LAS DIFICULTADES PERSONALES
Ahora ha llegado el tiempo de que piensen sobre cosas
personales que son cercanas y prácticas.
Hemos hablado mucho sobre la teoría y ustedes usan
demasiadas palabras sin preguntarse qué quieren decir con ellas.
Ahora debemos tratar los hechos; debemos entender desde
dónde podemos empezar como somos.
En cualquier momento dado hay cosas que podríamos
controlar, pero no controlamos por pereza, falta de conocimiento, sospecha o
algo más.
Debemos pensar sobre estas cosas: ése sería el recto
pensar.
Traten de descubrir sus dificultades personales.
No quiero decir dificultades de índole externa, sino
dificultades interiores: rasgos personales, inclinaciones y rechazos
personales, actitudes, prejuicios, actividades que pueden detener su
entendimiento e impedirles trabajar.
Todas las dificultades con las que pueden encontrarse, en
su trabajo personal pueden dividirse, a grandes rasgos, en tres categorías o
clases.
Primero que todo, las emociones negativas.
Para algunas personas éste es el primero y tal vez el
principal punto, de modo que aquéllas deben empezar con el estudio de las
emociones negativas y con el estudio de los métodos de no-identificación.
Algunas personas no pueden abstenerse de ser negativas,
generalmente en alguna dirección particular, y cuando las emociones negativas
se tornan endurecidas y permanentes, habitualmente detienen toda clase de
trabajo; todo se vuelve mecánico y una persona no puede progresar.
El segundo punto es la imaginación, particularmente la
imaginación negativa, pues es tan mala como las emociones negativas.
Con imaginación no quiero decir soñar quimeras; más bien
me refiero a imaginar cosas que no existen ni en uno mismo ni en los demás.
Todo el mundo debe tratar de descubrir esta clase de
imaginación en sí mismo y las cosas particulares a las cuales se refiere.
El tercer punto es el pensar formativo y el hablar
formativo.
Si uno no tiene un cuadro de lo que es formativo y de lo
que no lo es, no podrá progresar.
Es necesario obtener este cuadro.
Es muy útil encontrar algunos buenos ejemplos de
pensamiento formativo y mantener estos ejemplos en la mente.
Entonces, no será difícil reconocerlo cuando se
sorprendan pensando formativamente u oigan que algún otro está hablando
formativamente.
Estas son las principales clases de dificultades que
tienen que descubrir en ustedes mismos.
Para una persona, una cosa es más permanente; para otra
persona, otra.
Después, probablemente, descubran muchas más cosas, pero
al comienzo descubrirán que, a grandes rasgos, es una de éstas.
Uno puede tener una dificultad que es muy urgente, y todo
el mundo puede descubrir cuál de éstas tres le pertenece.
Deben descubrir contra qué es más imperioso luchar y
concentrarse en eso.
Deberá haber razones para decidirse por uno u otro, pero
los tres se refieren a todo el mundo.
Para la mayoría es necesario empezar con las emociones
negativas.
Para algunos otros es necesario empezar con la
imaginación, pues inventan cosas y de ese modo nunca llegan a las cosas reales.
E incluso para otros es necesario luchar con el
pensamiento formativo, pues si no lo hacen, permanecerán siempre en el mismo
lugar.
Ouspensky
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