sábado, 21 de julio de 2012

EL ESFUERZO. PARTE IV



EL ESFUERZO. PARTE IV

1) El propósito del Trabajo tiene que ver con la línea vertical.

El propósito de la vida tiene que ver con la línea horizontal.

Un hombre puede cumplir su propósito de vida. (Cuando lo cumple, por lo general se siente perdido y no sabe qué hacer.)

La suprema formulación del propósito de Trabajo se encuentra en los Evangelios donde se dice: "Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". (Mateo,VI, 33).

El Reino de los Cielos está arriba del hombre, no en el futuro del Tiempo, SINO AHORA.

ES UN ESTADO del hombre, al que se llega internamente, y por eso se dice que esta "dentro de nosotros".

Toda la enseñanza de los Evangelios se refiere al Reino de los Cielos, es decir, apunta a ascender por la línea vertical.

Aquí radica la posibilidad de que un hombre llegue a ser un hombre consciente y este es su significado oculto, por ejemplo, el hombre puede elevarse en la escala vertical.

Esta donde está en la línea vertical y así tiene una vida, pero puede cambiar su posición en el Universo.

La vida no contiene un, significado inagotable, pero la línea vertical representa un significado inagotable —de ahí que el "propósito vertical" nunca puede cumplirse como se cumple el "propósito de vida".

2) La línea vertical representa la línea de transformación, y esta línea corta perpendicularmente la línea horizontal del Tiempo, que es la línea del cambio.

Esto exige una explicación.

La línea de transformacion es perpendicular a la línea de cambio.

Todos ustedes se dan cuenta de que el Tiempo es cambio.

Nada en el Tiempo permanece igual, aun las montañas están cambiando.

PERO ESTE CAMBIO, QUE PERTENECE AL TIEMPO, NO ES TRANSFORMACION.

El paso del tiempo no transforma una cosa.

La cambia, la altera, por ejemplo, hace que se deteriore o se gaste.

Todas las cosas envejecen en el Tiempo.

Pero esta no es una transformacion.

La transformacion no está en la línea horizontal, pero es necesaria en la línea vertical.

En este Trabajo, el termino cambio de Ser significa en su esencia la transformación del Ser.

Pero es preciso que muchos cambios tengan lugar en el Tiempo antes que pueda producirse cualquier grado de transformacion.

El ordenamiento interior de un hombre debe cambiar — por ejemplo, los centros inferiores en el hombre deben estar preparados por el trabajo antes que las influencias transformadoras de los centros superiores puedan llegar a él.

Las fuerzas de transformacion actúan desde la línea vertical.

Actúan sobre "sustancias" que están en la línea horizontal en el Tiempo.

Si esas sustancias están en un estado adecuado, es decir, si su calidad y cantidad y disposición son correctos, resultara de ello la transformacion.



3) En la línea horizontal que representa nuestra vida, vivimos y nos movemos.

Pero el lugar donde esta línea horizontal corta la línea vertical señala el punto de nuestro nivel de Ser, y lo que experimentamos en el Tiempo resulta de nuestro nivel de Ser.

El Ser es vertical al Tiempo, y es la "estatura" del hombre.

En los Hechos se menciona una frase interesante sobre esta idea.

Pablo dice que Dios no está lejos de cada uno de nosotros: "Porque", dice, "en Él vivimos, y nos movemos, y tenemos nuestro ser". Vivimos y nos movemos en el Tiempo pero tenemos nuestro Ser en la línea vertical que desde lo más alto desciende a lo más bajo.

Pero pensamos comúnmente que nuestro origen está en la línea horizontal en el Tiempo —a saber, el pasado— y no comprendemos que nuestro origen es también vertical a esa línea.

Han oído expresar que la esencia viene de las estrellas y cuando hablemos del Rayo de la Creación verán plenamente que las estrellas significan un orden de mundos muy por encima de la tierra en la escala vertical.

Es decir, la esencia en su origen —y deben recordar que al nacer somos esencia— está por encima de nosotros.

El punto en que entra en el Tiempo es el momento de nuestro nacimiento.

El punto en que abandona el Tiempo es el momento de nuestra muerte.

Entre estos dos puntos esta nuestra vida en el Tiempo, donde el desarrollo de la esencia es posible, y donde, dejando esto a un lado, se forma inevitablemente la personalidad.

Es decir, la personalidad se forma en el Tiempo, y pertenece al Tiempo, mientras que la esencia entra en el Tiempo y abandona el Tiempo.

La esencia esta más allá del Tiempo.

La calidad de la esencia pertenece a la línea vertical trazada perpendicularmente al Tiempo, es decir, el ser esencial pertenece ahí.

Hablando en general, un hombre esta hecho de todo lo que hay en él, pero el ser esencial de un hombre depende del desarrollo de su esencia, de lo que es verdadero en él.

Esto es lo que es.

En la frase citada más arriba, de los Hechos, donde se dice "en Él tenemos nuestro ser", la palabra griega έσμέν significa nosotros somos, es decir, "en Él nosotros somos".

Ser es lo que somos y, como lo dije la ultima vez, la línea vertical representa donde una cosa es en el Universo total de significado.

Una cosa es donde es esencialmente.

Ser deriva del verbo ser que significa ser.

Es lo que uno es.

Dios está definido en el Antiguo Testamento por "Soy el que soy".

Cuando Moisés pregunto el nombre de Dios, la respuesta fue: "Yo soy el que soy".

En la vida tratamos de ser semejantes a algo; siempre estamos tratando de ser semejantes a algo, siempre tratando de imitar, siempre pretendiendo ser algo que no somos.

Si un hombre llegara a encontrar su verdadero Yo en sí mismo, que esta verticalmente encima de él en la escala de ser, ya no sería más semejante a algo sino que sería él mismo, lo que es.

En esta escala vertical esta el ser de todo, el ser de una piedra, de un árbol, el ser de un perro, el ser de la vida orgánica, el ser de la tierra, el ser del sol, el ser de la galaxia estelar.

Esto no tiene nada que ver con el Tiempo.

Pero allí a cada nivel de ser le está destinada una escala en el Tiempo, porque la perfección del ser esta en el Tiempo.

Nos fue asignado nuestro lapso de vida en el Tiempo para que pudiéramos cambiar nuestro ser.

Maurice Nicoll

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