sábado, 2 de junio de 2012

LAS DISTINTAS PERSONALIDADES EN UNO MISMO...

LAS DISTINTAS PERSONALIDADES EN UNO MISMO...

P. Cuando preguntamos cómo ser menos mecánicos, se nos dice que estemos más -despiertos.

Cuando preguntamos cómo despertar, la respuesta es no identificarse, y cuando preguntamos cómo no identificarse, la respuesta es recordarse a sí mismo.

Esto parece ser un círculo, siendo cada método una contraparte del otro. ¿Podemos obtener alguna otra ayuda para intentar alguno o todos estos?

R. Eso no es exactamente correcto, porque cada uno de estos intentos tiene su propio rasgo y gusto peculiares.

Todos son diferentes.

Es necesario intentar desde todos los lados posibles a fin de romper la pared.

Es muy alta y dura la pared que tenemos que romper…


Pero no empezamos con eso:

Empezamos con la pluralidad.

Cuando hablé primero sobre los muchos "yoes" que hay en nosotros, dije que nuevos "yoes" saltan a cada momento, controlan las cosas por breve tiempo y desaparecen, y muchos de ellos jamás se encuentran.

Cuando usted comprende que no es uno solo, que son muchos, que puede conocer algo como cierto por la mañana y no conocer nada de ello por la tarde, entonces este darse cuenta es el comienzo.

No quiero decir que si comprende esta pluralidad puede cambiarla y tornarse diferente; pero este darse cuenta es el primer paso.

P. No veo por qué diferentes gustos han de significar diferentes "yoes" o grupos de "yoes".

R. Porque el mismo "yo" sería idéntico.

Cuando usted dice "yo", piensa en el todo.

En realidad es sólo una partecita de usted.

Podemos existir sólo porque no podemos poner todo nuestro capital dentro de cada "yo"; de lo contrario, estaríamos en quiebra.

Sólo ponemos centavos.

Nuestros "yoes" son centavos.

Suponga que tiene cierta cantidad de dinero, todo en centavos.

A cada momento que dice "yo", usted usa un centavo.

Eso es un error; incluso tales como somos, valemos más que un centavo.

En este sistema, el vocablo "yo" puede pronunciarse de cinco maneras, en cinco niveles diferentes.

El hombre en su estado corriente es una multiplicidad de "yoes": este es el primer significado.

Cuando un hombre decide trabajar, aparece un "yo observador" o un grupo de "yoes" (representado en negro, en el diagrama); éste es el segundo significado.

El tercer significado, indicado por el círculo más pequeño, es cuando aparece el Sub-mayordomo.

Este tiene control sobre una cantidad de "yoes".

El cuarto significado, indicado por el círculo medio, es cuando aparece el Mayordomo.

Este tiene control sobre todos los "yoes".

El quinto significado es el del Amo.

Está dibujado como el gran círculo exterior, pues tiene un Cuerpo Temporal.

Conoce el pasado y también el futuro, aunque debe tener diferentes grados de esto.

P. ¿Es posible aumentar la cantidad de "yoes" interesados en el trabajo?

R. Tenemos bastantes "yoes", ellos se acrecientan.

El objetivo es conectarlos y ayudarlos a convertirse en un solo "yo" interesado en el trabajo.

Si muchos "yoes" se interesan y no se conocen uno al otro, un "yo" o grupo de "yoes" puede hacer una cosa, y otro otra cosa, sin saber.

Usted puede decir "yo", al hablar de sí mismo, sólo en relación con su trabajo con un objetivo definido: el estudio de si, el estudio del sistema, el recuerdo de sí, etc.

En otras cosas debemos comprender que esto no es realmente usted, sino sólo una partecita de usted, imaginaria en su mayor parte.

Cuando usted aprenda a distinguir eso, cuando eso se convierta casi en un hábito (en el sentido de ser constante), se sentirá en el camino correcto.

Pero si siempre dice "yo" a todo sin discriminación, eso sólo ayuda a sus tendencias mecánicas y las fortalece.

¡Y qué cantidad de cosas hacemos sin querer hacerlas!

Tenemos que hacer esto y aquello, pensamos sobre esto, sentimos sobre aquello, y así una cosa tras otra toma toda nuestra energía, y nada queda para el trabajo real.

Dije en la primera plática que estos cientos y cientos de "yoes" forman ciertos grupos en los que diversos "yoes" trabajan juntos.

Algunos de estos grupos son naturales, otros son artificiales, y algunos incluso son patológicos.

La primera división natural de los "yoes" es de acuerdo a las funciones: intelectuales, emocionales, instintivos y motores.

Pero aparte de éstos, hay muchas otras divisiones que pueden llamarse personalidades diferentes.

P. ¿Cuál es la diferencia entre personalidades y "yoes"?

R. Puede decir que las personalidades consisten en diferentes "yoes".

Cada cual puede encontrar en sí diversas personalidades, y el real estudio de sí empieza con el estudio de estas diferentes personalidades, porque no podemos estudiar a los "yoes", hay demasiados de ellos.

Pero con las personalidades es más fácil, pues cada personalidad o grupo de "yoes" significa alguna inclinación especial, una tendencia especial, o a veces una aversión.

P. ¿Hay algunas observaciones especiales que uno puede efectuar para ver las personalidades?

R. El estudio de sus gustos particulares ayudará.

Por ejemplo, si encuentra algo que claramente le gustó a lo largo de su vida desde la niñez, verá que en torno de eso hay construida cierta personalidad.

Somos criaturas de gustos; nos gustan toda clase de cosas, pero sólo tenemos cierta cantidad de gustos genuinos.

Estudiándolos, uno descubre las personalidades.

P. ¿Todas las personalidades están ligadas con los gustos, y ninguna con los disgustos?

R. No pienso que las personas normales tengan tales disgustos fuertes.

Los disgustos son habitualmente accidentales, de modo que no confíe en ellos.

Pero hay cosas de las que usted siempre gustó, y hay algunas que tan sólo imagina que le gustan.

Las personalidades pueden ser muy diferentes.

Algunas se basan en hechos reales y gustos e inclinaciones reales, mientras otras se basan en la imaginación y en ideas equivocadas sobre uno mismo.

De modo que es necesario separar las personalidades que pueden usarse de algún modo, de las que no pueden ser útiles para el autodesarrollo, y por ende han de ser destruidas, o al menos subyugadas.

P. Me parece que algunas personalidades desaparecen durante un lapso muy prolongado.

R. No desaparecen, tan sólo se quedan detrás de la escena.

Si son meramente "yoes" ocasionales, pueden desaparecer, pero las personalidades no desaparecen tan fácilmente, aunque pueden esconderse de la vista.

O pueden sacrificarse, pues a veces, a fin de manifestar una personalidad, hay que sacrificar varias otras.

P. ¿Cómo averiguar cuáles personalidades son más reales y cuáles son imaginarias?

R. La vida aporta pruebas para las personalidades.

Suponga que usted piensa que algo le gusta muchísimo y luego la vida le pone en condiciones en las que usted puede disfrutar lo que pensó que le gustaba, pero en vez de ello descubre que no lo disfruta para nada, que sólo imaginó que le gustaba.

Entonces podrá ver que esta personalidad era imaginaria.

P. ¿Qué determina que una personalidad o grupo de "yoes" es inútil y ha de ser eliminado?

R. Las personalidades pueden dividirse.

El autodesarrollo comienza con el centro magnético, esto es, con un grupo de "yoes" o con la personalidad interesados en ciertas cosas.

Cuando un hombre encuentra una escuela, su centro magnético empieza a acumular conocimiento práctico y teórico, y experiencia que provienen del estudio del ser, y de este modo éste se convierte eventualmente en el Sub-mayordomo.

Además de esta personalidad, hay otras personalidades, algunas de las cuales pueden desarrollarse, y algunas no concuerdan con ella para nada.

De modo que algunas personalidades pueden unirse en el trabajo, otras son neutrales y, mientras no estén en el camino, puede permitírseles permanecer por algún tiempo, y algunas han de ser eliminadas.

Cuando el centro magnético se transforma en Submayordomo, usted efectúa ciertas decisiones, formula cierto objetivo, emprende cierto trabajo.

Luego, puede averiguar cuál personalidad puede trabajar con él y cuál no.

Si una personalidad está contra su objetivo y puede dañarlo, o no lo quiere, o no sabe de él, entonces evidentemente no puede trabajar con el Sub-mayordomo.

De modo que pueden ser clasificadas, pero primero uno deberá conocerlas.

Luego, cuando las personalidades son puestas en orden y agrupadas en torno del centro magnético (que significa Sub-mayordomo) producirán un efecto sobre la esencia precisamente por la existencia de aquéllas.

P. ¿El Sub-mayordomo es la conciencia?

R. La conciencia toma parte en la formación del Sub-mayordomo, pero no puede decir que es el Sub-mayordomo, porque la conciencia es mucho mayor.

P. ¿Hay una conexión entre el centro magnético y la consciencia?

R. Sí, pero no directa: hay entre ellos varios estados diferentes.

Es mejor decir que el centro magnético es el terreno desde el cual crece el "yo" permanente.

A través de diversas transformaciones, el centro magnético se convierte mucho después en "yo" permanente.

Es la semilla del "yo" permanente, pero sólo la semilla: primero ha de convertirse en algo enteramente diferente.

Ahora trate de entender la división más importante de todas para uso práctico.

Es la división en "yo" y (por mí) "Ouspensky".

¿Qué es el "yo"? No tenemos un "yo" permanente como si estuviese opuesto a "Ouspensky".

Pero todo nuestro interés en el sistema, todos nuestros esfuerzos en el estudio de sí y el desarrollo de sí, y lo que a veces se llama el "yo observador"... todo esto es el comienzo del "yo".

Todo el resto es "Ouspensky" o "falsa personalidad".

"Ouspensky" es nuestro cuadro imaginario de nosotros mismos, porque en él ponemos todo lo que pensamos de nosotros, que por lo general es imaginario.

Todo el estudio desciende al estudio de este cuadro imaginario y a separarnos de él.

De modo que ahora usted puede llamar "yo" a su valoración del sistema.

Esto es "usted".

De su actitud hacia el sistema, hacia el trabajo en el sistema, hacia el interés por el sistema, puede crecer el "yo".

Sobre esta base puede separar al "yo" de la falsa personalidad.

OUSPENSKY

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