jueves, 26 de julio de 2012

EL RECUERDO DE SI. VIII



EL RECUERDO DE SI. VIII

EL TRABAJO SOBRE UNO MISMO.

Cuando estamos identificados no nos recordamos a nosotros mismos.

En el método y práctica del Cuarto Camino el logro del Tercer Estado o nivel de Conciencia constituye su tema central.

El Recuerdo de Sí, la Conciencia de Sí y la Percepción de Sí son algunas de las características del Tercer Estado de Conciencia.

Agrego a modo de comentario también EL RECONOCIMIENTO DE SÍ o reconocerse a sí mismo.

Cuando nos identificamos caemos al segundo nivel de Conciencia.

¿Qué resulta de ello?

Resultan un número de cosas relacionadas entre sí.

Caemos dormidos.

Pasamos bajo la Ley del Accidente.

Servimos a la Naturaleza y a las influencias creadas por la vida —a saber, las influencias A—.

Estamos bajo el poder de una cosa cualquiera con la cual nos identificamos y debido a la cual perdemos fuerza.

El trabajo interior del organismo es modificado.

Olvidamos nuestro propósito.

La conciencia se contrae.

Nuestras asociaciones reciben energía y las cosas anteriores retornan.

Todo esto y mucho más resulta del identificarse.

Visualizado en gran escala a la luz del Rayo de la Creación y de la Octava Lateral del Sol, cuando nos identificamos nos cerramos a las influencias provenientes de un nivel superior y nos abrimos a aquellas que vienen de un nivel inferior al nivel en que estamos.

Esto es, alimentamos a “La Luna”, a la mecanicidad.

Cuanto más nos identificamos, más alimentamos a “La Luna”.

Una persona que goza de las emociones negativas es un buen ejemplo de ello.

Identificarse es suciedad.

Si la visión del mundo nos lo presenta lleno de sufrimiento inútil —esto es, inútil para un desarrollo cualquiera— empero, ¿es para usted una experiencia interna?

Sin embargo el sufrimiento inútil es útil para alguna otra cosa en la naturaleza, porque todo es útil para algo o para alguna otra cosa.

En niveles diferentes todo es usado.

Si un hombre no se esfuerza en despertar, la energía de que dispone para despertar será usada en algún otro lugar.

Será dada a otros.

Cristo dijo: "Porque el que tiene, le será dado, y tendrá más, y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado" (Mateo, XXV, 29).

Nada se desperdicia en la naturaleza, aunque nos parezca que lo fuera.

Todo es "alimento" para alguna otra cosa.

El sufrimiento inútil de la humanidad y todas sus identificaciones constituyen alimento.

Este alimento es recogido de la película sensible que rodea la Tierra y es transmitido a “La Luna”.

Por eso entendemos que un hombre en un ESTADO DE RECUERDO DE SÍ y un hombre en estado de sueño son dos personas diferentes aunque puedan estar sentadas una junto a la otra.

No están sentadas una junto a la otra en la escala vertical del Ser.

Psicológicamente están separadas por una distancia inmensa —no una distancia en el espacio sino una distancia en el Ser—.

Cuando las gentes se identifican con todo tanto consigo mismas como con la vida, no comprenden El Trabajo.

Tomemos el identificarse con uno mismo.

Uno mismo es una multiplicidad de diferentes "Yoes".

Cuando una persona se identifica con cada "Yo" que se presenta en el círculo giratorio de los "Yoes", no está trabajando sobre sí.

Aquella cosa a la que nos referimos como "yo mismo" es exactamente lo que tenemos que observar.

Es una serie de "Yoes" que se hacen cargo en forma sucesiva de nuestra persona, y a los cuales siempre decimos "Yo".

Diciendo "Yo", pensando que es siempre uno mismo y así tomándose a sí mismo como uno mismo, nos identificamos continuamente, estamos siempre dormidos.

¿Cómo y de qué modo penetra el delgado filo del Trabajo para que todo ese orden mecánico de cosas comience a modificarse?

DÁNDOSE CUENTA por medio de una observación directa que uno no es una persona SINO MUCHAS personas diferentes.

No se es "uno mismo" sino "muchos síes".

Algunos dirán que esto fue dicho antes muchas veces.

Sí, y se dirá nuevamente muchas veces.

¿Por qué?

Porque a no ser que nos lo recuerden constantemente olvidamos por completo en qué lugar se inicia el trabajo práctico sobre nosotros mismos.

SE INICIA EN EL MOMENTO EN QUE NOS SEPARAMOS DE CIERTAS CLASES DE "YOES".

¿ESCUCHA LO QUE ESTAMOS DICIENDO?

EL TRABAJO SOBRE SÍ SE INICIA EN CUANTO NOS SEPARAMOS DE CIERTAS CLASES DE "YOES".

Pero ¿cómo puede empezar a separarse del poder de un "Yo" cualquiera a no ser que lo observe en la acción?

En El Trabajo el objeto de observarse a sí mismos es el de llegar a percibir ciertas clases de "Yoes" que alimentan a “La Luna” y entonces no dejarse llevar por ellos —esto es, identificarse cada vez menos con ellos— no tomarlos como si fueran "Yo" —esto es, separarse de ellos—.

AQUÍ ESTÁ EL PUNTO DE PARTIDA DEL TRABAJO.

A menos que lo entienda, El Trabajo y su significado seguirán siendo oscuros.

No capta de qué trata.

Sigue siendo negativo, desesperado, desdichado, miserable.

No puede ver conexión alguna entre lo que El Trabajo enseña y sus propios estados.

Cree en cada estado de sí mismo.

Cree en cada "Yo" que se hace cargo momentáneamente de usted —esto es, se identifica con cada cosa en sí mismo—.

No aprehende dónde está el secreto del Trabajo —a saber, EN NO HACER CASO Y EN NO IDENTIFICARSE CON SU PROPIA NEGATIVIDAD, SU DESESPERACIÓN, SU DESDICHA, SU MISERIA—.

Es preciso que no se identifique con ellas, QUE NO LES CEDA, es preciso que no diga "Yo soy negativo", PORQUE HAY "YOES" QUE GUSTAN DESTRUIRLO, QUE GUSTAN ENVENENARLO.

Como se dijo, cuando se identifica, está usted dormido.

Los "Yoes" negativos desean mantenerlo dormido, porque cuando está despierto carecen de poder sobre usted.

La gente suele decir: "Tal vez sea cierto, pero tengo mis buenas razones para ser negativo".

De este modo los "Yoes" negativos prosiguen en plena posesión de su persona.

PROPORCIONAN LAS RAZONES.

El Trabajo dice que todos los estados negativos, no importa cuál sea la causa de ellos, SON MALOS, y una persona debe apartarse de ellos.

Hay que ignorar la causa.

Tenemos, dice El Trabajo, el derecho a no ser negativos y debemos luchar con toda nuestra fuerza de mente y mediante la verdad del Trabajo por este DERECHO QUE ES NUESTRO y que hemos perdido imitando a los otros.

¿Es menester que tome siempre las cosas de la misma manera mecánica?

Si no ve de qué otra manera puede tomarlas, entonces otra vez no entiende en qué reside el trabajo sobre sí.

Contémplelo de esta manera — ¿es preciso siempre comportarse mecánicamente?—.

¿No es posible comportarse más conscientemente hacia la vida, hacia nosotros mismos y hacia los otros?

¿Qué significa esto?

Significa que ya sabemos mediante la observación de sí cómo encarar un evento, una situación, una persona, mecánicamente, y que no nos identificamos con esa manera típica de encararlos sino que:

1) Nos separamos de ellos y 2) Si cabe la posibilidad intentamos encontrar conscientemente una nueva manera de encararlos.

ESTO ES TRABAJO SOBRE SÍ Y ESTO CONDUCE AL CAMBIO DE SER —AL NUEVO SER—

Hay gran cantidad de nuevo Ser, por eso es innecesario seguir andando en el viejo Ser.

Pero estamos celosos del viejo Ser y no deseamos tener un nuevo Ser —o más bien, deseamos tener un nuevo Ser y retener al viejo Ser—.

Pero no podemos ir a París y permanecer en Londres.

Ahora bien, para volver a ese franco secreto que El Trabajo nos está siempre enseñando y que tanto nos cuesta entender.  Si dice "Yo soy negativo" no le será posible separarse.

Si ve al "Yo" que está produciendo un gas tóxico de emoción negativa entonces dirá "ESTE NO ES YO".

Además, no tendría que decir ‘‘ ¿Es preciso que Yo encare el evento de este modo?" Todo estriba en observar que un "Yo" en usted lo encara de esta manera y que usted está identificado con ese "Yo" Y NO NECESITA HACERLO.

Por eso debe apartarse de ese "Yo" —SEPARARSE DE ÉL— y manteniéndose tras él VIGILARLO Y OBSERVAR como el evento de esa manera.

Así gradualmente se coloca TRAS LA MÁQUINA-PERSONALIDAD y descubre que es una jaula de "Yoes" y ya no es más usted.

Empieza a desecharlos como una cantidad de abrigos.

Entonces se va en dirección hacia el "Yo" Real, hacia Dios.

Maurice Nicoll

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