domingo, 3 de junio de 2012

VIOLENCIA


El triangulo inferior puede significar el "yo" de la violencia.

El triangulo superior puede significar El Trabajo Psicológico, Las Ideas, El Rayo de la Creación, Los Centros Superiores, etc.


VIOLENCIA

P.- ¿La violencia engendra violencia?

Un hombre no puede “hacer” a no ser que domine su violencia.

La violencia siempre engendra violencia.

“Hacer mediante la violencia es NO “hacer”.

Toda la historia, que es una historia de crímenes, demuestra cómo la violencia no puede “hacer” en el sentido de Trabajo.

La guerra sigue a la guerra.

P.- ¿Cómo actúa el hombre consciente?

Hemos dicho la última vez que el hombre consciente actúa SIN VIOLENCIA.

P.- ¿Qué es la violencia?

La violencia es un estado emocional en toda la gente.

Tratar de hacer las cosas con violencia, intentar imponerse a los otros, obligarlos, insistir. Desde el punto de vista esotérico esto es inútil – nada puede hacerse de este modo.

Un hombre violento NO PUEDE HACER.

Aunque un hombre tenga conocimiento, si no ha vencido la violencia en sí mismo, su trabajo será equivocado.

P.- ¿Qué es no actuar con violencia?

Significa la violencia sobre sí mismo.

No actuar con violencia es violentarse a uno mismo.

Un hombre, al observarse a sí miso y al comprender finalmente donde es violento – en qué centro, en qué formas de comportamiento y todo el resto, debe violentarse a sí mismo para vencer su violencia.

Violentarse a sí mismo, hacer violencia sobre la propia violencia, exige el más alto discernimiento de lo que uno es.

Porque si trabaja conscientemente sobre sí mismo respecto de la propia violencia, se percibe que sólo se puede alcanzar un nivel más alto, que sólo se puede alcanzar a la montaña de que hemos hablado, MEDIANTE LA FUERZA, y toda FUERZA solo se logra trabajando en contra de un rasgo en uno mismo

Así el nivel más elevado de uno mismo, representado relativamente por un estado psicológico de un mejor nivel que el propio estado mecánico, solo se logra violentando ciertos “yoes”, ciertos hábitos de pensamiento, de sentimiento, ciertas actitudes, retratos, etc.

Esto nos otorga fuerza.

Una vez Ouspensky dijo:

“Logrará más fuerza trabajando sobre su rasgo principal”. Trabajar sobre una cosa cualquiera en uno mismo que es un hábito y por eso mecánico procura fuerza. Repare que EL REINO DE LOS CIELOS es tomado por la fuerza y entienda que la fuerza se logra NO dejándose llevar por el sí mecánico.

Si violento al Dr. Nicoll, lograré fuerza.

En donde pondré esta fuerza pertenece a otra conversación, pero me limitaré a decir aquí “A no ser que tenga un propósito, esforzarse trabajando contra un lado habitual o mecánico de sí mismo no es bastante. Se debe trabajar sobre sí mismo, negarse a sí mismo, de modo que LA FUERZA VAYA AL PROPIO PROPÓSITO.

P.- ¿Hay una etapa de desarrollo llamada amor al prójimo?

Si, si hay una etapa de desarrollo llamada amor al prójimo.

Y esto significa desechar una considerable cantidad de EGOÍSMO o  “amor de sí” encontrado.

P.- ¿A qué se llama “TEMPLO” dentro de nosotros mismos?

El vínculo interior con El Trabajo, purificado del “amor de sí” o egoismo, constituye El Templo dentro de nosotros mismos.

Mediante El Templo existe la posibilidad de establecer una comunicación con un nivel superior, pero no si está contaminado con el egoísmo o “amor de sí” y sus intereses.

P.- ¿Cómo podemos crear la unidad en nosotros mismos?

Solo podemos crear la unidad en nosotros mismos separándonos de los diferentes “yoes” y viendo que no somos nosotros.

El Trabajo pone especial énfasis en la clase de “yoes” de los cuales hay que separarse y se refiere en especial a la emoción negativa en todas sus formas sutiles, tales como la depresión, la desesperanza, el sentimiento de no ser bueno ¿No comprenden que esas emociones negativas son en realidad “yoes” que quieren arrastrarlo?

Por lo tanto desde ese punto de vista tenemos en nosotros el cielo y el infierno.

Todo lo que tiene que ver con las emociones negativas tiene que ver con el infierno.

P.- ¿Nuestra base descansa en la violencia?

La violencia es un estado emocional común a toda la gente y es preciso reflexionar sobre su significado.

La gente no cree recurrir en última instancia a la violencia.

Empero, basta contemplar lo que sucede ahora en la vida, y también en la historia.

¿Quién es el hombre o la mujer que osaría decir que su base no descansa en la violencia?

Tal vez se hayan forjado bonitos retratos de ser encantadores.

Pues bien, les aconsejo indagar más profundamente.

Y aquí agregaría lo siguiente:

¿Cómo es posible concebir una persona que no descansa en última instancia sobre la violencia?

¿Un hombre, una mujer, que nada hace caer en la violencia?

Reflexionemos acerca de lo que podría ser un hombre consciente en la vida, prescindiendo de lo que es un hombre mecánico altamente desarrollado.

Si pensamos en un gran hombre, un hombre consciente tendemos a pensar en un hombre-vida más amplio.

Sería sencillamente un hombre más grande – un hombre mecánico más grande – un gigante, por así decir.

Pero esta es una idea muy equivocada de lo que sería un hombre consciente, porque un hombre consciente es diferente del hombre mecánico.

No es más grande, más fuerte, más rico, etc.

Es una clase de hombre por completo diferente.

Es un hombre que no se basa en la violencia.

Esto es, es un hombre de otra clase, a quien no interesa ni afecta lo que interesa o afecta al hombre mecánico.

De hecho tal vez parezca un hombre muy común.

Empero se lo puede despeinar, y no le dará importancia alguna, porque es pasivo a la violencia.

La violencia no lo gobierna – y así no hay cosa alguna en él de la cual agarrarse – ni los celos, ni la envidia, ni el odio, y todo lo demás.

¿Por qué?

Porque es un hombre diferente de nosotros y su centro de gravedad no está fuera de él.

¿Es entonces imperturbable?

Pues bien, si en un terremoto su casa amenaza derrumbarse, es muy probable que huya de ella.

Empero no se basa en la violencia.

Por consiguiente, en nuestro reducido nivel de comprensión del trabajo y de la diferencia que hay entre el hombre mecánico y el hombre consciente, cabe entender que el hombre consciente nunca actúa desde la violencia, y así, este ejercicio de estudio de sí, nos permite observar la parte que la violencia desempeña en nosotros y de ahí deducir si estamos o no próximos al círculo consciente de la humanidad.


P.- ¿De dónde surge la violencia?

La violencia siempre surge del sentimiento de superioridad, de ser mejores que los otros.

P.- ¿La intolerancia es un signo de violencia?

Se es siempre violento cuando se siente intolerancia por los otros de mala manera, si se da por sentado que uno es mejor.

P.- ¿El “amor propio” se funda en qué?

El “amor propio” se funda en el miedo.

El “amor propio” se orienta exteriormente hacia lo que la gente piensa de uno.

Si la gente nos adula, el “amor propio” se siente satisfecho; si no lo hace se siente deprimido.

Teme que le hieran su “amor propio” por no tener en sí ninguna base de verdad.

P.- ¿a qué incita el “amor propio”

El “amor propio” incita a continuos antagonismos, a la guerra, a la violencia.

P.- ¿Qué nos conduce a la violencia?

Las emociones negativas conducen a la violencia.

P.- ¿Tenemos que vencer al hombre violento?

Los hombres y mujeres que son presas de los estados negativos empiezan, digamos, a dejarse dominar por la auto conmiseración que lleva con el tiempo a una reacción violenta contra los sucesos de la vida.

Así es preciso comprender que en el fondo de las emociones negativas está la violencia.

Y puesto que el trabajo habla tanto de observar los estado negativos y no identificarse con ellos cabe comprender que lo que dice en realidad es que hemos de vencer al hombre violento, a la mujer violenta, en nosotros mismos.

¿Por medio de qué nos acercamos a esa persona violenta que hay en nosotros?

Cada uno de ustedes tiene en el fondo de sí mismo una persona violenta.

Para acercarse a esa persona basta ser un poco negativo.

Se empieza a sentir que no lo tratan bien a uno -¿y quién no lo hace?-.

Y desde ese momento se encamina uno por un camino en el país psicológico que conduce a los barrios bajos de la violencia.

Es por eso por lo cual hemos de ser tan cuidadosos, si tratamos realmente de practicar el trabajo, para prevenir que pronunciemos hasta la más pequeña observación de naturaleza negativa.

P.- ¿Qué quiere el “amor de sí o egoísmo”?

El Egoísmo o “amor de sí” siempre quiere estar en primera fila y suele ser muy mezquino.

P.- ¿A qué se refiere la práctica de ausencia de resentimiento?

Noten que no me refiero al resentimiento que no se muestra, sino a la práctica de la ausencia de resentimiento, que es una cosa diferente.

Ocultar cortésmente el resentimiento no cambia el “amor de sí” o egoísmo que le es subyacente.

Lo hace la práctica de la ausencia de resentimiento.

El trabajo con todas sus enseñanzas, ideas, diagramas, busca transformar el “amor de sí”

P.- ¿El “amor de sí” es el que siempre discute?

Claro está que es el “amor de sí” quien siempre discute.

P.- ¿El “amor de sí” es sensible a los ataques?

¿No han notado que el “amor de sí” es muy sensible a los ataques.

P.- ¿Cuáles son los dos aspectos del “amor de sí”?

El Trabajo menciona dos gigantes que andan delante de nosotros y todo lo disponen de antemano.

Son el orgullo y la vanidad.

Estos dos aspectos del “amor de sí” son muy sensibles a todo lo que puede deponerlos.

Es estar al servicio de crueles señores.

En este caso El Trabajo no puede andar delante de nosotros (como debiera ser en todas las cosas) mientras la fuerza de estos dos gigantes, vacíos y estériles, no disminuya.

Maurice Nicoll

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