LA CONSIDERACIÓN EXTERNA. PARTE -VIII-
CONSIDERACION INTERNA Y CONSIDERACION EXTERNA VIII
SOBRE SER PASIVO
En la última disertación hemos dicho que el trabajo sobre
si de un hombre se inicia en el momento en que empieza a sentir que hay en él
dos hombres.
Uno de ellos es pasivo y lo más que puede hacer es
registrar y observar lo que le está sucediendo en manos del otro.
El otro, el que se llama a sí mismo "Yo", es
activo.
Habla de sí mismo en primera persona.
Se considera como si fuera el verdadero hombre, el hombre
mismo.
Obsérvese que se dice que el trabajo de un hombre se
inicia en el momento en que empieza a sentir dos hombres en sí mismo, uno
pasivo y el otro activo.
Ahora bien, ¿cuantos, creen ustedes, pueden llegar a esta
etapa?
Permítanme que haga a cada uno de ustedes esta pregunta:
"¿Ha llegado usted a esta etapa con una clara
conciencia de tener en si un lado activo que seguirá haciéndose cargo de usted
en todo momento y un lado pasivo que solo puede mirar y darse cuenta de que
esto ocurre así, y que es por completo impotente frente al lado activo?"
Si puede contestar con certeza que ha llegado a esta
etapa, merece que lo feliciten porque significa que en usted tuvo lugar una DIVISIÓN
INTERIOR muy importante, necesaria para todas las etapas posteriores del
Trabajo.
Porque es exactamente ese lado pasivo, que se ha separado
del activo, el que puede CRECER.
La evolución de un hombre en el sentido de Trabajo es una
evolución del lado pasivo y no del lado activo en él.
Pero debido a que esta división interior entre un lado
pasivo y uno activo es tan difícil de lograr, y necesita tanto tiempo y es
acompañada por tantos fracasos, el trabajo personal se detiene o gira en
redondo.
Como este tema es tan importante y tan difícil de
entender, permítanme que les plantee la cuestión de otra manera:
"¿Comprende su mecanicidad, y la comprende
siempre?"
¿Qué significa "comprender su mecanicidad"?
Significa que empieza a darse cuenta que es una máquina
que reacciona a las influencias exteriores.
Ella no actúa, sino que reacciona. Todo lo que ha tomado
como acción individual y consciente es mecánico.
En otras palabras, comprender que es la mecanicidad, es
comprender que no puede comportarse de un modo diferente del que se comporta.
Ahora bien, todos creen que son libres y que pueden
actuar tal como desean o escogen.
Todos creen que pueden decir esto o aquello por haberlo
escogido o hacer esto o aquello por haberlo escogido.
El Trabajo les enseña que esto es una ilusión.
Dice que es la primera gran ilusión que debe ser disipada
por el trabajo práctico sobre si.
El Hombre no puede hacer. Con el fin de hacer, un hombre
ha de ser Libre para hacer.
Con el fin de hacer, primero un hombre debe ser.
Y para ser un hombre debe llegar a ser UNA UNIDAD.
Entonces es libre.
Pero el hombre tal como es no es libre, aunque acaricia
la idea de serlo.
Todo cuanto hace le es dictado por su máquina —es decir,
por la clase de máquina que fue construida en él por las circunstancias, la
educación, la imitación, la fantasía, los estados negativos, las actitudes, las
opiniones y así sucesivamente.
Este es uno de los principios fundamentales en la
enseñanza psicológica de este Trabajo. Un hombre no puede hacer.
“Ello” hace, en él —es decir, la máquina
"hace".
Esto es lo que significa la frase de que un hombre debe
llegar a la etapa, por medio de una larga y a menudo penosa observación
interior, de la comprensión de que hay en él dos hombres, uno activo y el otro
pasivo.
El hombre activo "hace" todo —reaccionando a
las impresiones.
El hombre pasivo —una vez que llego a la existencia
consciente— no puede hacer nada al comienzo.
Solo puede observar lo que el hombre activo
"hace" y durante largo tiempo debe someterse a él, por más que a él
le gustaría que las cosas fueran diferentes.
Llegar a ser pasivo hacia uno mismo es la primera etapa
del Trabajo.
Requiere una gran actividad interior de atención.
La cuestión del control de la personalidad surge mas
tarde (no aquí).
Antes de que se plantee esta cuestión, un hombre debe
estudiar lo que significa llegar a ser pasivo para consigo mismo, lo que
significa no identificarse consigo mismo en todo momento —de otro modo estará
todo el tiempo identificado consigo mismo.
Esto incluye la totalidad de sí mismo —todo cuanto
observa en el curso del tiempo— no solo lo que personalmente cree malo, sino
todo.
Es por eso por lo que se dice tan a menudo que la
observación de si no debe ser crítica.
Si es crítica solo observara una parte y nunca pensara en
observar otra parte con la cual puede estar relacionada.
El hombre pasivo aun no tiene la fuerza suficiente para
cambiar nada en el hombre activo —es decir, para controlarlo.
Desdichadamente, la gente, desde el mismo comienzo,
intenta controlar, intenta hacer.
Esto es imposible, a menos que se establezca el punto
exacto de control.
El punto exacto de control deriva del fortalecimiento
gradual del hombre pasivo.
Muchas veces se dice en El Trabajo que el hombre está en UNA
PRISIÓN.
Las charlas originales se referían a menudo a la
"prisión" —y a "escapar de la prisión".
Más para escapar un hombre debe advertir primero que está
en la prisión y ver en que sitio esta su prisión.
Citare unas palabras que se dijeron con referencia a este
particular:
"Si un hombre que está en la prisión tiene alguna
probabilidad de escapar, ante todo es preciso que se dé cuenta de que está en
la prisión.
Si imagina que está libre, ¿cómo podrá pensar en escapar
de la prisión?
Contemplara esta idea como un disparate.
Mientras no se dé cuenta de que esta en la prisión, se
creerá libre y no tendrá posibilidad alguna de liberarse.
Nadie puede ayudarlo.
Nadie puede liberarlo por la fuerza, contra su voluntad,
oponiéndose a sus deseos.
Para que la liberación sea posible, lo primero que se
exige es que un hombre sienta que está en la prisión y empiece a estudiar la
prisión en la cual esta y los medios para escapar.
Y solo puede lograr la libertad de resultas de un largo
trabajo —y con ello se quiere decir un esfuerzo consciente, dirigido hacia un
propósito definido.
Pero con el fin de escapar a la prisión, es preciso que
un hombre sea ayudado.
Es menester decirle lo que tiene que hacer y decírselo
una y otra vez, y se lo tienen que decir aquellos que ya se han escapado y que
a su vez han transmitido sus conocimientos a otros que se dieron cuenta que
están en la prisión y se preparan para escapar".
De lo dicho en la cita que acabamos de mencionar, debemos
comprender que no se alude a una prisión física ni tampoco a que el cuerpo es
una prisión.
Queremos decir que es preciso escapar de una prisión
psicológica.
Cada hombre está en la prisión de sí mismo.
Si un hombre pudiera ponerse detrás de sí mismo —es
decir, estar tras cada aspecto y cada manifestación de si, sea que lo crea
bueno o malo— entonces sería capaz de ver la prisión donde vive.
Pero, con el fin de hacerlo, es preciso que sea pasivo
consigo mismo.
Es menester que vea todas sus reacciones, sea que las
considere buenas o malas, pasivamente.
Es preciso que vea todas las opiniones que expresa, sea
que las considere buenas o malas, pasivamente.
Es preciso que vea sus actitudes.
Y cuando llegue a esta etapa, por una prolongada
observación de si, entonces estará realmente dividido en DOS hombres —uno
activo y el otro pasivo.
El hombre pasivo esta dentro o detrás del hombre activo.
En esta etapa el hombre pasivo es impotente pero, si bien
es impotente frente al hombre activo, ahora tiene conciencia de él. VE SU
PRISIÓN.
Este es el punto de partida de un verdadero cambio. Por
eso les repetiré la pregunta que hice antes:
"¿Han llegado a la etapa en que entienden que hay en
ustedes un lado activo que se hace cargo de ustedes en todo momento y un lado
pasivo que solo puede mirar y es por completo impotente frente al lado
activo?"
Cuanto menos se identifique un hombre consigo mismo, mas
llegara a ser pasivo para consigo mismo.
Maurice Nicoll
No hay comentarios:
Publicar un comentario