EL HOMBRE NO ES UNA UNIDAD SINO QUE ES MÚLTIPLE
1) Si un hombre se toma como uno, NINGUNA LUCHA puede
desarrollarse dentro de él.
Si ninguna lucha se desarrolla dentro de él, NO PUEDE
CAMBIAR. ¿Por qué es esto así?
2) Si un hombre SUPONE que hay una sola cosa que actúa,
piensa y siente en él —es decir, un Yo— entonces NO PUEDE COMPRENDER que tendría
que haber una cosa que comanda y otra que obedece.
Esto significa que si el hombre se considera como una
unidad, nada puede cambiar en él.
El Trabajo dice: "A menos que el hombre se divida en
dos, no puede moverse de donde está en si mismo" —es decir, no puede ser
diferente en sí mismo.
3) Si un hombre esta a tal punto hipnotizado y por lo
tanto dormido como para creer que es uno, no puede recibir las ideas del
trabajo.
¿Cuál es el objeto del lado práctico del trabajo, es decir,
las ideas y las instrucciones relativas al trabajo sobre sí?
Este objeto es hacer que un hombre trabaje sobre si, teniendo
en cuenta el lado del Trabajo y el lado mecánico, es decir, que mediante una
especie de desdoblamiento pueda observarse desde el ángulo de las ideas de Trabajo.
En este caso, el lado observante mira el lado que debe
ser observado.
Así el hombre llega a ser dos: Un lado observante y un
lado observado.
4) Si un hombre cree que es una unidad, y que siempre es
el mismo yo quien actúa y piensa y hace, ¿cómo puede observarse a sí mismo? No
puede, porque se imagina que él mismo es uno y así nada puede ser observado
acerca de él.
En tal caso, un hombre cree a menudo que observación
significa observación de algo que esta fuera de él, de autobuses, calles,
gentes, panoramas, etc.
De esa manera la observación de sí se haría por la vía de
los sentidos que solo muestran lo que no es uno mismo, por ejemplo, el mundo
exterior.
5) A menos que El Trabajo no se establezca en un hombre
por medio del "Yo" observante, nada puede cambiar en él.
El "Yo" observante es mas interior que la vida
como sentido.
Pero si el "Yo" observante no es apoyado por
alguna profundidad de comprensión continua y renovada del Trabajo, se debilita
y, en las tensiones de las circunstancias de la vida exterior, se desvanece.
Luego un hombre se encuentra sencillamente de regreso en
la vida y si la vida en ese momento favorece sus propios intereses, no sufre en
absoluto.
6) El establecimiento del "Yo" observante
estriba en hacer que algo sea más interior en el hombre, de modo que pueda
observar lo que es más exterior en él (exterior no en el sentido de la vida
exterior externa, sino en él, en su personalidad, en Johnson, si su nombre es
Johnson).
A menos que se establezca este "Yo" observante,
a menos que un hombre quiera observarse a sí mismo (y sí mismo no tiene nada
que ver con la vida exterior dada por los sentidos, su casa, sus muebles, su
dinero, sus comidas, su jardín, sus negocios, su posición social, sus medallas,
su alcurnia, su ropa, etc.) a menos que comience este acto interior, nada puede
cambiar en él. Sigue siendo la misma persona.
7) Tras haber pasado largo tiempo en El Trabajo el
sistema interior, que se inicia en una Observación de Si voluntaria, el
"Yo" observante EMPIEZA A ACTUAR Y A CONTROLAR al hombre mecánico.
Lo hace por medio de la reunión de todos los "Yoes"
en la personalidad que desean trabajar y pueden hacerlo.
Si esto prosigue a despecho de las tentaciones, algo muy extraño
empieza a tener lugar.
Las tentaciones en esta primera etapa del trabajo
consisten solo en luchar contra las dudas, las malas interpretaciones, la
calumnia, los escrúpulos, las críticas infundadas, las exigencias, etc., pues
para nosotros no existen otras tentaciones en esta etapa.
Es preciso que el hombre sea tentado de esta manera al comienzo
para que este pronto para un nuevo despertar.
El "Yo" observante reúne a su alrededor a los
"Yoes" que pueden trabajar y comprender el trabajo.
Forman un pequeño grupo de "Yoes" llamado
Mayordomo Delegado, que tiene que luchar y combatir contra la falsa
personalidad.
Si el Mayordomo Delegado, a despecho de sus continuos
fracasos, llega a fortalecerse, el Mayordomo se acerca.
El Mayordomo pertenece a algo que está por encima del
hombre.
Aparece al principio por breves instantes y muchas veces
cuando se acerca, la gente tiene grandes dificultades ya sea externamente, ya
sea en sus luchas contra los estados negativos, etc.
El Mayordomo proviene de un nivel diferente.
Para recibir al Mayordomo, un hombre debe sufrir un nuevo
fraguado de sí, un nuevo reordenamiento de su mente.
Pero esto siempre tiene lugar en la mejor forma posible
para el individuo y puede ser soportado.
El trabajo radica en ponerse en contacto con los centros superiores.
Un hombre no puede producir esos cambios por sí mismo
porque desconoce en absoluto las nuevas conexiones necesarias.
Estos cambios se llevan a cabo a través de su trabajo
personal y de la lucha del Mayordomo Delegado en él, es decir, que lo que trata
de penetrar desde arriba en el hombre lo realiza cuando las condiciones son
apropiadas.
Una vez que esto se produjo, el hombre es un hombre
diferente.
Su sentimiento del Yo es diferente.
Sus ideas y pensamientos, su razonamiento y sus acciones
son diferentes.
Ha experimentado la evolución de sí latente en él.
Ha "nacido otra vez" como dice la frase de los
Evangelios.
Pero todo esto es imposible a menos que un hombre empiece
por establecer un "Yo" observante y posea la ayuda del Trabajo,
mediante la comprensión del trabajo para él mismo, lo cual significa el agrupamiento
de los otros "Yoes" en torno del "Yo" observante, de modo
que un pequeño grupo de "Yoes" llamado Mayordomo Delegado se forma en
el caos de su vida interior.
Pero, claro está, si un hombre permanece en la presunción
de que es uno y de que solo puede ser uno, y que siempre hay una cosa que actúa,
siente, piensa, habla, etc., en él, todo lo dicho anteriormente sigue siendo
imposible de realizar.
Maurice Nicoll
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