EL RECUERDO DE Sí. XII
El Trabajo dice que hemos de crearnos a nosotros mismos.
Una idea similar existe en otras enseñanzas, pero la
diferencia radica en el hecho que el crearse uno mismo en el sentido del
Trabajo significa EL CRECIMIENTO DE ALGO que ya nos está esperando.
En otras palabras, si no hubiera algo más grande que
nosotros, nada de potencial, nada de no realizado pero CON LA POSIBILIDAD DE
REALIZACIÓN, le sería inútil al Hombre tratar de crearse a sí mismo.
Contemplemos un instante el cuerpo que le fue dado:
¿Acaso podría un hombre crear su cuerpo?
Ahora bien, la última vez que hemos hablado acerca de las
cosas que debemos observar, puesto que El Trabajo señala que lo que hemos de
observar es que no nos recordamos a nosotros mismos.
Debido a esta razón TODO ANDA MAL en el mundo.
Sin embargo nos enseñan que el hombre fue creado para
recordarse a sí mismo, y que, al ser educado entre gente dormida, se olvidó de
sí y absorbió la psicología de la gente dormida.
Por consiguiente hemos de REDESCUBRIRNOS.
Nos hemos olvidado de nosotros mismos.
Lo que tomamos como nosotros es, de hecho, el crecimiento
de la Falsa Personalidad, que se adquiere a causa de la influencia de la vida y
así hace que NOS ALEJEMOS MUCHO DE LO QUE REALMENTE SOMOS.
Y sin embargo, dominándonos, por así decir, está EL YO
REAL —esto es, lo que somos realmente y hemos olvidado.
Retomar a este SENTIMIENTO DE YO es uno de los grandes
objetivos de esta enseñanza.
Sólo descartando lentamente, capa tras capa, abrigo tras
abrigo, aquello que no es nosotros, llegaremos a sentir las vibraciones del Yo
Real.
Ahora bien, ninguna persona puede recordarse a sí misma a
no ser que comprenda, cada cual según su propia manera, que a cada momento del
día se olvida de sí y de este modo no se recuerda a sí misma.
Hablando de un aspecto de este grande y multifacético
tema del Recuerdo de Sí, cabe decir aquí que un hombre, una mujer que no se
recuerdan a sí mismos, se identifican con todo lo que les está sucediendo.
Están a la merced de cada cambiante suceso, de cada
cambiante pensamiento y sentimiento.
Tal hombre, tal mujer se parecen a UN COLADOR lleno de
agujeros.
Permiten el escurrimiento.
Su aparato receptivo es casi inútil.
PIERDEN TODO; aun cuando hayan tenido momentáneamente una
breve experiencia de un estado más consciente, lo pierden al identificarse al
próximo momento con hechos nimios, tal como el haber perdido el botón del
cuello o su cartera, etc.
¿No ven lo que esto significa?
Dichas personas NO TIENEN NADA QUE PUEDA PROTEGERLAS de
las influencias de vida y así la vida las penetra y las controla, y son
máquinas manejadas por la vida, por las influencias A.
Si un hombre, una mujer estuvieran en un estado de
Recuerdo de Sí ya no estarían más bajo las influencias A, las influencias de
vida, sino que SE RESISTIRÍAN A LA VIDA.
Y muchas cosas extrañas les sucederían.
El hombre o la mujer que se recuerda a sí mismo es una
persona muy diferente en todo sentido del hombre mecánico o de la mujer
mecánica.
Pero es muy difícil recordarse a sí mismo por más de unos
pocos segundos, o, digamos, minutos, o quizá, más tarde, un tiempo más prolongado
—o tal vez, eventualmente, en todo momento, a condición de haber PAGADO EL
PRECIO.
Intentaré ahora transmitirles las ideas de Recuerdo de Sí
sobre las cuales he estado hablando.
Tal como son al presente la vida se precipita sobre
ustedes y NADA HAY EN USTEDES CAPAZ DE RESISTIRLA.
ES NECESARIO CONSTRUIR ALGO en ustedes que pueda, al
menos por breve tiempo, no quedar sumergido por sus pensamientos y sentimientos
mecánicos que surgen de la multitud de cosas que se precipitan sobre ustedes.
UNA PERSONA PUEDE CONSTRUIR ALGO QUE LA RODEE DE TAL MODO
QUE AL CABO DE UN TIEMPO POCAS COSAS O QUIZÁS NADA PUEDA ATACARLA.
Se lo logra mediante cierta forma de Recuerdo de Sí que
todos han de descubrir por si mismos porque es diferente en cada caso.
Si una persona no lo tiene en sí perderá fuerza con cada
evento.
En los días de la antigüedad se lo llamaba el Sello
Hermético.
Se decía en un antiguo libro que los discípulos se
sellaban todas las mañanas.
Y esto, desde luego, significa que deben recordarse a sí
mismos a todo lo largo del día.
Pero nos levantamos como quiera que sea, hablando
psicológicamente, y en seguida pasamos a ser NEGATIVOS.
Como al presente la mayoría no está muy bien
interiorizada sobre este particular hemos de empezar observando DE QUÉ MODO
PERDEMOS FUERZA debido a no haber establecido UN LUGAR INTERIOR EN NOSOTROS
CAPAZ DE RESISTIR EL PLANO EXTERIOR DE LA VIDA PARA QUE NADA PENETRE SIN EL
CONSENTIMIENTO DEL PLANO INTERIOR.
NOS ENSEÑAN QUE DEBEMOS RESISTIR LA VIDA.
SÍ, PERO ¿CÓMO?
Primero, debemos observar cómo reaccionamos mecánicamente
a la vida.
Hemos de resistir los efectos que la vida nos impone en
diferentes momentos y darnos cuenta que si de la manera en que tomamos la vida
nada hay en nosotros que pueda gradualmente resistir, ¿cómo podemos esperar
crecer internamente y formar con el tiempo un Segundo Cuerpo, tal como es
llamado?
El recuerdo de sí tiene que ocupar el lugar del
identificarse.
Al no identificarse cabe la posibilidad de otra
psicología —de otro Cuerpo— el hombre nuevo —la mujer nueva.
Ahora bien, anoten en el pizarrón los Cuatro Estados de
Conciencia y recuerden el hecho que las influencias provenientes de los Centros
Superiores que pueden ayudarnos —esto es, el Circulo Consciente de la
Humanidad— tan sólo pueden alcanzamos en el Tercer Estado de Conciencia —a
saber, el Recuerdo de Sí—.
Es preciso trazar la distinción entre uno mismo y la
vida.
DECIR: "YO NO SOY LA VIDA."
Pero si una persona está pegada a la vida y su cambiante
calidoscopio —esto es, si está gobernada por las influencias A— dicha persona
está en el Segundo Estado de Conciencia, que en este Trabajo se llama Sueño.
Dicha persona no puede distinguirse de la vida.
El verdadero propósito de este Trabajo es el de
despertar, y sólo a través de la auto-observación y el Recuerdo de Sí se puede
despertar realmente de la vida.
Pero a menos que un hombre, una mujer, sean capaces de
distinguirse de sus acostumbradas y mecánicas reacciones a la vida —esto es, de
lo que imaginan ser— no hay posibilidad de despertar fuera de la vida —esto es,
fuera de lo que la Psicología Occidental acepta como Conciencia, el así llamado
Segundo Estado de Conciencia, controlado por la vida.
En realidad, es un estado de sueño, nuestra vida diaria
es sueño.
TRATEN DE NOTAR, en cuanto a la observación de sí, dónde
están ustedes identificados, cómo no se recuerdan a sí mismos, y cuándo, en
cuanto les está permitido al presente, se recuerdan a sí mismos.
La mayoría de la gente ha experimentado momentos de
Recuerdo de Sí una o dos veces en la vida.
Pero ahora debemos trabajar por ellos.
Y una cosa que es preciso notar, con el fin de ponerse en
contacto con los Centros Superiores o con el Hombre Superior, es que debemos SEPARARNOS
DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS, y muchas otras cosas que el Trabajo nos enseña en
la práctica.
Pero al hacer este Trabajo y no meramente escucharlo nos
permite acercarnos a lo que es llamado el "crearse uno mismo", que
quiere decir EMPEZAR A PONERSE EN CONTACTO con lo que ya está allí pero con lo
cual hemos perdido todo contacto debido a la hipnosis de la vida externa.
Si nada hubiera allí para devenir, luego ¿qué?
Así, esotéricamente, somos llamados semillas.
Esta idea es fundamental en El Trabajo.
Maurice Nicoll
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