EL DESARROLLO DE LA ESENCIA
Como se dijo, un hombre nace como esencia y esto
constituye su verdadera parte, la parte desde la cual puede realmente crecer y
desarrollarse.
Pero esta parte solo puede crecer de una manera muy
reducida.
No tiene la fuerza de crecer más por sí misma después de
la edad de tres o cuatro o cinco años.
Llamémoslo la primera etapa de un hombre.
Es decir, que esta primera etapa es pura esencia capaz de
crecer por si misma hasta cierto nivel, pero que no tarda en alcanzar un punto
más allá del cual no puede crecer más.
He observado en algunas de las preguntas que me hacen,
que este punto acerca del hombre no ha sido comprendido, por eso voy a
repetirlo otra vez.
Como dije, este sistema enseña que la esencia en el
hombre solo puede crecer muy poco por sí misma.
Es preciso que entienda lo que quiero decir.
La gente piensa naturalmente que el crecimiento y el
desarrollo es algo continuo o que habría de serlo, pero la notable idea
enseñada por este sistema nos dice que NO OCURRE ASI.
La esencia del hombre solo puede crecer por si misma sin
ayuda en pequeñísimo grado, y en este caso el hombre no es sino un niñito.
Con el fin de que la esencia crezca más, algo debe
suceder.
Algo debe formarse en torno de la esencia y esto es
llamado PERSONALIDAD.
La esencia debe estar rodeada por algo que es en realidad
ajeno a ella, algo que se adquiere de la vida, que entra a través de los
sentidos.
Un niñito debe dejar de ser él mismo y llegar a ser algo
diferente de sí mismo.
Como ya le dije, el centro de gravedad de sí empieza a
pasar de la esencia a la personalidad.
Aprende toda clase de cosas, imita toda clase de cosas, y
así prosigue.
Esta formación de la personalidad que es necesaria para
el posterior desarrollo de la esencia puede llamarse la segunda etapa del
hombre.
Pero, es preciso comprender claramente lo que se quiere
decir aquí.
El futuro desarrollo de la esencia depende de la
formación que se produzca a su alrededor.
Si se forma una personalidad muy pobre, una personalidad
muy débil, no es suficiente para ayudar a un nuevo crecimiento de esencia que
mencionaremos cuando lleguemos a la tercera etapa.
En la segunda etapa, tiene lugar la formación de la
personalidad, y, como dijimos, cuanto más rica sea tanto mejor.
Pero he observado que algunos de ustedes no han entendido
el significado de lo que se ha dicho aquí.
La razón por la cual no han comprendido lo que se dijo
aquí es porque no ven la extraordinaria situación en que se encuentra el hombre
—a saber, que el hombre no puede crecer continuamente desde la esencia porque
la esencia es demasiado débil para crecer por sí misma, SE NECESITA DE LA
PERSONALIDAD PARA PODER CRECER A EXPENSAS DE ELLA.
El próximo crecimiento de esencia depende ante todo de la
formación de personalidad y cuanto más rica es la personalidad mejor será
eventualmente el crecimiento de la esencia, pero, hablando en términos
generales, la formación de la personalidad es por entero suficiente para los
propósitos de la vida.
Un hombre se encuentra en una buena posición, frente a la
vida, mediante la formación de una rica personalidad.
Pero este trabajo, esta enseñanza, se refieren a una
nueva etapa del hombre, y esta etapa la llamare la tercera etapa.
Ha de comprender usted que este trabajo no se refiere
realmente a la vida; se refiere a algo diferente que el hombre puede intentar
prescindiendo de su posición actual, ya sea un político triunfante, un famoso
científico, o un respetable carnicero o panadero o fabricante de candelas.
Este trabajo empieza desde el hombre que ha desarrollado
la personalidad y puede habérselas con la vida a su propia manera, en una forma
bastante razonable.
Es decir, empieza desde el nivel de un buen dueño de
casa, lo cual pertenece a la segunda etapa del desarrollo del hombre.
Esta tercera etapa se ocupa de todo lo tocante a un
posible nuevo desarrollo de esencia y es por eso que tantas cosas aparentemente
paradójicas o al menos extrañas se dicen en los Evangelios, tales como las que
están contenidas en EL SERMON DE LA MONTAÑA, acerca del hombre.
Todas ellas se refieren a dejar que LA ESENCIA CREZCA A
EXPENSAS DE LA PERSONALIDAD y esta es LA ÚNICA MANERA en que la esencia, que es
demasiado débil por sí misma para crecer, puede seguir desarrollándose.
En este sentido, la personalidad, que se forma en torno
de la esencia, llega a ser eventualmente —si se penetra en esta tercera etapa—
LA FUENTE MISMA DESDE LA CUAL LA ESENCIA PUEDE CRECER AUN MÁS.
Supongamos que por un individuo la personalidad esta
ricamente desarrollada.
Es, entonces, un hombre rico, en el sentido dado por los
Evangelios.
Conoce todo, es una persona importante.
Pero lo que hay de pobre en él es su esencia.
No es aun un hombre cabal.
Lo que hace, lo hace para lograr merito, o por temor a la
perdida de honor o reputación, pero no hace nada por sí mismo, nada por amor a
lo que está haciendo, prescindiendo de los elogios, la autoridad, la posición,
la popularidad o cualquier otro beneficio a los ojos del mundo.
Supongamos que este hombre sienta, de alguna manera, como
el Hijo Prodigo que no come otra cosa que cascaras.
Quiero decir sencillamente que SE SIENTE MUY VACIO a
pesar de todas sus "riquezas".
Tiene una hermosa casa, o joyas, un hombre muy conocido,
de algún modo obtuvo lo mejor de todos los demás, y sin embargo se siente
vacio.
Tal hombre se está aproximando a la posible tercera etapa
de desarrollo
Ha llegado ahora a una posición en la cual su esencia, su
parte verdadera, puede crecer, y así reemplazar el sentimiento de vacio por un
sentimiento de significación.
Pero con el fin de que se realice en el hombre este nuevo
desarrollo debe empezar, por así decirlo, por sacrificar su personalidad y
marchar en dirección opuesta a la que siguió hasta ahora.
En otras palabras, debe tener lugar en él una especie de
inversión, lo que está muy bien expresado en la Parábola del Hijo Prodigo, Y A
MENOS QUE COMPRENDA que esta tercera etapa es posible y lleva al hombre a un
verdadero desarrollo, nunca comprenderemos que dicen los Evangelios o a que se
refiere este sistema.
Maurice Nicoll
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