EL SENTIMIENTO DE YO.
A medida que una persona se vuelve más consciente de lo
que era hasta ahora la calidad de su vida, se pregunta cómo pudo haber colocado
su sentimiento de Yo en las cosas donde antes lo colocaba.
¿Cómo se identificaba con ellas de esa manera?
Ve con creciente claridad que si no hubiese colocado el
sentimiento de Yo donde lo situaba, habría evitado algunas de las cosas que no
pudo evitar.
Empezó, como podemos verlo, a colocar el Yo en algo.
Reflexiona —ahora que lo ve más claramente— y dice:
"¿Por qué coloqué mi sentimiento de Yo en eso?"
Dice que es porque se está volviendo más consciente y ve
mejor.
No dice: "¿Por qué hice eso?" como suele decir
la gente.
Lo dice de una manera diferente porque ha comenzado a
comprender algo que antes no comprendía.
Cualquiera sea la cosa que hizo, la hizo porque colocó su
sentimiento dentro de "ello".
Si hubiese estado despierta no habría permitido que el
sentimiento de Yo siguiera ese rumbo.
No habría hecho lo que hizo.
Se da cuenta que en ese momento de sueño no veía conexión
alguna entre el sentimiento de Yo y lo que hacía.
No estaba percibido claramente el sentimiento de Yo.
Puede que se diera cuenta de lo que hizo, en especial
después de haberlo hecho.
Pero no se dio cuenta que lo hizo porque permitió que el
sentimiento de Yo pasara adentro de “ello”.
Dejamos que el sentimiento de Yo pase adentro de toda
clase de cosas y no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo.
Es como firmar cheque tras cheque sin fijarnos para quien
los firmamos.
A este respecto nuestro descuido es increíble.
Arrojamos el sentimiento de Yo en todas direcciones en
vez de guardarlo.
Sucede lo mismo con los pensamientos prescindiendo de las
acciones.
El pensamiento de que alguien está mintiendo se me viene
a la mente.
Coloco el sentimiento de Yo dentro de ello.
Luego creo que es verdad.
He firmado el cheque.
Ahora bien, el pensamiento se me puede ocurrir.
Esta es una cosa.
PERO COLOCAR EL SENTIMIENTO DE YO DENTRO DE ELLO ES OTRA
COSA MUY DISTINTA Y LOS RESULTADOS SON MUY DIFERENTES.
Si una persona siempre pone el sentimiento de Yo dentro
de pensamientos dudosos y desagradables se verá rodeada y cercada por ellos y
todos afirmará que son sus hijos mentales.
Todos padecen, si bien muchas veces sin enterarse de
ello, al colocar el sentimiento de Yo dentro de pensamientos que no son
verídicos.
Las emociones negativas siempre dan origen a mentiras.
Es preciso no poner el sentimiento de Yo en ellas.
Si no lo hace, pasarán y desaparecerán.
Lo mismo puede aplicarse a las sensaciones.
Si se pone el sentimiento de Yo en una sensación, se la
intensifica.
Cuando el Trabajo se refiere a la separación, significa
extirpar el sentimiento de Yo.
Nuevamente, ocurre lo mismo con un evento dado o una
experiencia.
Uno puede identificarse, recibirlo personalmente y poner
en “ello” el sentimiento de Yo.
Trate de leer un libro y observar una película o un
partido sin poner el sentimiento de Yo dentro de “ello”.
Si siempre pone el sentimiento de Yo dentro de esto,
aquello y lo otro, nunca será capaz de recordarse a sí mismo.
Para recordarse a sí mismo es preciso SACAR EL
SENTIMIENTO DE YO de las cosas, negocios, objetos, adornos, pensamientos,
estados de ánimo, apetitos, vanidades de vida y otras añagazas ideadas para
mantenernos dormidos.
EL SENTIMIENTO DE YO ES ALGO MUY PRECIOSO.
Es "espíritu" pero está enredado con materia
grosera.
Hay que examinar lo que se pone dentro de “ello”.
Maurice Nicoll
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