LA CONSIDERACIÓN EXTERNA PARTE -III-
CONSIDERACION INTERNA Y CONSIDERACION EXTERNA III
Hemos hablado la última vez de la necesidad de la
consideración externa en El Trabajo.
La consideración externa debe empezar con el inicio del
Trabajo, hasta donde es capaz una persona de hacerlo.
Una persona que es auto-centrada —es decir, que solo piensa
en si misma o en los otros refiriéndose a sí misma— no puede ir muy lejos.
Tal persona solo trabaja a lo largo de la primera línea
de Trabajo, la línea del Trabajo sobre si, y ello hasta un punto muy limitado.
La segunda línea, del Trabajo tiene que ver con las otras
personas y nuestra actitud hacia ellas.
Esto exige también el trabajo sobre si.
No significa meramente que es preciso soportar las
manifestaciones desagradables de los otros —y se debe recordar que ellos tienen
que soportar las nuestras— sino que significa más bien la práctica de la
consideración externa en general.
Cada persona tiene una manera más o menos FIJA de tomar a
las otras, debido a sus actitudes y sus límites topes.
Vemos a los otros a través de nuestras actitudes y
limitaciones.
Por lo general las otras personas NO NOS GUSTAN. Somos
instintivamente HOSTILES.
Recuerdo que Gurdjeff dijo una vez que cuando nos
cruzamos con una persona en un sendero ponemos nuestros músculos en TENSIÓN.
Se nos ha dicho que no deberíamos FINGIR SIMPATÍA hacia
las otras personas, sino tratar de TRABAJAR sobre LA ANTIPATÍA.
La antipatía crece muy fácilmente.
No se puede considerar exteriormente a otra persona, si
solo se siente antipatía por ella.
Toda persona se escinde muy fácilmente en simpatía y
antipatía, y en las relaciones no se debe permitir que la antipatía crezca
mecánicamente.
Por la observación de si nos damos cuenta de que para
cada persona tenemos dos memorias.
Cuando somos negativos solo recordamos las cosas
desagradables: cuando no somos negativos las olvidamos.
Tenemos una vaga idea de lo que significa un tratamiento
justo en lo que respecta a la conducta exterior.
Pero es preciso ser justo en nosotros mismos hacia los
otros y esto es en realidad el trabajo sobre si que toma la forma de la
consideración externa.
Por lo general crece un enjambre de pensamientos y
sentimientos desagradables acerca de otra persona, a los que se permite
voluntariamente entrar en la conciencia.
Tanto por AMOR a sí mismo como a la otra persona hay que
hacer algo, es decir, es menester trabajar sobre si para neutralizar, por así
decirlo, ese material poderoso y desagradable que existe en uno.
Para neutralizar ese veneno había que apelar a toda la
inteligencia y sinceridad y memoria de trabajo, con el fin de TRATAR
IMPARCIALMENTE dentro de sí mismo a la otra persona.
Habrá que ponerse a sí mismo en el lugar de la otra
persona.
Habrá que desechar toda justificación de si, y sobre todo
recordar lo que se ha observado en uno mismo, y como se es, antes de criticar
con tanta facilidad a la otra persona.
Por otra parte, no se tiene necesidad alguna de hacer
esto.
Basta considerar internamente.
Se puede hacer cuentas, decirse a sí mismo que la otra
persona está equivocada, que uno no fue tratado Justamente, que la otra persona
está en deuda con uno.
Todo esto forma la base de muchas relaciones en la vida.
Dicha base es la consideración interior.
¿Acaso no hemos notado en una relación entre dos
personas, que, por regla general, una de ellas considera más externamente y la
otra muy a menudo solo considera internamente y se queja de todo?
En el Trabajo, la consideración exterior debe penetrar
más profundamente que en la vida.
En realidad pertenece a la PURIFICACIÓN del Centro
Emocional.
Uno de los grandes objetivos de este Trabajo radica en
despertar el Centro Emocional, que esta enfermo con emociones negativas y todas
las pequeñas emociones de si, de la vanidad, del engreimiento, etc.
La consideración exterior (en el sentido del Trabajo)
requiere un esfuerzo consciente, mientras que la consideración interior es
mecánica, es decir, no requiere esfuerzo sino que prosigue por sí misma y crece
por si misma del mismo modo que las emociones negativas.
En el Trabajo, la consideración exterior no surge de los
motivos de vida.
Es por eso por lo que requiere un esfuerzo consciente.
Es menester tomar en consideración a personas a quienes,
en la vida, ni siquiera se pensaría en tenerles consideración alguna.
Es esta clase de consideración exterior la que puede
cambiar el nivel de ser.
Ocupémonos de una persona que practica la consideración
exterior en la vida, por ejemplo, un camarero principal.
Es quizá un hombre muy inteligente.
Observa lo que gusta a la gente, cuáles son sus
peculiaridades, que esperan de él, en qué forma se irritan, que alimentos
prefieren, y así sucesivamente.
Saca provecho de todo ello.
Como San Pablo es "todas las cosas para todos los
hombres", pero no por los mismos motivos.
Es suficientemente inteligente como para adaptarse a las
necesidades de las otras personas.
Se desvive por amor a los otros.
Tiene tacto, es observador, se borra a sí mismo,
etcétera.
Pero hace todo esto porque está representando un papel.
Y tiene perfecta razón.
Es inteligente.
Pero el caso es diferente en El Trabajo.
La consideración exterior desde el punto de vista de la
vida no es la misma cosa que la consideración exterior desde el punto de vista
del Trabajo.
Al mismo tiempo, una persona que conoce lo que significa
en la vida la consideración exterior y a quien se le enseñó a estudiar las
necesidades de las otras personas quizá sepa mejor lo que significa en El
Trabajo la consideración exterior.
Lo que deseo que ustedes entiendan esta noche es que la
clase de consideración exterior que muestra el camarero no es la misma que la
que llega a ser eventualmente necesaria para todos los que están en El Trabajo.
Se llega a la necesidad y a la significación de la
consideración exterior en El Trabajo desde un lado diferente que por cierto se
relaciona con nosotros mismos y nuestro propio interés, pero no del mismo modo.
Nos hemos propuesto como fin tratar de que la gente DESPIERTE,
que no se identifique con todo, que no sea esclava de inútiles estados
negativos y mentes vacías.
Si seguimos haciendo cuentas unos de otros, por medio del
desprecio secreto, las charlas malintencionadas, el asesinato psicológico de los
demás, etc., todo el trabajo sobre si se resiente.
En" el proceso de despertar del sueño, una cosa
depende de la otra.
Una pierna no puede salir de la cama.
Es preciso que la persona salga completamente de la cama,
al quiere ponerse de pie.
Al cabo de estar un tiempo en El Trabajo se llega al
punto de la SINCERIDAD CONSIGO MISMO en la que comprende que nadie puede
permitirse el estado peculiar en que observa que esta.
Entonces se empieza a comprender por qué es preciso
considerar externamente, es decir, RECTIFICAR las cosas en sí mismo con
respecto a los demás.
Así esta breve nota les hará comprender que la
consideración exterior, en El Trabajo, no es algo superficial, sino muy
profundo.
Al principio es necesario practicar la consideración exterior
de un modo completamente externo, por así decirlo, pero observando su calidad.
Cuanto más sincera, mejor será la calidad.
Cuanto más superficial y fingida, peor será.
Todos los esfuerzos en el Trabajo, como se ha dicho a
menudo, dependen para su resultado de la calidad.
Les sugiero como trabajo practico que cada uno de ustedes
decida considerar exteriormente a una persona en la próxima semana.
Observen sus reacciones mecánicas hacia esa persona.
Observen sus críticas mecánicas.
Observen en que momentos se sienten superiores.
Traten de encontrar en sí mismos las mismas cosas que son
motivo de queja en la otra persona.
Piensen en qué forma reaccionarían si la otra persona
pensara de ustedes lo que piensan de ella.
Pónganse en el lugar de la otra persona.
Traten de ver dónde está la dificultad, tanto en ustedes
como en la otra persona.
Traten de no identificarse.
Observen su charla interior y a que se refiere.
Manténganse despiertos en lo que están haciendo, lo cual
será su propósito por una semana.
Recuérdenlo cada día al levantarse.
Piensen en ello por la noche, donde fracasaron, por que
fracasaron, cuando empezaron a considerar interiormente en lugar de considerar
exteriormente.
Entonces entenderán mejor el significado de la
consideración exterior y de qué modo puede cambiar el ser.
Maurice Nicoll
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