LA OBSERVACION DE SI. PARTE – XIII –
EL RECUERDO DE SI Y LA OBSERVACION DE SI
Cuando un hombre se recuerda a si mismo trata de no
identificarse con su Personalidad.
Busca otro sentimiento y sentido de sí mismo.
Busca no conocerse a sí mismo, por así decir —sino
vaciarse de sí mismo.
Se hace pasivo.
Desea recibir algo que hasta ahora no le fue otorgado.
Trata de elevarse por encima de sí mismo —por encima del
barullo de sí mismo— por encima del griterío interior de las emociones
negativas, los agravios, los temores, los sentimientos recelosos, los
pensamientos ansiosos, las preocupaciones, el dinero, las agitaciones
profesionales y de negocio, por encima de las extrañas vanidades y
engreimientos y la falsa valoración de sí y, cabe añadir, la falsa valoración
de los otros.
Intenta distinguir algo en si minino que no es ninguna de
estas cosas ni mil otras cosas similares creadas por la vida en el.
Son similares porque todas tienen el mismo sabor si se
las observa por muchos años.
Si, las cosas creadas por la vida tienen el mismo sabor,
como en un restaurante o a bordo de un buque el alimento tiene el mismo sabor
para los sentidos.
Pertenecen a la maquinaria hipnótica de la vida, la que
nos mantiene con tanta facilidad profundamente dormidos en las ficciones que
nos forjamos nosotros mismos —esto es, en el estado de no Recuerdo de Si— que
nos dan ganas de reírnos de nosotros mismos al vernos en tal estado.
Si, a despecho de saber que estamos dormidos y hasta de
sentirlo un poco, nos dejamos atrapar e hipnotizar al momento en todo.
Cuando nacemos, estamos en la Esencia.
A medida que pasamos bajo las influencias de vida,
nuestro centro de gravedad pasa a la Personalidad.
Ahora, a la sazón, les pregunto ¿que desea la
Personalidad, en especial la Falsa Personalidad en uno mismo?
Desea ser suprema, ser primera en todo, ser alabada.
Un buen ejemplo lo hallamos en las tentaciones atribuidas
a Cristo.
Fue tentado con el poder.
Cabe reparar, no con el sexo, sino con el poder.
¿Con qué pueden o podrán tentarlo a usted?
Alguien viene a verlo y le dice que puede ser Rey del
Mundo.
¿No es acaso mucho más tentador que tener todo el dinero
o el sexo que se desea?
Esta parte tiene que morir.
La figura simbólica de Cristo muere (como tal).
Reparen en la manera en que fue tentado y tuvo que morir
ante todo.
En la leyenda, que es psicológica, fue llevado por el
diablo a un lugar elevado y allí le mostraron todos los Reinos de la Tierra y
le dijeron que si adoraba al diablo tendría poder sobre todos ellos.
Una curiosa tentación, se podría decir.
Si lo dice, entonces nunca ha observado a la Falsa
Personalidad y lo que siempre desea.
Repare en sí mismo —tal vez piensa que no desea el poder.
Pero se vuelve, digamos, envidioso.
¿Por qué? Hágase la pregunta sinceramente.
La respuesta es porque no goza usted de pleno poder.
De este modo, en el Recuerdo de Si, es preciso atravesar
muchas etapas de auto-revelación inducidas por la observación de sí y la lenta
comprensión que se desea lo que no se puede tener, si se quiere alcanzar un
nivel más elevado de ser y conciencia.
Esta es la razón por la cual el Trabajo se inicia con la
observación de sí.
Así trate de comprender, en el relato esotérico que se
refiere a Cristo, porque fue tentado con el poder.
Recuerde, tenía que experimentar todo lo que usted en
este Trabajo tiene que experimentar.
Tómelo como una leyenda o como una enseñanza esotérica
maravillosamente representada, en términos literales, físicos, de lo que usted
y yo tenemos que hacer para alcanzar un -nuevo y posible nivel de nosotros
mismos, pues la diferencia es nimia.
Piense cuánto cuesta vencer a la Falsa Personalidad, que
hace que las relaciones agradables sean imposibles.
Alguien tenía que representar las etapas del desarrollo
interior psicológico.
El Trabajo dice simplemente:
"La Personalidad debe llegar a ser pasiva para que
la Esencia pueda crecer".
Y no es el privilegio de este Trabajo atribuirse esta
idea.
Repudia semejante interpretación.
Es una enseñanza que siempre existió en el pasado.
Así cuando ustedes traten de recordarse a sí mismos, les
ayudara no identificarse con el poder —separarse de él.
Pero entre aquellos que no se han observado a sí mismos,
¿cuántos son los que ignoran donde está su sed de poder, que conduce a tantas
manifestaciones desagradables?
Me gustaría asimismo preguntarles, segun su experiencia
en la auto-observación, ¿qué creen que significa el "Diablo" en esta
alegoría?
¿Han descubierto en ustedes mismos esa cosa llamada
"Diablo"?
¿No tiene algo que ver con su vanidad, que para empezar
anhela el poder en la mujer, en el marido, y en el trabajo, las relaciones y
finalmente en todo el mundo, ya sea el mundo financiero, el mundo político, o
el mundo social, o agregare, el mundo religioso?
Así la figura simbólica en el esoterismo de usted mismo
—llamado Cristo— primero tiene que morir ¿para qué?
Esto es exactamente lo que debemos comprender.
Maurice Nicoll
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