sábado, 2 de junio de 2012

EL DESARROLLO DE LA ESENCIA

EL DESARROLLO DE LA ESENCIA

Como se dijo, un hombre nace como esencia y esto constituye su verdadera parte, la parte desde la cual puede realmente crecer y desarrollarse.

Pero esta parte solo puede crecer de una manera muy reducida.

No tiene la fuerza de crecer más por sí misma después de la edad de tres o cuatro o cinco años.

Llamémoslo la primera etapa de un hombre.

Es decir, que esta primera etapa es pura esencia capaz de crecer por si misma hasta cierto nivel, pero que no tarda en alcanzar un punto más allá del cual no puede crecer más.

He observado en algunas de las preguntas que me hacen, que este punto acerca del hombre no ha sido comprendido, por eso voy a repetirlo otra vez.

Como dije, este sistema enseña que la esencia en el hombre solo puede crecer muy poco por sí misma.

Es preciso que entienda lo que quiero decir.

La gente piensa naturalmente que el crecimiento y el desarrollo es algo continuo o que habría de serlo, pero la notable idea enseñada por este sistema nos dice que NO OCURRE ASI.

La esencia del hombre solo puede crecer por si misma sin ayuda en pequeñísimo grado, y en este caso el hombre no es sino un niñito.

Con el fin de que la esencia crezca más, algo debe suceder.

Algo debe formarse en torno de la esencia y esto es llamado PERSONALIDAD.

La esencia debe estar rodeada por algo que es en realidad ajeno a ella, algo que se adquiere de la vida, que entra a través de los sentidos.

Un niñito debe dejar de ser él mismo y llegar a ser algo diferente de sí mismo.

Como ya le dije, el centro de gravedad de sí empieza a pasar de la esencia a la personalidad.

Aprende toda clase de cosas, imita toda clase de cosas, y así prosigue.

Esta formación de la personalidad que es necesaria para el posterior desarrollo de la esencia puede llamarse la segunda etapa del hombre.

Pero, es preciso comprender claramente lo que se quiere decir aquí.

El futuro desarrollo de la esencia depende de la formación que se produzca a su alrededor.

Si se forma una personalidad muy pobre, una personalidad muy débil, no es suficiente para ayudar a un nuevo crecimiento de esencia que mencionaremos cuando lleguemos a la tercera etapa.

En la segunda etapa, tiene lugar la formación de la personalidad, y, como dijimos, cuanto más rica sea tanto mejor.

Pero he observado que algunos de ustedes no han entendido el significado de lo que se ha dicho aquí.

La razón por la cual no han comprendido lo que se dijo aquí es porque no ven la extraordinaria situación en que se encuentra el hombre —a saber, que el hombre no puede crecer continuamente desde la esencia porque la esencia es demasiado débil para crecer por sí misma, SE NECESITA DE LA PERSONALIDAD PARA PODER CRECER A EXPENSAS DE ELLA.

El próximo crecimiento de esencia depende ante todo de la formación de personalidad y cuanto más rica es la personalidad mejor será eventualmente el crecimiento de la esencia, pero, hablando en términos generales, la formación de la personalidad es por entero suficiente para los propósitos de la vida.

Un hombre se encuentra en una buena posición, frente a la vida, mediante la formación de una rica personalidad.

Pero este trabajo, esta enseñanza, se refieren a una nueva etapa del hombre, y esta etapa la llamare la tercera etapa.

Ha de comprender usted que este trabajo no se refiere realmente a la vida; se refiere a algo diferente que el hombre puede intentar prescindiendo de su posición actual, ya sea un político triunfante, un famoso científico, o un respetable carnicero o panadero o fabricante de candelas.

Este trabajo empieza desde el hombre que ha desarrollado la personalidad y puede habérselas con la vida a su propia manera, en una forma bastante razonable.

Es decir, empieza desde el nivel de un buen dueño de casa, lo cual pertenece a la segunda etapa del desarrollo del hombre.

Esta tercera etapa se ocupa de todo lo tocante a un posible nuevo desarrollo de esencia y es por eso que tantas cosas aparentemente paradójicas o al menos extrañas se dicen en los Evangelios, tales como las que están contenidas en EL SERMON DE LA MONTAÑA, acerca del hombre.

Todas ellas se refieren a dejar que LA ESENCIA CREZCA A EXPENSAS DE LA PERSONALIDAD y esta es LA ÚNICA MANERA en que la esencia, que es demasiado débil por sí misma para crecer, puede seguir desarrollándose.

En este sentido, la personalidad, que se forma en torno de la esencia, llega a ser eventualmente —si se penetra en esta tercera etapa— LA FUENTE MISMA DESDE LA CUAL LA ESENCIA PUEDE CRECER AUN MÁS.

Supongamos que por un individuo la personalidad esta ricamente desarrollada.

Es, entonces, un hombre rico, en el sentido dado por los Evangelios.

Conoce todo, es una persona importante.

Pero lo que hay de pobre en él es su esencia.

No es aun un hombre cabal.

Lo que hace, lo hace para lograr merito, o por temor a la perdida de honor o reputación, pero no hace nada por sí mismo, nada por amor a lo que está haciendo, prescindiendo de los elogios, la autoridad, la posición, la popularidad o cualquier otro beneficio a los ojos del mundo.

Supongamos que este hombre sienta, de alguna manera, como el Hijo Prodigo que no come otra cosa que cascaras.

Quiero decir sencillamente que SE SIENTE MUY VACIO a pesar de todas sus "riquezas".

Tiene una hermosa casa, o joyas, un hombre muy conocido, de algún modo obtuvo lo mejor de todos los demás, y sin embargo se siente vacio.

Tal hombre se está aproximando a la posible tercera etapa de desarrollo

Ha llegado ahora a una posición en la cual su esencia, su parte verdadera, puede crecer, y así reemplazar el sentimiento de vacio por un sentimiento de significación.

Pero con el fin de que se realice en el hombre este nuevo desarrollo debe empezar, por así decirlo, por sacrificar su personalidad y marchar en dirección opuesta a la que siguió hasta ahora.


En otras palabras, debe tener lugar en él una especie de inversión, lo que está muy bien expresado en la Parábola del Hijo Prodigo, Y A MENOS QUE COMPRENDA que esta tercera etapa es posible y lleva al hombre a un verdadero desarrollo, nunca comprenderemos que dicen los Evangelios o a que se refiere este sistema.

Maurice Nicoll

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