viernes, 6 de julio de 2012

NOTA SOBRE EL SELLARSE A LA VIDA



NOTA SOBRE EL SELLARSE A LA VIDA

En una reunión reciente hemos hablado aquí sobre la cuestión de sellarse a los efectos de la vida.

Esta es una frase de Trabajo y significa que en ciertas situaciones es preciso impedir que las impresiones adopten una forma negativa.

Es menester detenerlas internamente como acto del Trabajo.

Supongamos, dije, que en el Trabajo ve a una persona a quien no tiene simpatía, y cada vez que se ve a dicha persona permite que las impresiones negativas caigan sobre usted, y las acepta y así se identifica con ellas, de ello resultara que tarde o temprano esas impresiones negativas se descargarán en palabras o hechos sobre alguna otra persona o sobre la persona que le disgusta.

Su antipatía se nutre de lo que la alimenta y lo que la alimenta son las ideas desagradables que recibe continuamente sobre dicha persona.

Así, si acepta las impresiones desagradables, tendrá eventualmente que darles salida.

La detención interior significa no permitir que las impresiones produzcan efecto sobre su persona.

No las discute sino que las detiene simplemente en su interior.

El otro punto que se mencionó radicaba en hacernos pasivos a la vida.

Las cosas no resultan como esperábamos, y debido a ello nos agitamos continuamente.

Ser pasivo a la vida es desde luego una cuestión de la mayor importancia.

Al comienzo hay que empeñarse en ser más pasivo a lo que sucede y ello requiere una gran actividad interior.

Requiere una relación muy consciente consigo mismo.

En mi caso significa hacer que Nicoll sea pasivo a lo que sucede de tal modo que lo que experimenta es algo que yo necesariamente no acepto.

Verán en seguida que a no ser que haga una distinción entre Yo y Nicoll no llegare a ser pasivo a la vida.

Si tomo a Nicoll como si fuera Yo y Yo como si fuera Nicoll, estaré siempre dominado por la vida y sus cambiantes eventos.

Seré simplemente un hombre mecánico.

Ahora bien, se ha dicho a menudo que este Trabajo debe ser protegido de la vida del mismo modo que los niños deben ser protegidos.

¿Cómo protegerán El Trabajo de la vida para que pueda crecer y desarrollarse?

Si un hombre se llama Smith, es preciso que proteja al Trabajo de Smith.

Esto significa que solo se puede proteger El Trabajo en uno mismo si uno se separa de su Personalidad mecánica.

No se puede agregar El Trabajo a Smith.

Es preciso empezar con Smith y empezar a ver a Smith y llegar a ser diferente de Smith.

Entonces se puede dejar un lugar en uno mismo al Trabajo, porque de otro modo Smith, que nunca comprenderá El Trabajo, siempre despedazara y lo destruirá.

El Trabajo se inicia con la separación interior de la Personalidad.

La Personalidad se adquirió mediante la Tercera Fuerza de vida y la Tercera Fuerza de vida la mantiene activa —esto es, la vida mantendrá, en mi caso, a Nicoll, en su poder—.

Es preciso que se separe de Nicoll: no puede vencer directamente a Nicoll porque Nicoll es muy poderoso en comparación conmigo y lo será por mucho tiempo.

Pero el mismo acto de ver a Nicoll, en mi caso, hace que en mi haya algo que no es Nicoll.

Esta nueva cosa que está separada de Nicoll es una parte de mi que puede crecer y recibir y comprender el Trabajo, pero por mucho tiempo esta pequeña y desprendida parte de mi debe soportar a Nicoll y Nicoll se hará constantemente cargo de ella.

La observación de si, en mi caso, es ver a Nicoll.

Todo esto sucede a cada uno de ustedes —o al menos si pueden observarse a sí mismos—.

El "Yo" observante no se identifica con lo que observa.

Me observo a mi mismo pero esto no quiere decir que puedo cambiar lo que yo observo.

Algo en mi empieza a observarme a mí.

Ese algo, que es el YO OBSERVANTE, es el punto de partida de un nuevo lugar, que conduce al Yo Real o Real Ser.

Pero si en mi no hay nada que me haya observado alguna vez, y si, simplemente, yo soy siempre mi mismo, el Trabajo no puede comenzar en mi.

Seré incapaz de efectuar una detención interior en mi mismo excepto desde fuera debido a razones sociales tales como el temor a perder la reputación, en cuyo caso no es una "detención interior".

Nunca comprenderé donde empieza El Trabajo.

Por cierto, nunca seré capaz de hacer a Nicoll pasivo.

Seré Nicoll en todo momento.

Cuando un hombre empieza a observarse a sí mismo sinceramente, cuando ya distingue entre lo exterior y lo interior, entre sus pies y el fango que los recubre y sus ojos, su discernimiento, entonces entra sinceramente en El Trabajo.

Tal vez creyó estar en El Trabajo hace muchos años.

Ve entonces cuál es su tarea.

Puesto que era ciego, ahora empieza a ver.

Discierne lo que está dentro de sí mismo.

Ve sus pies que lo han llevado por todos lados.

Cada vez que se toma cada evento psicológico en uno mismo como "Yo", tal como una desagradable corriente de pensamientos, o un desagradable estado de ánimo, se pone el sentimiento de Yo en “él”.

Se lo toma como uno mismo, como Yo, no como “ELLO”.

Algunas personas se identifican con todos sus pensamientos y estados de ánimo y sentimientos y sensaciones.

Dicen Yo a todos “ellos”.

No comprenden El Trabajo.

Por un acto de Recuerdo de Si se extrae el sentimiento de Yo de todos esos estados interiores.

Pero aun la observación de si puede lograrlo en parte, porque si yo observo un estado en mi mismo, ya no soy más del todo ese estado de ánimo.

Si observo una desagradable corriente de pensamientos en mi mismo ya no me identifico completamente con esa desagradable corriente de pensamientos.

Ahora bien, la identificación radica en poner el sentimiento de Yo en todo lo que suceda.

Una persona se puede identificar con sus estados negativos —esto es, si los toma como Yo—.

Si su nombre es Smith, en lugar de decir Smith es negativo, dice: "Yo soy negativo".

Se puede llegar a una etapa en El Trabajo en la que ya se tiene el sentimiento de liberarse de los estados de ánimo, de las emociones, de los pensamientos.

Ve cómo se inicia, pero no se deja llevar por ellos, porque no siente que son usted —esto es, no son Yo—.

Tal vez no pueda detenerlos.

El Trabajo no dice que se puedan detener los estados de ánimo y los pensamientos sin esfuerzo alguno.

Dice que uno se puede separar de ellos u observarlos.

Decir que se puede uno cansar de los propios pensamientos o estados de ánimo o sentimientos es muy cierto.

Quizá se deba a que se gastan y tienden a repetirse o que se ha llegado a una etapa en la conciencia de sí en la que se tiene otra cosa en uno que se ha cansado de ellos.

Algunas emociones negativas son tan difíciles de tratar que es un verdadero alivio cuando se agotan por sí mismas.

Empero, si esto sucede inconscientemente sin que se produzca intento alguno de observación de si vuelven a aparecer al cabo de poco tiempo.

Pero si ha practicado la observación de sí los recordará la próxima vez que aparezcan.

Esto es llamado la memoria de Trabajo —esa memoria que viene con la observación de sí, que es una forma especial de conciencia.

La observación de si es un acto consciente.

Se sabe que se ha experimentado esto o aquello antes y que esos estados no llevan a parte alguna y así uno no se identifica con ellos tan plenamente como se lo hacía anteriormente.

Significa que ya uno se ha sellado un poco a su poder, y más tarde en El Trabajo se puede llegar a sellarse casi por completo al poder de ciertas antiguas corrientes de pensamiento, de ciertos viejos estados de ánimo, de ciertos antiguos sentimientos.

Ya no se cede mas a ellos, no se cree en ellos.

Dirá: "He estado antes aquí", y recordando lo que sucedió parte al punto.

Conocerá mejor los lugares malos en su ámbito psicológico.

UN ESTADO ES UN LUGAR.

Los lugares psicológicos se pueden visitar nuevamente, pero nos indican los lugares que hay que evitar —esto es, los estados de los cuales es preciso apartarse— para sellarse a ellos.

Pero la observación de si es de primera necesidad.

¿Qué es la observación de si? I

Imaginémonos que se representa una pieza de teatro y un numeroso público la esta presenciando, absorto en ella.

Esto es usted y sus muchos "Yoes" y el escenario es la vida.

Cuando se observa a si mismo usted se da vuelta y examina al público.

Maurice Nicoll

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