LA OBSERVACION DE SI – PARTE IX –
OBSERVACIÓN IMPARCIAL
COMENTARIO SOBRE LA OBSERVACION DE LA PROPIA PSICOLOGIA
En una reciente reunión hemos hablado aquí que el Hombre
tiene cuerpo y también psicología.
Sobre este tema se escribió una breve nota que ahora les
leeré:
"Todas las personas están ligadas a una clase
particular de cuerpo por el nacimiento y luego a una clase particular de
psicología por la educación.
El Trabajo se inicia no con el cuerpo sino con la clase
de psicología adquirida a la que estamos ligadas por la educación.
Se puede emplear el tiempo tratando de mejorar el cuerpo
o de mejorar la psicología.
El Trabajo se propone primero estudiar esta psicología
adquirida y, para así decirlo, examinarla en profundidad.
Dice que ella no es usted y mientras siga tomando a usted
como a si mismo está dormido.
Si usted, señor Smith, toma a usted como el señor Smith,
y al señor Smith como a usted —como 'Yo'— está dormido.
De la misma manera, si usted, señora Smith, se toma a sí
misma como usted, está dormida.
El Trabajo comienza por una observación imparcial de
dicho señor Smith o de dicha señora Smith que usted toma como usted —como usted
mismo —.
El objeto del Trabajo es ver primero a este señor Smith,
o señora Smith, y separarlo de ellos.
La razón de esto es que todos tienen un si real —un 'Yo'
real— el que nunca se alcanza siendo el señor Smith o la señora Smith.
La vida que pertenece al señor Smith o a la señora Smith
no es su verdadero destino, porque ambos son personas inventadas y no personas
reales, y de este modo atraen cosas muy equivocadas.
Pero en la mayoría de los casos, o más bien en todos los
casos, la gente prefiere llevar la vida del señor Smith o de la señora Smith,
en especial si las circunstancias son fáciles.
Y aun cuando se hallen continuamente en circunstancias
difíciles o trágicas se aferran a seguir siendo el señor Smith o la señora
Smith en todo momento —esto es, a la psicología adquirida que es denominada al
mismo tiempo Personalidad y Falsa Personalidad—.
Pero este aferrarse al señor Smith o a la señora Smith es
en realidad la Falsa Personalidad —esto es, a su invención de sí mismos—.
Sea cual fuere nuestra educación en la Universidad o en
la Armada o en el Ejercito o en cualquier escuela o profesión, esta personalidad
adquirida es la que debemos vencer —esto es, esta tediosa invención de nosotros
mismos—.
Cuan tedioso es ver, al cabo de un tiempo, a las personas
educadas en estas diferentes esferas, completamente identificadas consigo
mismas y con sus psicologías adquiridas con las que está conectada su vanidad.
Recuerde que el Trabajo dice que es preciso llegar a
advertir la propia nada antes de poder recibir el pleno bautismo del Trabajo.
Son muchos los antiguos símbolos esotéricos que indican
lo que un hombre debe llegar a ser para experimentar la regeneración y el
renacimiento.
Por cierto es imposible que lo logre mientras siga
identificado con su psicología adquirida, con sus circunstancias o nacimiento.
El símbolo representa una copa o un vaso de vino invertido
sobre él.
La copa debe ponerse derecha y, como esta vacía, puede
recibir ideas por completo nuevas —es decir, ideas capaces de regenerar a un
hombre o a una mujer y transformarlos en diferentes seres.
Ahora bien, es preciso tener en cuenta que cada uno de
ustedes tiene un cuerpo que le fue dado por la vida y una psicología que fue
adquirida por medio de la educación.
Una bella mujer se casa con un hombre guapo pero, ¿En qué
estado están sus respectivas psicologías?
La mayoría de las veces sus psicologías son completamente
incompatibles.
El rostro de una persona, a menos de que uno sea muy
sutil, no nos muestra la psicología de dicha persona.
Pero aquí la idea principal estriba en que cada uno de
ustedes tiene una diferente psicología que ha sido adquirida por medio de la
educación y acerca de la cual no sabemos absolutamente nada."
En otra oportunidad hablábamos sobre la cuestión de que
cada persona tiene su propia psicología, y dije que era extraordinario el
tiempo que toma en el Trabajo comprender que cada uno de nosotros tiene una
clase particular de psicología completamente separada de nuestro cuerpo físico.
Como es sabido, el Trabajo se inicia con nuestra
psicología, con la clase de persona que somos psicológicamente.
Coincidimos en reconocer que cada cual tiene una clase
particular de psicología con diversas actitudes y topes y opiniones, y todo el
resto, y que esto no es la experiencia del común de la gente, puesto que al no
examinar su psicología, siempre se imagina que es liberal, imparcial y, por así
decirlo, completamente libre en su modo de ser psicológico.
La gente toma esta idea como punto de partida.
Quizá tengan conciencia de su cuerpo pero no de su
psicología.
No ven, por ejemplo, que son psicológicamente muy
mezquinos, extremadamente difíciles, extremadamente parciales.
Muy al contrario, sienten como si carecieran de
psicología, por así decirlo.
Y así se hacen la ilusión, entre muchas otras, de que
siempre pueden ayudar a los otros, consolarlos, confortarlos, protegerlos, ampararlos,
y así sucesivamente.
Ahora bien, el Trabajo tiene su punto de partida en la
observación de sí que no se inicia en el cuerpo (que, al fin y al cabo, se
puede observar todos los días en el espejo) sino con la clase de persona que se
ES psicológicamente.
Es tan solo a través de la observación de si como un
hombre puede empezar a ver a qué se asemeja psicológicamente.
Puede ser muy bello o hermoso en lo que respecta a su
cuerpo pero, ¿a que se asemeja psicológicamente?
Ahora bien, imaginar que una bella mujer tiene una bella
psicología o que un hombre guapo tiene una hermosa psicología carece de todo
sentido.
He dicho sobre este particular lo extraordinariamente
difícil que le es a la gente separarse de las impresiones sensoriales
producidas en unos por los otros.
Es al parecer como si fuéramos aun incapaces de ir más
allá de la apariencia física y tomáramos la excelencia física de una clase o de
otra como ejemplo de un desarrollo psicológico similar.
Equivale pensar que si un pavo real ofrece un maravilloso
despliegue de belleza en sus plumas, debe tener asimismo un desarrollo
psicológico igualmente bello.
Estarán de acuerdo conmigo en que cuando oigan hablar a
un pavo real ya no pensaran más que tiene una mente o un desarrollo emocional
bellísimos.
Creo que esto merece ser mencionado mientras estemos
hablando de lo difícil que es para la gente la observación de sí.
La observación de si no radica en mirarse en el espejo y
arreglarse para reflejar más belleza o guapeza.
Esta es meramente la observación del cuerpo y llevar la
vida del cuerpo y experimentar la sensación del "Yo" de la
experiencia física.
La observación de si no se logra mirándose en un espejo
excepto bajo ciertas, condiciones.
La observación de si es mirar la propia psicología —es
decir, la clase de hombre, la clase de mujer que se ES, psicológicamente—.
Esto es, al parecer, muy difícil para que lo comprenda la
mayoría de las personas —a saber, que son un cuerpo físico y además tienen una
forma particular de psicología o disposición mental—.
Es a esta psicología o disposición mental a la que presta
su atención el Trabajo por medio de la observación de sí.
Pero es muy cierto que muchas personas después de haber
oído el Trabajo durante muchos años nunca observan en realidad a que se
asemejan psicológicamente.
Dan por supuesta su psicología.
Dan por supuestos todos sus prejuicios, su manera de
afrontar las cosas cotidianas, todas sus reacciones psicológicas.
En otras palabras, no se ven a sí mismas, y solo se puede
ver lo que se es psicológicamente por medio de la observación de sí.
Lo difícil consiste en que la gente nunca práctica la
observación de sí y de este modo nunca se tiene en cuenta, creyendo siempre que
no tiene psicología.
Piensa que todo lo que hace y dice está bien.
La segunda educación que imparte el Trabajo consiste en
observar esta psicología a la que la gente da tan fácilmente por supuesta sin
darse cuenta que es una cosa definida, un modo de ser definido, de la cual
puede gradualmente liberarse si empieza por practicar la primera línea de
Trabajo —esto es, la observación de si a la luz de esta enseñanza.
Eso requiere un esfuerzo considerable.
A veces las personas hacen este esfuerzo por un tiempo y
empiezan a ver una ligera vislumbre de sí mismas y de lo que son
psicológicamente, y luego caen dormidas otra vez, a veces por muchos meses, a
veces para siempre.
Sentir que las propias opiniones son todas erróneas, ver
en realidad que uno se ha comportado equivocadamente toda la vida, hablando
psicológicamente, es una cosa muy difícil de aceptar.
Ahora bien, ese desarrollo de Conciencia a que se refiere
todo el Trabajo, radica ante todo en ver a que nos asemejamos psicológicamente
y de resultas de ello no confiar más en nuestra conducta psicológica.
Esto es a veces imposible para la mayoría de la gente.
Quiero decir con ello que sería lo mismo no ver a que se
asemejan psicológicamente.
Y convendría mucho mas a tales personas seguir siendo lo
que son con su psicología adquirida, sus topes, sus actitudes, sus opiniones, y
todo lo demás.
Pero quienquiera tenga en si el Centro Magnético es capaz
de transformacion, hablando psicológicamente.
Y de esas personas quiero ocuparme en el Trabajo —esto
es, personas que no están completamente identificadas consigo mismas, porque de
otro modo no hay posibilidad alguna de transformacion—.
El hombre que nunca ha dudado de sí y está convencido que
su psicología adquirida le conviene perfectamente —esto es, lo que le han
ensenado— no sirve para el Trabajo.
Tarde o temprano tales personas comprenderán que ya no se
pueden dar más por supuestas como lo han hecho hasta entonces, sino que deben
cambiar toda su manera de tomar las cosas, toda su manera de juzgar las cosas.
Ahora bien, si no pueden soportar esto, si, en suma,
están fijas por completo a su psicología adquirida, es preciso recordar que
nada se puede hacer con tales personas excepto evitar atacarlas de frente.
Ahora bien, esta es una disertación muy breve pero trata
de un tema que es una de las cosas más importantes que es preciso comprender al
comenzar el Trabajo por lo que hasta ahora conozco.
El hombre que entra en este Trabajo debe ser capaz de
comprender, al cabo de un tiempo, que su psicología tal vez esté equivocada
desde el punto de vista del Trabajo.
Es preciso que comprenda que lo que tiene que hacer en el
Trabajo es transformar la psicología a la que está fijado y a la que toma como
la única psicología que puede tener.
Entre ustedes, cuántos son los que puede decir:
"Tal vez esté equivocado, todos mis puntos de vista
no son correctos.
Es posible que me haya hecho una idea equivocada de todas
las cosas, incluso de mi mismo.
Que en el pasado todos mis juicios fueran errados".
Tales pensamientos suelen transformar una persona a
condición de que pueda asirse de algo que le ensene lo que es justo.
Pero si inicia el Trabajo con la profunda convicción de
que tiene razón psicológicamente tal como es y tan solo desea oír lo que el
Trabajo ensena por una especie de curiosidad, esta manera de pensar no lo
llevara a ningún lado.
El tema del Trabajo es usted mismo.
¿Cómo puede producirse una transformacion en usted si
sigue siendo el mismo?
¿Cómo puede cambiar psicológicamente si sigue siendo
psicológicamente siempre igual?
¿Cómo puede cambiar si acepta su psicología presente y la
toma como algo final, como la última palabra, por así decir, del desarrollo
psicológico?
Ahora bien, todos ustedes saben lo difícil que es mostrar
a una persona que contempla las cosas de un modo equivocado.
Se ofende instantáneamente.
Pero y, suponiendo que dicha persona posea cierto poder
de observación de si, y que empiece a entender lo que significa una observación
de si imparcial y que de este modo vea a que se asemeja y a que se asemejo
hasta ahora
Entonces el Trabajo puede penetrar en dicha persona como
una fuerza que lleva a la transformacion interior, al desarrollo interior.
Es exactamente por medio de la observación de si como el
Trabajo puede crecer y llegar a ser algo que no es mera fuente de
recriminaciones o mutuos reproches.
La antigua frase: "Conócete a ti mismo",
significa exactamente lo que acabamos de decir.
Si por medio de una observación de sí imparcial ya ha
llegado a descubrir qué clase de mujer es, qué clase de hombre es, será capaz
de soportar todos los choques del Trabajo y seguirlo y recibir su fuerza.
Pero si nunca advirtió que clase de persona es y de qué
modo mecánicamente se comporta, hacia los otros —es decir, todos los días— y si
nunca observo lo que imagina acerca de si mismo, y nunca descubrió la verdad,
como puede esperar transformar su psicología o como puede esperar comprender de
que se trata el Trabajo?
Ahora bien, ¿qué es lo que tenemos que observar en
nosotros para cambiar nuestra psicología?
El Trabajo nos ensena que es preciso realizar la observación
psicológica desde un ángulo definido.
Toda la parte practica del Trabajo que se ensena una y
otra vez trata de la observación de sí mismo —es decir, de nuestra psicología—.
¿Desean que enumere otra vez todas las cosas que el
Trabajo ensena sobre la observación de si practica?
Creo que es siempre necesario que nos recuerden lo que
debemos observar en nosotros mismos.
Tomemos una sola cosa:
¿Se pasa usted todo el tiempo formulándose cargos?
¿Se siente infeliz o que lo tratan mal o desconocido en
el puesto que merece?
¿Se pasa el tiempo justificándose a sí mismo cuando en un
sentido se sabe culpable?
¿Se permite abrir largo cauce a su emotividad negativa?
Obsérvese a sí mismo cuando se ofende y entonces piense
en la Falsa Personalidad.
Esto es particularmente importante para algunos de
ustedes.
Trate de ver a la Falsa Personalidad en usted mismo
mediante la observación de sí.
Descubra como complica su vida en un momento en que, con
un poco más de conciencia, hubiera podido encarar una situación con más calma
en lugar de dejarse llevar por un arrebato.
Intente observar sus opiniones y como habla dejándose
guiar por ellas sin ningún pensamiento verdadero.
Refrénese y dígase a sí mismo:
"¿En qué piensa usted?
¿Qué siente usted?"
Obsérvelo.
Observe cuanto tiempo permanece profundamente dormido y
cómo reacciona siempre mecánicamente, sin aplicarse el choque consciente
llamado Recuerdo de Si.
Observe como nunca realiza un verdadero esfuerzo y los
evita siempre.
Observe todas sus formas de consideración interna y trate
de observar todas las fantasías que forja sobre sí mismo y no crea en ellas.
Observe que es lo que lo mantiene sujeto, lo que siempre
lo mantiene dominado, y lo que lo amarga, y luche contra todas estas cosas por
medio de la separación interior.
Todas estas cosas, y muchas otras, tal como lo ensena el
Trabajo, tienen que ver con la transformacion de la psicología.
Por ejemplo, observe si es negativo en este momento.
¿Se deja llevar por ello?
¿Se identifica con las emociones negativas en este
momento?
¿O se apartara de ellas y no permitirá que lo dominen?
Esto es trabajar sobre sí mismo.
¿Comprenden todos ustedes que tienen actitudes fijas y
habituales tales como la de esperar la comida a determinada hora y otras
semejantes?
¿Es capaz de cambiar su actitud hacia esas cosas que
están fijas en usted?
¿Puede cambiar de modo de ser cuando, al leer un diario
se siente inmediatamente negativo —es decir, mecánicamente negativo hacia una
persona o hacia otra—?
Esta es una reacción mecánica debida a su psicología
adquirida, por eso es preciso advertir cómo reacciona negativamente a todas las
cosas con que se ve confrontado y como trata de cambiarlas, a la luz de lo que
le ensena el Trabajo.
Ante todo, advierta el momento en que se vuelve negativo.
Adviértalo antes que haya llegado demasiado lejos y haga
todo lo posible para apartarse de esa reacción negativa.
Este es el verdadero trabajo sobre usted mismo y si lo
realiza los beneficios serán inmensos.
Pero mientras se siga tomando como algo dado, nada le
puede suceder.
En este Trabajo hemos de aprender que estamos equivocados
en todo lo que hacemos y decimos y sentimos y pensamos, desde el punto de vista
del Hombre Superior —esto es, del Hombre Consciente.
Maurice Nicoll
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