstinación.

Este es el primer freno pero cabe advertir que es un freno puramente externo.

Un hombre que obedece la ley por temor no es un buen hombre.

Probablemente la mayoría de las gentes no sienten otro freno en sí mismas y, si no hubiera tales cosas como las leyes externas y el miedo que deriva de ellas, se comportarían de una manera imposible porque no hay bondad interna de Ser.

Por eso debe de haber ante todo restricciones externas edificadas por la ley, para que una civilización sea posible.

Pero hay asimismo RESTRICCIONES INTERNAS que pueden obrar sobre nosotros a través de la influencia del Trabajo.

Estas están conectadas con LA CONCIENCIA REAL.

En otras palabras debemos aprender a distinguir entre dos clases de restricciones.

Por ejemplo, por medio del desarrollo del "SABOR INTERIOR" nos damos cuenta de lo desagradable de los estados negativos.


Maurice Nicoll

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