LA AUTO-OBSERVACIÓN
Todo el Trabajo deriva del hombre que empieza a
observarse.
La Observación de Sí es un medio que permite el cambio de Sí.
La observación de sí, seria y continua, si se hace
correctamente, lleva a definidos cambios interiores en el hombre.
Examinemos, ante todo, la observación de sí en relación
con el error de confundir la observación de sí con el conocer.
Conocer y observar no son la misma cosa.
Hablando superficialmente, se conoce que se está sentado
en una silla en una habitación, pero, acaso se puede decir que se observa en
realidad?
Hablando más profundamente, quizá se conozca que se está
en un estado negativo, pero esto no quiere decir que se lo está observando.
La Observación de Sí es un acto de Atención dirigida
hacia adentro —hacia lo que está sucediendo en uno—.
La Atención debe ser activa —es decir, dirigida—. En el
caso de una persona a quien se tiene antipatía, uno advierte los pensamientos
que se acumulan en la mente,, el coro de voces que hablan dentro de uno, lo que
están diciendo, las emociones desagradables que surgen, etc.
También se da cuenta de que está tratando interiormente
muy mal a la persona a quien se tiene antipatía.
Para ver todo esto se necesita una Atención Dirigida, no
una atención pasiva.
La Atención viene del lado observante, mientras que los
pensamientos y las emociones pertenecen al lado observado en uno mismo.
Esto es, dividirse en dos.
El Lado Observante o Yo Observante, es interior al LADO
OBSERVADO, o está por encima de él, pero su poder de conciencia independiente
varía, porque en cualquier momento puede quedar sumergido.
En ese caso quedará completamente identificado con el
estado negativo.
No se podría observar el estado porque uno mismo sería el
estado.
Cabe decir que el hecho de ser negativo es conocido, pero
no es observado.
Si el YO OBSERVANTE es respaldado por otros Yoes que
valorizan el Trabajo y lo recuerdan y desean ser más conscientes, el flujo de
las cosas negativas no podrá sumergirlo tan fácilmente.
Es entonces ayudado por el estado de conciencia.
La Observación de Sí es un acto consciente y no puede
llegar a ser mecánica.
"El hombre", decía Gurdjieff, "debería
recordarse constantemente, pero tal como es carece de la fuerza necesaria y ni
siquiera puede recordar que tiene que recordarse".
Un acto de Recuerdo de Sí es el intento de hacernos
regresar al interior de nosotros mismos y de este modo a nuestro verdadero
centro de gravedad.
El Tercer Estado de Conciencia es el Estado de Recuerdo
de Sí, de Conciencia de Sí o de Percepción de Sí.
Mediante la Observación de Sí se establece el Yo
Observante en nosotros mismos y hace que seamos lentamente objetivos para con
nosotros mismos.
Esto indica un nuevo sentimiento de "Yo".
El Yo Observante reúne eventualmente a su alrededor
aquellos Yoes que desean despertar y cuando es alcanzado el estado de
reordenamiento interior de los diferentes Yoes, se establece un Yo Real
temporal y sustituto del verdadero al cual se le da el nombre de Mayordomo
Delegado.
Cuanto más se estudia, se reflexiona y se practica las
enseñanzas del Trabajo, y se ve, por medio de la percepción interior, la verdad
que contienen, más fuerte llegará a ser el "Mayordomo Delegado".
Eventualmente, atrae en destellos al
"Mayordomo" desde lo alto y detrás del "Mayordomo" está el
"Yo Real", o Amo.
Por otra parte, observar y observarse a sí mismo son dos
cosas diferentes.
Ambas exigen atención.
Pero en la observación, la atención es orientada
exteriormente a través de los sentidos.
En la Observación de Sí la atención es orientada
interiormente, y para ello no hay órgano de los sentidos.
Es ésta una razón por la cual la observación de sí es más
difícil que la observación.
En la Ciencia moderna sólo lo observable es considerado
real.
Todo lo que no sea materia de observación por los
sentidos o por los sentidos ayudados por telescopios, microscopios y otros
delicados instrumentos ópticos, eléctricos y químicos, queda descartado.
A veces se afirmó que uno de los fines generales de este
Trabajo es el de unir la ciencia de Occidente con la sabiduría de Oriente.
Ahora bien, si definimos el punto de partida de la
ciencia occidental en su lado práctico como lo observable, cómo definiremos el
punto de partida del trabajo?
Podemos definir el punto de partida del Trabajo como lo
auto-observable.
Empieza en el lado
práctico con la Observación de Sí.
La clase de conocimiento que cambia internamente a un
hombre no se puede lograr simplemente por medio de la observación externa,
hacia el exterior.
No está en esta dirección, es decir, en la dirección de
los sentidos volcados exteriormente.
Otro conocimiento es posible al hombre y este
conocimiento empieza por la Observación de Sí.
Esta clase de conocimiento no se obtiene a través de los
sentidos, porque, como hemos visto, no poseemos ningún órgano sensorial que
puede ser volcado interiormente y por cuyo medio sea posible observarse con
tanta facilidad como se observa una mesa o una casa.
Mientras la primera clase de conocimiento puede cambiar
las condiciones externas de la vida para el hombre, la segunda clase de
conocimiento cambia al hombre mismo.
La observación es un medio para cambiar el mundo,
mientras que la observación de sí es un medio para cambiar el yo.
Qué significa la Observación de Sí?
Significa observar lo que somos, cómo reaccionamos, qué
es lo que nos hace negativos; ver lo que se toma como mí mismo, la máquina de
respuestas, la máquina de comportamientos, de pensamientos, de prejuicios, de
sentimientos.
Significa ver la actividad de los Cinco Centros y la
actividad de los "Yoes" a través de estos Centros.
NOTA sobre el Recuerdo de Sí. Por: Maurice Nicoll
Es útil llevar una especie de memorándum mental acerca de
lo que significa el trabajo práctico.
El recuerdo de sí es la cosa más importante.
Es preciso que practiquen el recuerdo de si por lo menos
una vez al día, y hacerlo de buen grado por sí mismos.
Cualquier otro trabajo* sobre sí depende por último del
recuerdo de sí.
Sólo hasta medio minuto y aún cuando sólo consista en
detener los pensamientos y en tratar de lograr un completo relajamiento, es
mejor que nada.
No piense acerca del recuerdo de sí, hágalo.
Al comienzo es preferible hacerlo en un momento
determinado que uno mismo se fija de antemano.
La primera señal de que lo está haciendo correctamente es
que siente distinto en usted.
En cuanto lo sienta, deténgase.
Es preciso que se detenga momentáneamente y que se olvide de todo.
Otra forma de recuerdo de sí es llamada la
"detención interior" en uno mismo.
Esto se hace con relación a la observación de sí.
Por ejemplo, observa que está empezando a hablar de un
modo mecánico, o que alguien lo fastidia, etc.
Entonces hace una "detención interior", como se
la llama, pero esto es necesario hacerlo de una forma completa, como si se
cortase algo.
No tiene importancia si después las cosas que trata de
detener regresan.
Permítame que le diga antes de proseguir que toda
observación de sí debe estar acompañada por algún grado de recuerdo de sí.
Recordar por que se está observando y sintiendo la
presencia del trabajo en su mente mientras se observa a un grado de recuerdo de
sí.
ENSEÑANZAS DEL
CUARTO CAMINO
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