-EMOCIONES NEGATIVAS…-
Entre las emociones negativas se encuentran:
Diversos estados de depresión
Variadas clases de resentimientos persistentes
Distintas clases de auto-compasión
Del sentimiento de no ser bien tratado
Las muchas clases de odio
Las muchas clases desagradables de satisfacción de sí
Las muchas clases de desprecio a los otros
Las muchas clases de sentimientos de merecimiento.
El sentimiento de merecimiento es la menos limpia de
todas las emociones negativas y precisamente la que cierra el camino a las
influencias que vienen de los centros superiores (El centro Emocional Superior
y el Centro Intelectual Superior)
La parte negativa del centro emocional es la sede de las
emociones negativas. Pero naturalmente no existe tal parte en el centro: se
adquiere.
Y cabe decir al punto que cada vez que esta parte
negativa adquirida es activa, significa un trabajo equivocado del centro.
Y no es exagerado decir que el centro emocional, rara vez
trabaja en una forma correcta, debido a la acción de esta parte negativa
adquirida que ha llegado a infectarse por su contacto con la vida.
Emociones negativas designa a todas las emociones de
violencia o depresión: compasión de sí, cólera, desconfianza, miedo,
contrariedad, aburrimiento, celos, etc.
Ordinariamente se acepta la expresión de emociones
negativas como una cosa completamente natural y hasta necesaria.
Con frecuencia la gente la llama “sinceridad”.
Naturalmente, eso nada tiene que ver con la sinceridad;
es simplemente un signo de debilidad en el hombre, un signo de mal carácter y
de impotencia para guardar para sí sus propios agravios.
El hombre lo
comprende cuando se esfuerza por oponerse a sus emociones negativas.
Y es para él una nueva lección.
Ve que no basta con observar las manifestaciones
mecánicas; además es necesario resistir a ellas, porque si no se las resiste no
se las puede observar.
Su aparición es tan rápida, tan familiar y tan
imperceptible, que es imposible notarlas si no se realizan esfuerzos
suficientes para crearles obstáculos.
Las emociones negativas son un fenómeno terrible.
Ocupan un lugar enorme en nuestra vida.
Puede decirse de muchas personas que su vida entera está
regulada, controlada, y finalmente arruinada por las emociones negativas.
Al mismo tiempo, las emociones negativas no desempeñan
ningún papel útil en nuestras vidas.
No sirven para orientarnos, no nos aportan conocimiento alguno, no nos
guían de ninguna manera sensible.
Al contrario malogran todos nuestros placeres, hacen de
nuestra vida una carga y oponen obstáculos muy reales a nuestro desarrollo posible,
porque nada es más mecánico en nuestra vida que las emociones negativas.
Lo más extraño y fantástico de las emociones negativas es
que la gente las adora.
Creo que para un hombre mecánico ordinario la cosa más
difícil de admitir es que ni sus propias emociones negativas ni las de los
demás tienen el menor valor y que no contienen nada de noble, nada de bello ni
nada de fuerte.
En realidad, las emociones negativas no contienen sino
debilidad y a menudo constituye hasta el principio de la histeria, de la locura
o del crimen.
Su único aspecto bueno es que siendo perfectamente
inútiles o enteramente creadas por la imaginación y la identificación, pueden
ser destruidas sin perjuicio alguno.
Esa es la única posibilidad que el hombre tiene de
escapar de ellas.
En realidad, tenemos mucho más poder de lo que pensamos
sobre las emociones negativas, sobre todo a partir del momento en que sabemos
cuán urgente es luchar contra ellas.
Pero hallamos para ellas demasiadas excusas, y nadamos en
el océano del egoísmo o de la compasión por uno mismo según los casos,
descubriendo faltas por doquier pero no en nosotros.
Algunas formas de emociones negativas pueden ser: estar
enfadado, amargarse, quejarse, sentir piedad de sí, etc.
La sospecha es un estado emocional que no tarda en
implicar la parte negativa del centro intelectual y lo lleva a conclusiones de
una clase negativa.
El trabajo dice... “tiene derecho a no ser negativo”.
Maurice Nicoll
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