LAS TRIADAS
Quiero darles algún material nuevo para que piensen en
él.
¿Recuerdan el punto de partida, cuando fue explicada la
idea de las tríadas?
Se dijo que toda acción, toda manifestación es el
resultado de la conjunción de tres fuerzas.
Este es el principio, y ahora debemos tratar de entender
cómo empezar a estudiarlo.
En el estudio de las tríadas y de las tres fuerzas uno
debe ser muy cuidadoso y lento, usando los principios dados en el sistema y
tratando de aplicarlos y ampliarlos cuando es posible.
Uno ha de evitar, particularmente, la prisa y la
invención.
El primer punto, al recordar el significado de las
tríadas, es recordar que las manifestaciones de energía, cualquier clase de
acción, en el mundo, en la actividad del hombre, dentro de la máquina humana o
en los sucesos externos, consiste siempre en tríadas.
Hemos hablado de seis tríadas diferentes, comprensibles
para la menta humana, representando, cada una, una combinación diferente de
fuerzas.
A fin de limitar la cuestión, de no tornarla demasiado
complicada al comienzo, sólo consideraremos la actividad humana.
Pero aquí llegamos a una dificultad.
Jamás hemos pensado que la actividad misma es diferente.
Conocemos la diferencia entre la madera y el metal, por
ejemplo, y no los mezclamos.
Pero no entendemos que una acción puede ser tan diferente
de otra como dos objetos distintos.
Para nosotros, en el pensar corriente, las acciones son
las mismas, sólo que una empieza con un objetivo y tiene un resultado, y otra
empieza con otro objetivo y tiene un resultado diferente.
Sólo pensamos en los motivos, objetivos y resultados,
pero no en las acciones mismas.
P. ¿Entonces, el motivo es menos importante de lo que
pensamos?
R. No determina la acción.
Usted puede tener una clase de objetivo, pero su acción
puede ser de una clase diferente.
Esto sucede muy a menudo.
Las personas empiezan haciendo algo con cierto objetivo
en vista, pero sus acciones son tales que, ni siquiera por accidente, este
objetivo podrá alcanzarse jamás.
Es necesario coordinar el objetivo con la acción; de otro
modo, nunca alcanzará lo que usted quiere.
Esto es lo que debemos entender en relación con nuestras
acciones y debemos tratar de encontrar diferentes categorías de las acciones.
Cuando empecemos a mirar la actitud humana desde este
punto de vista, recordando que hay diferentes clases de acciones, independientemente
de los resultados, intenciones, emociones, material, etc., empezaremos a ver
esto.
No es la capacidad de ver; lo que nos hace falta, sino el
conocimiento de este principio, que es nuevo para nosotros.
No podremos empezar de inmediato a buscar a las seis
diferentes tríadas en total, que pueden hallarse en la actividad humana, pues
se mezclarán en nuestras mentes.
Deberemos encontrar niveles normales para dos, tres o
cuatro clases, tantas como podamos ver.
Mire sus acciones y las de la gente que le rodea y verá
ciertas diferencias.
Este es buen material para pensar.
Todos los absurdos de la vida dependen del hecho de que
las personas no entienden que ciertas cosas pueden ser hechas con una sola
clase de tríada.
Usan una tríada equivocada, una clase equivocada de
acción, y les asombra que los resultados no sean los que quieren.
Por ejemplo, no es bueno tratar de enseñar golpeando, o
tratar de persuadir con ametralladoras.
Descubra sus propios ejemplos, y mejores, del uso
equivocado de las tríadas, y verá que ciertos resultados sólo podrán obtenerse
mediante una acción apropiada.
Obsérvese y observe a la vida en general; si vuelve este
estudio sobre sí, verá, por ejemplo, que si desea conocer o cambiar algo en
usted y si enfoca este problema de modo formativo, jamás conseguirá nada.
El pensar formativo es un ejemplo de una acción humana
que no conduce a entender.
P. ¿Puede dar un ejemplo de las diferentes actividades
humanas?
R. Tome dos ejemplos simples a fin de entender la idea.
Para construir una casa, se necesita esfuerzo a cada
momento, cada simple ladrillo debe ser puesto en su lugar con cierto esfuerzo;
ninguna tríada penetra en otra tríada sin esfuerzo.
Al final, la casa está construida y amoblada.
Entonces, si usted quiere quemarla, basta con qué
encienda un fósforo y le ponga algo inflamable, y la casa se incendia.
Si profundiza más en esto, verá que estas son dos
actividades diferentes.
Usted no puede construir una casa mediante la misma
actividad con que la quema.
En el segundo caso, una tríada penetra en otra sin
esfuerzo alguno, automáticamente, después del primer esfuerzo inicial de
encender un fósforo.
Los ejemplos de la tercera clase de tríada, en nuestra experiencia,
sólo pueden hallarse en el trabajo consciente, no en el trabajo identificado; o
en alguna actividad que tenga una peculiar cualidad propia que los demás no
pueden imitar, como la creación artística.
Los esfuerzos en el recuerdo de sí y en no identificarse
pertenecen a esta categoría.
Si piensa sobre eso, usted entenderá que, a fin de pintar
un buen cuadro, por ejemplo, uno deberá usar una tríada diferente de la usada
al construir una casa o de la usada para quemar una casa; se necesita otra.
Otra tríada puede llamarse invención, descubrimiento,
arte.
Si piensa sobre estas cuatro actividades diferentes,
éstas le darán material para observar y comparar.
Trate de ver por qué y en qué son diferentes.
P. No veo la distinción entre el arte y la construcción
de una casa.
R. En un caso, se necesita sólo energía, sólo esfuerzo;
en el otro, se necesita algo más, algún conocimiento o capacidad para la
invención.
P. ¿Usted puso esfuerzos en el recordarse con el arte?
R. Sí, es la misma tríada.
El esfuerzo simple y ciego, como en el trabajo físico, no
ayudará en el recuerdo de sí.
Tampoco ayudará el esfuerzo en el sentido de invención,
de adaptación.
P. Hallo difícil pensar en analogías con estas
actividades.
R. Naturalmente, porque no está acostumbrado a pensar de
ese modo.
Es un modo absolutamente nuevo de pensar.
Usted está tratando de pensar del modo corriente, lógico,
formativo, y esto no es suficiente.
Es necesario no pensar sobre palabras, sino sobre hechos.
Si encuentra cuatro clases diferentes, ¿en qué difieren?
Difieren en la forma del esfuerzo.
P. ¿La actividad formativa es destructiva?
R. No es destructiva por sí misma, sólo es deficiente.
Pero las actividades que empiezan con la emoción negativa
son siempre destructivas, no pueden ser nada más.
Muy a menudo, la gente no se da cuenta de esto.
P. No veo cómo podré alguna vez estar seguro sobre en qué
categoría poner una actividad.
R. Usted sabe bastante para empezar.
Para cada resultado, hay cierto método.
Diferentes métodos tienen resultados diferentes.
Si tiene un tronco de madera ha de tratarlo de modo
distinto de como tratará a un enfermo.
No interesa colocarlos en diferentes categorías.
El ejemplo es el comienzo del todo.
Tratamos de fingir que las cosas son más difíciles de lo
que son, pero en realidad sobre eso lo sabemos todo.
Sabemos que la caza es una actividad, y que escribir
poesía es una actividad diferente.
No se podrá cazar
con buen éxito con la clase de energía usada para escribir poesía.
P. ¿También hay diferentes tipos de pensar, paralelos a
los diferentes tipos de actividad?
R. Sí, ciertamente.
Cada clase de actividad tiene su propio modo de pensar,
aunque no somos conscientes de ello.
Pero lo que sucede es que la gente actúa de un modo y
piensa de otro.
A veces ambos coinciden, pero a menudo están en mala
relación recíproca.
P. ¿Pero la acción no es el resultado del pensamiento?
¿El pensamiento correcto no significa siempre una acción correcta?
R. No, absolutamente no.
Uno puede pensar correctamente y actuar incorrectamente.
Entender es una cosa: la voluntad y el designio, el
esfuerzo y la decisión son otra: hay dos grados diferentes de la cuestión.
Puede decirse que el recto pensar es un paso hacia la
acción correcta, pero aún no significa que la acción sea correcta.
P. ¿Cómo puede uno ponerse a usar la tríada correcta?
R. En los momentos de esfuerzo, o inmediatamente después,
usted puede darse cuenta de que es un esfuerzo equivocado, que con él no podrá
obtener lo que quiere.
Para cada objetivo definido hay un esfuerzo
correspondiente.
Si se atrapa usando un esfuerzo equivocado, eso significa
que es una tríada equivocada.
Puede ser que usted no sea capaz de usar la tríada
correcta, pero puede detener el uso de una equivocada.
Lo que es nuevo sobre esta idea de las actividades es que
son diferentes en sí mismas.
Para nosotros, la acción es acción.
Actualmente, basta entender que los resultados de las
acciones que vemos en la vida (particularmente no nos gustan o les encontramos
defectos) se debe, a menudo, a las tríadas equivocadas usadas para alcanzar un
objetivo dado.
Si entendemos esto, entenderemos que, mediante una
actividad dada, tendremos que arribar sólo adonde arribamos y a ninguna otra
parte.
Para arribar a algún otro lugar, hemos de usar una
actividad diferente.
Pero, actualmente, no podemos escoger, porque no sabemos.
P. ¿Puede uno aprender qué acciones usar?
R. Sí, ciertamente.
Usted puede aprender del Trabajo.
El Trabajo de la escuela puede hacerse de un solo modo.
Es decir que trate de un modo, de otro modo, de un tercer
modo y, más tarde o más temprano, llegará al modo correcto.
En las condiciones normales, usted no podrá ver los
resultados de sus acciones, hay demasiadas posibilidades de autoengaño; pero,
en el trabajo de la escuela, usted no puede engañarse.
Obtiene algo o no lo obtiene, y puede obtener algo
solamente de un modo.
Hay otros métodos de aprender sobre las diferentes clases
de acción, mediante el entendimiento intelectual, pero esperaremos para eso.
Me agradaría que, primero, entienda mejor el principio
general.
Vea, el esfuerzo, el objetivo, el motivo, todo entra en
la palabra "ACCIÓN" y la idea de acción, de modo que las acciones
están conectadas con el motivo pero no en el sentido que usted piensa.
Cierta clase de resultado sólo puede obtenerse mediante
una acción apropiada; al mismo tiempo, el motivo también determina la acción.
El motivo es, a veces, importante, pero con los mejores
motivos posibles uno puede hacer las peores cosas posibles, porque usamos un
esfuerzo equivocado, y un esfuerzo equivocado producirá un resultado
equivocado.
Suponga que usted quiere construir algo y usa la clase de
esfuerzo que sólo puede usarse para la destrucción; entonces, en vez de
construir, sólo destruirá las cosas, con las mejores intenciones.
Le he dado algunos ejemplos, trate de encontrar
paralelismos.
Trate de pensar, por ejemplo, que ni la acción que
construye una casa ni la acción que la incendia puede pintar un cuadro; al
mismo tiempo, la acción por la cual usted pinta un cuadro no es necesaria para
construir una casa: para eso se requiere un esfuerzo mucho más simple.
Sólo unas pocas personas pueden pintar buenos cuadros,
pero todas pueden tomar parte en la construcción de una casa.
Entonces, el mismo esfuerzo que es necesario para
construir una casa no basta para inventar, digamos, una nueva clase de
campanilla eléctrica.
Y la acción por la que usted inventa una campanilla
eléctrica no producirá un buen cuadro.
Las diferentes clases de acción significan tríadas
diferentes, pero actualmente es mejor dejar las tríadas y no pensar qué acción
significa cuál tríada, pues eso sólo le hará perder el significado de la idea.
Sólo deberá tratar de ver las diferencias.
Por ignorancia o impaciencia, las personas usan a menudo
las tríadas equivocadas y explican su fracaso como obra de la mala suerte, o
del demonio, o de un accidente.
Ouspensky
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