LOS CINCO SIGNIFICADOS DELA PALABRA YO
Empecemos con la pluralidad del yo.
El Hombre no tiene un solo yo, tiene muchos “yoes”
Cuando hablé primero sobre los muchos "yoes"
que hay en nosotros, dije que nuevos "yoes" saltan a cada momento,
controlan las cosas por breve tiempo y desaparecen, y muchos de ellos jamás se
encuentran.
Cuando usted comprende que no es uno solo, que son
muchos, que puede conocer algo como cierto por la mañana y no conocer nada de
ello por la tarde, entonces ESTE DARSE CUENTA es el comienzo.
No quiero decir que si comprende esta pluralidad puede
cambiarla y tornarse diferente; pero ESTE DARSE CUENTA es el primer paso.
P. No veo por qué diferentes gustos han de significar
diferentes "yoes" o grupos de "yoes".
R. Porque el mismo yo sería idéntico.
Cuando usted dice "yo", piensa en el todo.
En realidad es sólo una partecita de usted.
Podemos existir sólo porque no podemos poner todo nuestro
capital dentro de cada yo; de lo contrario, estaríamos en quiebra.
Sólo ponemos centavos.
Nuestros "yoes" son centavos.
Suponga que tiene cierta cantidad de dinero, todo en
centavos.
A cada momento que dice "yo", usted usa un
centavo.
Eso es un error; incluso tales como somos, valemos más
que un centavo.
En este sistema, el vocablo yo puede pronunciarse de
cinco maneras, en cinco niveles diferentes.
El hombre en su estado corriente es una multiplicidad de
"yoes": este es el primer significado.
Cuando un hombre decide trabajar, aparece un "yo
observador" o un grupo de "yoes" (representado en negro, en el
diagrama); éste es el segundo significado.
El tercer significado, indicado por el círculo más
pequeño, es cuando aparece el Sub-mayordomo.
Este TIENE CONTROL sobre una cantidad de
"yoes".
El cuarto significado, indicado por el círculo medio, es
cuando aparece el Mayordomo.
Este TIENE CONTROL sobre todos los "yoes".
El quinto significado es el del Amo.
Está dibujado como el gran círculo exterior, pues tiene
un Cuerpo Temporal.
Conoce el pasado y también el futuro, aunque debe tener
diferentes grados de esto.
P. ¿Es posible aumentar la cantidad de "yoes"
interesados en el trabajo?
R. Tenemos bastantes "yoes", ellos se
acrecientan.
El objetivo es conectarlos y ayudarlos a convertirse en
un solo yo interesado en el trabajo.
Si muchos "yoes" se interesan y no se conocen
uno al otro, un "yo" o grupo de "yoes" puede hacer una
cosa, y otro otra cosa, sin saber.
Usted puede decir YO, al hablar de sí mismo, sólo en
relación con su trabajo con un objetivo definido: el estudio de si, el estudio
del sistema, el recuerdo de sí, etc.
En otras cosas debemos comprender que esto no es realmente
usted, sino sólo una partecita de usted, imaginaria en su mayor parte.
Cuando usted aprenda a distinguir eso, cuando eso se
convierta casi en un hábito (en el sentido de ser constante), se sentirá en el
camino correcto.
Pero si siempre dice yo a todo sin discriminación, eso
sólo ayuda a sus tendencias mecánicas y las fortalece.
¡Y qué cantidad de cosas hacemos sin querer hacerlas!
Tenemos que hacer esto y aquello, pensamos sobre esto,
sentimos sobre aquello, y así una cosa tras otra toma toda nuestra energía, y
nada queda para el trabajo real.
Dije en la primera plática que estos cientos y cientos de
"yoes" forman ciertos grupos en los que diversos "yoes"
trabajan juntos.
Algunos de estos grupos son naturales, otros son
artificiales, y algunos incluso son patológicos.
La primera división natural de los "yoes" es de
acuerdo a las funciones: intelectuales, emocionales, instintivos y motores.
Pero aparte de éstos, hay muchas otras divisiones que
pueden llamarse personalidades diferentes.
P. ¿Cuál es la diferencia entre personalidades y
"yoes"?
R. Puede decir que las personalidades consisten en
diferentes "yoes".
Cada cual puede encontrar en sí diversas personalidades,
y el real estudio de sí empieza con el estudio de estas diferentes
personalidades, porque no podemos estudiar a los "yoes", hay
demasiados de ellos.
Pero con las personalidades es más fácil, pues cada
personalidad o grupo de "yoes" significa alguna inclinación especial,
una tendencia especial, o a veces una aversión.
P. ¿Hay algunas observaciones especiales que uno puede
efectuar para ver las personalidades?
R. El estudio de sus gustos particulares ayudará.
Por ejemplo, si encuentra algo que claramente le gustó a
lo largo de su vida desde la niñez, verá que en torno de eso hay construida
cierta personalidad.
Somos criaturas de gustos; nos gustan toda clase de
cosas, pero sólo tenemos cierta cantidad de gustos genuinos.
Estudiándolos, uno descubre las personalidades.
P. ¿Todas las personalidades están ligadas con los
gustos, y ninguna con los disgustos?
R. No pienso que las personas normales tengan tales
disgustos fuertes.
Los disgustos son habitualmente accidentales, de modo que
no confíe en ellos.
Pero hay cosas de las que usted siempre gustó, y hay
algunas que tan sólo IMAGINA que le gustan.
Las personalidades pueden ser muy diferentes.
Algunas se basan en hechos reales y gustos e inclinaciones
reales, mientras otras se basan en la imaginación y en ideas equivocadas sobre
uno mismo.
De modo que es necesario separar las personalidades que
pueden usarse de algún modo, de las que no pueden ser útiles para el
autodesarrollo, y por ende han de ser destruidas, o al menos subyugadas.
P. Me parece que algunas personalidades desaparecen durante
un lapso muy prolongado.
R. No desaparecen, tan sólo se quedan detrás de la
escena.
Si son meramente "yoes" ocasionales, pueden
desaparecer, pero las personalidades no desaparecen tan fácilmente, aunque
pueden esconderse de la vista.
O pueden sacrificarse, pues a veces, a fin de manifestar
una personalidad, hay que sacrificar varias otras.
P. ¿Cómo averiguar cuáles personalidades son más reales y
cuáles son imaginarias?
R. La vida aporta pruebas para las personalidades.
Suponga que usted piensa que algo le gusta muchísimo y
luego la vida le pone en condiciones en las que usted puede disfrutar lo que
pensó que le gustaba, pero en vez de ello descubre que no lo disfruta para
nada, que sólo imaginó que le gustaba.
Entonces podrá ver que esta personalidad era imaginaria.
P. ¿Qué determina que una personalidad o grupo de
"yoes" es inútil y ha de ser eliminado?
R. Las personalidades pueden dividirse.
El autodesarrollo comienza con EL CENTRO MAGNÉTICO, esto
es, con un grupo de "yoes" o con la personalidad interesados en
ciertas cosas.
Cuando un hombre encuentra una escuela, su CENTRO
MAGNÉTICO empieza a acumular conocimiento práctico y teórico, y experiencia que
provienen del estudio del ser, y de este modo éste se convierte eventualmente
en el Sub-mayordomo.
Además de esta personalidad, hay otras personalidades,
algunas de las cuales pueden desarrollarse, y algunas no concuerdan con ella
para nada.
De modo que algunas personalidades pueden unirse en el
trabajo, otras son neutrales y, mientras no estén en el camino, puede
permitírseles permanecer por algún tiempo, y algunas han de ser ELIMINADAS.
Cuando el centro magnético se transforma en Submayordomo,
usted efectúa ciertas DECISIONES, formula cierto objetivo, emprende cierto
trabajo.
Luego, puede averiguar cuál personalidad puede trabajar
con él y cuál no.
Si una personalidad está contra su objetivo y puede
dañarlo, o no lo quiere, o no sabe de él, entonces evidentemente no puede
trabajar con el Sub-mayordomo.
De modo que pueden ser clasificadas, pero primero uno
deberá conocerlas.
Luego, cuando las personalidades son puestas en orden y
agrupadas en torno del centro magnético (que significa Sub-mayordomo)
producirán un efecto sobre la esencia precisamente por la existencia de
aquéllas.
P. ¿El Sub-mayordomo es la conciencia?
R. La conciencia toma parte en la formación del
Sub-mayordomo, pero no puede decir que es el Sub-mayordomo, porque la conciencia
es mucho mayor.
P. ¿Hay una conexión entre el centro magnético y la
consciencia?
R. Sí, pero no directa: hay entre ellos varios estados
diferentes.
Es mejor decir que el centro magnético es el terreno
desde el cual crece el yo-permanente.
A través de diversas transformaciones, el centro
magnético se convierte mucho después en yo-permanente.
Es la semilla del yo-permanente, pero sólo la semilla:
primero ha de convertirse en algo enteramente diferente.
Ahora trate de entender la división más importante de
todas para uso práctico.
Es la división en "yo" y (por mí)
"Ouspensky".
¿Qué es el "yo"? No tenemos un "yo"
permanente como si estuviese opuesto a "Ouspensky".
Pero todo nuestro interés en el sistema, todos nuestros
esfuerzos en el estudio de sí y el desarrollo de sí, y lo que a veces se llama
el "yo observador"... TODO ESTO ES EL COMIENZO DEL YO.
Todo el resto es "Ouspensky" o "falsa
personalidad".
"Ouspensky" es nuestro cuadro imaginario de
nosotros mismos, porque en él ponemos todo lo que pensamos de nosotros, que por
lo general es imaginario.
Todo el estudio desciende al estudio de este cuadro
imaginario y a separarnos de él.
De modo que ahora usted puede llamar yo a su valoración
del sistema.
Esto es "usted".
De su actitud hacia el sistema, hacia el trabajo en el
sistema, hacia el interés por el sistema, puede crecer el yo.
Sobre esta base puede separar al yo de la falsa
personalidad.
No hay garantía de que esté absolutamente en lo cierto,
pero este método tiene gran valor práctico.
La falsa personalidad está siempre contra el trabajo para
el desarrollo de sí y arruina el trabajo de todas las demás personalidades.
Nunca puede ser útil.
P. ¿Cuál es la diferencia entre personalidades reales y
falsa personalidad?
R. Usted mezcla dos divisiones que son absolutamente
diferentes y están en una escala diferente, de modo que no pueden compararse.
Las personalidades (en plural) se mencionan en relación
con la esencia, pues dije que la personalidad puede dividirse en diferentes
personalidades que la componen.
La división en esencia y personalidad es ahora meramente
teórica y es sólo útil como principio, pues es difícil verla en uno mismo.
No conocemos nuestras personalidades, de modo que
empezamos estudiando desde los dos extremos.
Primero estudiamos la personalidad que está conectada con
el trabajo y que se desarrolló desde el centro magnético; y luego estudiamos la
falsa personalidad, sobre una escala enteramente diferente.
La falsa personalidad es opuesta a "usted", es
su idea equivocada sobre usted mismo: exactamente lo que usted no es.
Esta división es práctica, pues es necesario conocer
claramente a qué se parece la falsa personalidad.
De modo que no debemos confundir la falsa personalidad
con las personalidades, porque, aunque no son muy reales, las personalidades
pueden basarse en inclinaciones reales, en gustos y disgustos reales, mientras
la falsa personalidad es toda falsa y puede incluso pretender gustar de algo
que a usted le disgusta o no gustarle algo que a usted realmente le gusta.
Cuando usted habla de falsa personalidad, toma a
"usted" como existente y a la falsa personalidad como no existente;
cuando hablamos sobre personalidades, dejamos a la falsa personalidad fuera de
las conversaciones y discutimos diferentes divisiones de lo que consideramos
que es "usted".
La falsa personalidad no debe convertirse en una mera
palabra.
Todos los que hablan de ella deben tener algún cuadro de
sí mismos en poder de la falsa personalidad.
Esto sólo puede dar algún resultado si este término se
usa de ese modo.
P. ¿Podría decir más acerca de qué es el yo?
R. El yo sólo se presume; no sabemos qué es el yo.
Pero conozco a "Ouspensky" y puedo estudiarlo
en todas sus manifestaciones.
De modo que debo empezar con "Ouspensky", El yo
es elusivo y muy pequeño; sólo existe como potencialidad; si no crece, la falsa
personalidad continuará controlándolo todo.
Muchas personas cometen el error de pensar que saben cuál
es cuál.
Dicen "este es el yo", cuando en realidad es la
falsa personalidad.
Este está conectado generalmente con nuestra capacidad
para desempeñar roles.
Es una capacidad limitadísima; por lo general tenemos
unos cinco o seis roles, si los observamos o no.
Podemos advertir cierta semejanza, totalmente
desorientadora, entre estos roles, y luego, consciente o inconscientemente,
llegar a la conclusión de que detrás de ellos hay una individualidad
permanente.
La llamamos yo y pensamos que está detrás de todas las
manifestaciones, cuando en realidad es un cuadro imaginario de nosotros mismos.
Este cuadro ha de estudiarse.
Es imposible tener un conocimiento práctico de uno mismo
si no se conoce la propia falsa personalidad.
Mientras pensemos que somos uno solo, todas nuestras
definiciones están equivocadas.
Sólo cuando un hombre conoce que todas sus intenciones,
deseos, etc., no son reales, que son falsa personalidad, sólo entonces puede obtener
algo.
Este es el único trabajo práctico posible, y es
dificilísimo.
La falsa personalidad tiene que desaparecer, o al menos
volverse impotente para obstaculizar nuestro trabajo.
Pero se defenderá y no cederá fácilmente.
El trabajo es lucha contra la falsa personalidad que
contraatacará, principalmente a través de la mentira, pues la mentira es su
arma más fuerte.
P. Si usted dice que lo que llamamos "yo" es
imaginario, ¿qué quiere decir con "consciencia de sí"? ¿Qué
"si" puede ser consciente?
R. Sí es diferente de no-sí.
Yo... y esta mesa.
Cuando dije que yo era imaginario, lo signifiqué en el
sentido de un cuadro mental que tenemos de nosotros mismos, de lo que pensamos
de nosotros mismos.
Cuando digo "Ouspensky", es un
"Ouspensky" ornamentado, hecho para que parezca lo que no es.
Le atribuyo muchas cosas que no posee; no conozco su
debilidad.
La condición de crecimiento del yo real es librarse de
"Ouspensky", no identificarse con él.
P. ¿El yo jamás es real a no ser que esté conectado con
el esfuerzo?
R. El yo sólo puede estar en el estado de consciencia de
sí, y cada momento en el trabajo de crear la consciencia de sí significa
esfuerzo.
Nada puede "ocurrir" por sí mismo.
Si cambiamos nuestro ser, las cosas serán diferentes,
pero en este estado nada puede ser diferente.
P. Me parece que la falsa personalidad es lo único que
podemos adaptar a alguna circunstancia nueva; puede desempeñar un rol y
tornarlo más cómodo.
R. La falsa personalidad realmente no se adapta.
Adaptarse en el sentido corriente significa, más o menos,
una acción controlada.
La falsa personalidad reacciona de modo diferente, según
lo que es, pero no puede adaptarse.
Y necesariamente no torna más cómodas las cosas, usted no
puede confiar en ella.
Deberá entender que usted no tiene el mínimo control de
la falsa personalidad.
Cuando empezamos a verla, comprendemos que lo controla
todo y que nada puede controlarla.
De modo que a eso no puede llamarlo adaptación.
Debe SEPARAR en usted lo que puede controlar y lo que no
puede controlar.
Lo que no puede controlar pertenece a la falsa
personalidad, y lo que puede controlar pertenece a usted.
P. ¿Cómo puede tratarse la presunción de la falsa
personalidad?
R. Primero, debe conocer todos sus rasgos, y luego debe
pensar correctamente.
Cuando piense correctamente, hallará modos de tratarla.
No debe justificarla; ella vive de la justificación, e
incluso de la glorificación, de todos sus rasgos.
En cada momento de nuestra vida, incluso en los momentos
tranquilos, estamos siempre justificándola, considerándola legítima y
encontrándole todas las excusas posibles.
Esto es lo que llamo pensamiento equivocado.
Al empezar a estudiar la falsa personalidad, empezamos a
ver cada vez más la mecanicidad.
Paralelamente con la comprensión de nuestra mecanicidad,
estudiamos cómo salir de ella por medio de la creación de algo que no sea
mecánico.
¿Cómo podemos hacerlo?
Primero, debemos pensar sobre lo que queremos, SEPARAR LO
IMPORTANTE DE LO NO IMPORTANTE.
El trabajo sobre uno mismo, el deseo de conocerse y las
ideas del trabajo, la lucha para crear la consciencia, no son mecánicos: de eso
podemos estar seguros.
Y si miramos desde este punto de vista, veremos en
nosotros muchas cosas imaginarias.
Estas cosas imaginarias son la falsa personalidad: las
emociones imaginarias, los intereses imaginarios, las ideas imaginarias sobre
nosotros mismos.
Debemos comprender cuánto estamos en poder de esta falsa
personalidad y de cosas inventadas que no tienen existencia real, y debemos
separar en nosotros aquello de lo que realmente podemos depender, de aquello de
lo cual no dependemos.
Eso puede servir como comienzo.
Cuando nos conozcamos mejor, esto nos ayudará a
despertar.
P. ¿Quiere decir que debemos estudiar nuestra falsa
personalidad reuniendo material, observaciones?
R. DIVIDIÉNDOSE, NO DICIENDO YO A TODO.
Realmente, puede usar la palabra yo sólo en relación con
la parte más consciente de usted: el deseo de trabajar, el deseo de entender,
el darse cuenta de no entender, el darse cuenta de la mecanicidad; a eso puede
llamarlo YO.
El yo empieza a crecer sólo en conexión con el estudio,
con el trabajo sobre uno mismo; de otro modo, no puede crecer y no hay cambio.
Un yo permanente no sobreviene totalmente de repente.
Todos los "yoes" ilusorios desaparecen poco a
poco, y el "yo" real crece gradualmente cada vez más vigoroso,
principalmente a través del recuerdo de sí.
El recuerdo de sí en el sentido de consciencia justa es
muy bueno, pero poco a poco, cuando usted sigue, se conecta con otros
intereses, con lo que usted quiere conseguir.
Ahora, en un momento usted lo recuerda, y luego lo olvida
por un día o una semana; pero es necesario recordarlo todo el tiempo.
P. ¿El objeto del recuerdo de sí es el descubrimiento
gradual del yo permanente?
R. No el descubrimiento; es preparar el terreno para
ello.
El yo permanente no está allí.
Debe crecer, pero no puede crecer cuando está todo
cubierto con emociones negativas, identificación y otras cosas por el estilo.
De modo que empiece preparando el terreno para ello.
Pero, primero que todo, como dije antes, es necesario
entender qué es el recuerdo de sí, por qué es mejor recordarse, qué efecto
producirá, etc.
ES NECESARIO PENSAR.
Además, al tratar de recordarse, es necesario mantener la
conexión con las otras ideas del sistema.
Si uno toma una cosa y omite otra (por ejemplo, si uno
trabaja seriamente sobre el recuerdo de sí sin conocer la idea de la división
de los "yoes", de modo que uno se considera como uno solo —como una
unidad— desde el principio), entonces el recuerdo de sí dará malos resultados e
incluso puede tornar imposible el desarrollo.
Hay escuelas, por ejemplo, o sistemas que, aunque no lo
formulen de este modo, se basan realmente en la falsa personalidad y en la
lucha contra la consciencia.
Tal trabajo deberá producir ciertamente malos resultados.
Al principio creará cierta clase de fuerza, pero
convertirá en imposible el desarrollo de la consciencia superior.
La falsa personalidad destruye o deforma la memoria.
Recordarse es una cosa que debe basarse en la función
correcta.
Al mismo tiempo que trabajar sobre eso, usted debe
trabajar sobre el debilitamiento de la falsa personalidad.
Desde el comienzo, se sugieren y explican varias líneas
de trabajo, y todas deberán ir juntas.
Usted no puede limitarse a hacer una cosa y no hacer
otra.
Todas son necesarias para crear esta combinación
correcta, pero primero debe llegar el entendimiento de la lucha con la falsa
personalidad.
Suponga que uno trata de recordarse y no desea realizar
esfuerzos contra la falsa personalidad.
Entonces, todos sus rasgos entrarán en juego, diciendo:
"Esa gente me disgusta", "Esto no lo quiero", "No
quiero aquello", etc.
Entonces eso no será trabajo sino absolutamente lo
contrario.
Como dije, si uno trata de trabajar de este modo
equivocado, puede hacer que uno esté más fuerte que antes, pero, en tal caso,
cuanto más fuerte se vuelve uno, menor es la posibilidad de desarrollo.
Fijarse antes del desarrollo: ese es el peligro.
P. ¿Eso es algo contra lo cual hay que estar en guardia?
R. Ciertamente.
Sólo una pequeña parte de usted quiere recordarse, y las
otras personalidades, o "yoes", no lo quieren para nada.
Es necesario hallarlas y ponerlas al descubierto, ver
cuáles son útiles para este trabajo, cuáles son indiferentes y cuáles están tan
dormidas que no saben nada sobre eso.
El objetivo es tener control sobre los propios
"yoes", o personalidades, para poder educar una u otra, para
ordenarlas de cierto modo.
El "yo" que tiene el control no será uno de
estos que usted tiene ahora.
Esta idea de LA FORMACIÓN DEL YO REAL es importantísima;
no puede formarse accidentalmente.
En la mayoría de los casos nos contentamos con una idea
filosófica del "yo"; creemos que lo tenemos y no nos damos cuenta de
que en realidad PASAMOS DE UN "YO" A OTRO.
P. Al considerar los gustos y disgustos, ¿cómo se puede
separar la que es personalidad real y la que es falsa personalidad?
R. Empiece comprendiendo que todo es falsa personalidad,
y luego TRATE DE AVERIGUAR CUÁL NO LO ES.
No puede hacer lo segundo antes de lo primero.
Primero deberá entender que todo es falsa personalidad, y
cuando se convenza de eso, PUEDE DESCUBRIR CUÁL ES "USTED".
Siga observando.
El trabajo comienza desde el momento en que uno comprende
que uno no es.
Cuando entra en todo, cuando se convierte en comprensión,
entonces ese es un trabajo productivo.
Pero cuando uno piensa sobre sí como yo (el todo),
entonces no es trabajo productivo.
Deberá entender que la falsa personalidad es una cosa muy
elusiva.
Es una sola, no consiste en diferentes personalidades;
pero, al mismo tiempo, contiene rasgos contradictorios e incompatibles, rasgos
que no pueden manifestarse al mismo tiempo.
De modo que eso no significa que usted puede ver la
totalidad de su falsa personalidad en un solo momento.
A veces puede ver más de ella, en otras ocasiones ciertos
rasgos de ella se manifiestan separadamente.
También deberá recordarse que la falsa personalidad es a
menudo más bien atractiva o divertida, particularmente para otras personas que
viven en sus falsas personalidades.
De modo que cuando usted empiece a perder su falsa
personalidad, cuando usted empiece a luchar contra ella, usted no le gustará a
la gente.
Esta le dirá que usted se embotó.
P. ¿Cómo se puede decir cuál no es falsa personalidad?
R. Una cosa que la falsa personalidad no puede hacer es
realizar esfuerzos.
Este es el mejor modo de saber, si usted está en la duda.
La falsa personalidad trata siempre de hacerlo todo tan
fácil como sea posible, siempre escoge lo que requiere menos esfuerzo.
Pero deberá entender que usted no podrá aprender nada ni
cambiar nada sin esfuerzo.
De modo que cuando encuentre un "yo" o un grupo
de "yoes" que estén preparados para realizar esfuerzos, eso significa
que no pertenecen a la falsa personalidad.
P. ¿Puede obtenerse una falsa personalidad nueva con
respecto al sistema?
R. Si uno no piensa sobre la falsa personalidad o no la
entiende, y si uno se engaña, pensando que trabaja, uno no adquirirá una nueva
personalidad falsa sino que crecerá la falsa personalidad.
De modo que deberá ser desalojada, si no destruida,
inmediatamente después de empezar.
P. Mi idea de mí mismo me hace pensar a menudo que no soy
valorizado apropiadamente y, en consecuencia, sufro debido al cuadro que tengo
sobre mí mismo.
R. Muy bien, pero no piense sobre el cuadro; sólo debe
recordar la dirección.
Puede equivocarse en sus ideas sobre usted mismo, pero
eso no es importante.
Sólo que la dirección debe ser correcta; usted no puede
ir a ninguna parte sin saber adónde va.
Sólo puede ver su cuadro imaginario de usted mismo desde
el punto correcto, y el punto correcto es la dirección.
No hay otro punto desde el cual usted pueda ver eso.
P. ¿Podría decir otra vez qué ocupa el lugar del yo real
en la actualidad?
R. El deseo de conocer.
A partir de esto, crecerá el yo real, si es que lo hace.
Al comienzo es difícil de definir, es el objetivo.
Si usted se conecta con cierto trabajo, con cierto
sistema, empieza a crecer; pero no puede crecer por sí mismo meramente a través
de circunstancias felices.
Es muy simple establecer que no tenemos un yo permanente.
Trate de recordarse durante quince minutos; esto mostrará
el grado de su ser.
Si usted tuviera un yo permanente; ¡podría recordarse
durante quince horas!
Todo es muy simple, realmente, sólo que no tenemos las
llaves de nuestra máquina.
Si tuviéramos las llaves, sería fácil abrirla y ver qué
hay adentro, y luego SEPARAR LO IMAGINARIO DE LO REAL.
Pero tenemos que aprender hasta eso: estamos demasiado
acostumbrados a lo irreal.
De modo que el tópico de nuestro estudio debe ser la falsa
personalidad, que está siempre allí.
Sólo si usted la conoce en todas sus manifestaciones,
puede separar cuál es el yo.
Estamos identificados con nuestro cuadro imaginario de
nosotros mismos y esta es una forma peligrosísima de identificación.
P. ¿Cómo puede empezarse a distinguir lo que es real?
R. Usted no puede.
PERO PUEDE DISTINGUIR LO QUE ES IRREAL, precisamente del
mismo modo que distingue la verdad de la mentira.
No hay necesidad de filosofía; considérelo simplemente.
Debemos empezar primero aplicando la discriminación a las
cosas simples.
La imaginación desempeña un papel importantísimo en
nuestra vida, porque creemos en ella.
Lo real puede crecer sólo a expensas de lo imaginario.
Ouspensky
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